CASTELLÓ. La financiación hipotecaria vuelve a repuntar en Castellón, pero la compraventa de viviendas al contado sigue en niveles alto, copando casi la mitad de las operaciones. En septiembre se inscribieron 723 hipotecas sobre viviendas en la provincia, un 13,1% más que hace un año, con un importe medio un 21,5% superior. Sin embargo, al contrastar estos datos con las compraventas del mismo mes (1.367 operaciones), se constata que el 47,1% de las adquisiciones se realiza sin financiación bancaria, lo que confirma el peso del comprador con liquidez y del perfil inversor que se ha asentado en el mercado inmobiliario provincial.
El mercado de la vivienda en Castellón continúa registrando cifras en ascenso tanto en actividad hipotecaria como en precios y operaciones. Según la estadística publicada este jueves por el Instituto Nacional de Estadística (INE), la provincia cerró septiembre con 723 hipotecas inscritas sobre viviendas, frente a las 639 registradas en el mismo mes de 2024. El aumento supone un 13,15% interanual, ligeramente por encima de la media nacional (12,2%).
El importe medio también se ha acelerado de forma notable: pasa de 58.676 a 71.324 euros, un incremento del 21,56% en solo doce meses, en un contexto marcado por el avance continuado de los precios de la vivienda y una mayor movilidad del crédito, tras la relajación de tipos iniciada en 2024.
Respecto a agosto, cuando se firmaron 550 hipotecas por un importe medio de 57.156 euros, el crecimiento es aún más significativo: un 31,45% más en el número de préstamos y un 24,78% adicional en el importe medio. Septiembre se sitúa así como el segundo mejor mes del año en volumen e importe hipotecario, solo superado por mayo, cuando se registraron 935 operaciones y un importe medio de 104.221 euros.
Fuerza de la inversión
El repunte del crédito no significa que la financiación vuelva a ser la vía mayoritaria para la compra de vivienda. Con 1.367 compraventas de viviendas registradas en septiembre en la provincia, las hipotecas representan el 52,89% de las adquisiciones. En consecuencia, casi la mitad de las operaciones (47,11%) se pagan al contado, una tendencia estructural que lleva meses consolidándose.
Este fenómeno está vinculado —según coinciden analistas y fuentes sectoriales— a la entrada de compradores con liquidez, tanto particulares como empresas o fondos, cuya motivación principal es la inversión y la rentabilidad del alquiler, especialmente de vivienda usada destinada a rehabilitación. Se trata de una lógica que ya se ha apuntado en los balances previos del mercado provincial, que sitúan el ladrillo como un refugio más atractivo que los productos financieros.
El decano del Colegio de Economistas de Castellón, José Manuel Salvador, destacaba recientemente que “la escasa rentabilidad de los depósitos bancarios y la volatilidad bursátil están llevando a muchos ahorradores a destinar su capital a la vivienda, especialmente de segunda mano para alquilarla, un mercado donde el retorno es significativamente mayor que el de un producto financiero tradicional”. Esta realidad se refleja también en que cerca del 40% de las compraventas tienen un fin claramente inversor, según fuentes del sector inmobiliario.
Este incremento de la financiación se produce en paralelo al aumento sostenido de los precios. Según los últimos datos del Ministerio de Vivienda, la tasación de la vivienda en Castellón ha subido un 11,4% interanual en el tercer trimestre, el mayor registro de los últimos doce años. En solo dos años, el incremento alcanza el 20%, impulsado por la falta de oferta y por la elevada rentabilidad del alquiler, especialmente ante la proliferación de viviendas turísticas.
El metro cuadrado en la provincia alcanza ya los 1.317 euros, muy por encima de los niveles de hace una década y acelerándose desde 2023 tras el retroceso en los tipos de interés.
El crecimiento de las hipotecas constata la reactivación crediticia, pero el mercado inmobiliario de Castellón mantiene una singularidad sólida: el peso estructural del comprador con liquidez, que adquiere inmuebles sin financiación, y que está acaparando gran parte del mercado hacia una lógica cada vez más inversora.