La movilización ciudadana creada en defensa de esta vía verde junto al mar y en el término de Oropesa del Mar recoge más de 19.000 firmas de apoyo en solo una semana
CASTELLÓ. La plataforma Salvem la Renegá ha lamentado este miércoles la falta de información en detalle de los proyectos, permisos, licencias, evaluaciones y controles ambientales y sobre todo, en cuanto al entramado inmobiliario que esconden los planes de urbanísticos anunciados por la Fundación Azul Marino y la empresa Global Omnium, que han iniciado ya las obras en el término municipal de Oropesa del Mar, en una superficie próxima a la franja de la Vía Verde que da al mar, y cuyo terreno es catalogado como LIC (Lugar de Interés Comunitario) y pertenece a la Red Europea Natura 2000.
La asociación, que aglutina tanto a vecinos como a colectivos ecológicos, recuerda que al amparo del actual estado de alarma y la limitación de la movilidad de las personas, el pasado 20 de abril, las máquinas han comenzado a mover tierras para preparar los planes de desarrollo que la Fundación Azul Marino (fundada en febrero de 2020) y Global Omnium (empresa matriz de la compañía Aguas de Valencia) vienen impulsado a través de la sociedad Costa Bellver.
Aunque es cierto que gran parte del suelo es urbano y privado, como así reconoce la propia plataforma ciudadana, este colectivo entiende que, por alto valor ecológico de la zona, "se deberían contar con los diferentes pronunciamientos ambientales, urbanísticos y paisajísticos, que las administraciones no han facilitado todavía, ni al propio colectivo Salvem la Renegà, impulsora del movimiento de recogida de firmas en change.org, ni a otras asociaciones solicitantes, como es el caso de Gecen o Ecologistas en Acción". Solo en una semana, este movimiento ha recogido más de 19.000 firmas, según fuentes de este colectivo.
La plataforma ciudadana hace énfasis, según señala este miércoles a través de un comunicado, que donde se reclama especial atención es en esta franja de la Vía Verde hacia el mar, que hoy es paso obligado de camiones pese a su alto valor paisajístico y ecológico.
En ese lugar concreto, explican las mismas fuentes, no se puede construir, ya que está protegido, pero la empresa constructora -denuncian- "está realizando descarga de materiales y de cemento, repartiendo piedras, marcando árboles para talarlos... existiendo serias dudas de si se está usando ese terreno como mero almacén de materiales o si corresponde al proyecto de rehabilitación paisajística que anuncian, al que la Conselleria, al parecer, ha dado el visto bueno y que incluye un desvío del trazado para redireccionar la via de dominio público hacia un lugar que no moleste a la urbanización", según detallan los promotores de la protesta.
La Vía Verde del mar, tal como describe la plataforma conservacionista, "es un lugar querido y amado, arteria que une las poblaciones de Benicàssim y Oropesa del Mar por la costa, recorriendo la antigua vía del tren, lugar por el que transitan familias, ciclistas, runners, paseantes, veraneantes, turistas nacionales e internacionales, que descubren el encanto de las calas rocosas de la Renegà, la escondida cala nudista, la Torre Colomera y resto de torres vigías que abrigan leyendas de corsarios y piratas. El fondo marino es apreciado por buceadores con todavía posidonia y erizos de mar".
Todas estas actuaciones han provocado una "preocupación absoluta por la falta de información en detalle de los proyectos, permisos, licencias, evaluaciones y controles ambientales pertinentes y, sobre todo, en cuanto al entramado urbanístico que esconde este supuesto proyecto ambiental".
La plataforma ciudadana dice tener claro que en el proyecto "prima la viabilidad económica sobre el entorno y con el green washing se le da la vuelta al proyecto de desarrollo urbanístico para venderlo bajo un enfoque medioambiental". En los tiempos actuales, explican las mismas fuentes, no tiene gran aceptación el hormigón y se publicita lo verde" a través de un importante esfuerzo en lo que concierne a Marketing verde. Además, detallan, que lo que está detrás es la futura revalorización y venta de las viviendas, debido al entorno natural de la zona, uno de los rincones más bellos del litoral mediterráneo valenciano.
La llamada de la Plataforma, que ha tenido un eco especial en las redes sociales, ha provocado una gran respuesta ciudadana contraria a los comportamientos especulativos, según señalan fuentes de la propia organización, que exige que se respeten y conserven los pocos lugares vírgenes y naturales que quedan junto a la costa, además de contribuir a frenar su deterioro, sentencian.
Obras de la Fundación Azul Marino