CASTELLÓ. Todo está listo en Benicàssim para que el próximo 3 de agosto arranque la XVI edición del Festival de Lírico Ópera. Serán 9 días de música y la singularidad de la presencia este año de la mediática Cristina Ramos, una cantante canaria con una carrera afianzadísima que se dio a conocer ganando la primera edición del concurso Got Talent y La Voz Méjico, y protagonizando otros tantos programas de televisión en España y en canales internacionales. Es, de hecho, uno de los reclamos del cartel que ha presentado el músico benicense y director artístico del certamen, Roberto Turlo. El festival vuelve a apostar por la diversidad en su programa y por grandes intérpretes, por lo que Ramos estará acompañada por nombres como los de Vanessa Goikoetxea, Nancy Fabiola Herrera, George Gagnidze, los Solistas de Valencia y el grupo a cappella Meloman.
Charlamos con Cristina Ramos mientras se encuentra en el aeropuerto de Ámsterdam haciendo escala hasta Nueva Guinea, donde cantará estos días en un evento privado para recaudar fondos con los que construir un colegio en ese país. Es su última parada antes de llegar a Castellón y a los ensayos previos necesarios en este caso, puesto que estrena espectáculo precisamente en el festival lírico benicense.
P. Roberto Turlo siempre juega a romper la programación lírica del festival con algún elemento distinto, y en esta edición la actuación elegida lleva tu nombre. Subirás al Teatre Municipal Francesc Tàrrega un espectáculo rompedor. ¿Qué es lo que veremos?
Estamos preparando un recital diferente. Es la apuesta que se nos ha planteado y hemos recogido el guante enseguida. Se podrán ver distintos estilos, desde la ópera hasta el funky pasando por los boleros, los musicales e incluso la ópera rock. Partimos de un trabajo muy concreto que venimos haciendo desde hace un tiempo pero con unos arreglos exclusivos para esta producción. Es una idea que tuvo Roberto, nuestro director, y nos ha conseguido contagiar su entusiasmo a todos. Es un estreno absoluto de un espectáculo que esperamos que la gente lo disfrute con todo lo que se está creando especialmente para ese día.
P. Es marca de la casa de Turlo sacar al artista de su repertorio habitual y experimentar. ¿También te lo propuso a ti?
Si. De todos modos, nos basamos un poco en lo que hago habitualmente. Si por algo me caracterizo es por no decantarme únicamente por un estilo. Me gusta cantar un poco de todo. Me parece una manera de trabajar muy interesante poder subir a escena un concierto que recorre tantos estilos.
P. ¿Quién te va a acompañar en el escenario?
Nosotros tenemos preparado un concierto muy íntimo a piano y voz, pero para el festival lírico de Benicàssim le hemos dado una vuelta. Cuando el director nos propuso ser un poco más atrevidos planteamos la posibilidad de abordar un espectáculo instrumental. Por eso, estaré acompañada por el pianista, como siempre, pero también por más músicos. Seremos unos cuantos en el teatro. Estaremos más apretaditos en el escenario, pero así se sentirá mejor el calor y la música.
P. ¿No da miedo romper con cuanto tienes trabajado e introducir tantos cambios en un espectáculo?
Da un poco de cosquillitas en el estómago, pero al mismo tiempo hay muchas ganas de salir de la zona de confort y trabajar con compañeros con los que habitualmente no estás. Reconozco que supone un mayor esfuerzo, porque los músicos con los que me voy a reunir en Benicàssim son músicos a los que no conozco y ellos a mi tampoco; va a ser la primera vez que toquemos juntos. Pero tengo plena confianza en lo que se ha estado preparando y entiendo que el director no se va a pillar los dedos planteando algo que no sepa que vamos a poder llevar a cabo.
P. Te acompañan en el cartel del festival grandes voces líricas nacionales e internacionales, pero ¿sientes por tu popularidad la responsabilidad de conseguir que público se acerque al teatro?
Ni por asomo aludo la responsabilidad, porque pienso que es muy interesante que venga todo tipo de personas a vernos. La ópera hay que ponerla en valor. Hay personas que piensan que este género no es para ellos, pero se equivocan. A la gente le gusta mucho más y sabe mucho más de ópera de lo que se cree. La lírica está totalmente popularizada, y son muchos los números que conoce aunque igual ni sabe que los conoce.
P. La publicidad es un buen ejemplo de lo que comentas.
Sí, en la publicidad se utiliza muchas veces música extraída directamente de piezas líricas que son totalmente reconocibles.
P. Pero sigue costando todavía mucho convencer a la gente de que, como apuntas, la ópera es un género al que hay que acercarse. ¿Cómo le darías la vuelta a esta situación?
Creo que hay que sacar la ópera de los teatros y acercarla al público llano para que la gente se dé cuenta de que no se trata de música para las élites o las altas esferas. La ópera es muchísimo más popular de lo que imaginamos. En la época en la que se creaba este tipo de música era música popular, música para la gente, como también lo era el teatro. Sabemos que en aquellos años el teatro no dejaba de ser algo que se creaba en las plazas. Era cuando los artistas ambulantes interpretaban piezas teatrales con sus carretas. Por todo ello opino que sería muy interesante sacar este tipo de música a la calle y que la gente la pudiera vivir. Una de las cosas que me ha dado la experiencia es conocer de primera mano que escuchar a alguien cantar ópera a tu lado o frente a ti, sin que haya un palco de por medio o un edificio, es maravilloso. Impresiona mucho.
P. Aquí no cantaréis en la calle pero quien asiste a esta cita en Benicàssim sí que entra de la calle. Me refiero a que el público de este festival es muy particular, desde veraneantes a programadores culturales pasando por aficionados a la ópera. ¿Será una buena oportunidad para captar nuevos adeptos?
Si, claro. Me parece un perfil de público fantástico y por eso tengo ya un poco de gusanillo de ponernos ya manos a la obra con los ensayos y subirnos al escenario. Ahora mismo todo son ganas de volver de Nueva Guinea y ultimar la cita de Benicàssim.
P. ¿No has actuado antes en Castellón, verdad?
No. No he estado nunca cantando en la provincia de Castellón, y lo cierto es que me hace mucha ilusión estar con vosotros y que llegue esa primera vez en Benicàssim.
P. Con las pocas fechas libres que tienes en agenda, ¿qué te hizo decidir por participar en el festival de Benicàssim?
Entre otras cosas, el hecho de poder estar charlando con compañeros de profesión con los que habitualmente no trabajo. Pensar en compartir con ellos esas jornadas que viviremos y esos ratitos de trabajo me hace muy feliz. Y, por supuesto, Benicàssim me aporta la posibilidad de subir a un escenario en el que han estado grandes voces de la lírica.
P. Es inevitable preguntarte por tu presencia en televisión. ¿Sería tu carrera tan exitosa como lo es sin tu paso por Got Talent y otros tantos programas de TV?
Es muy sencillo contestar a esta pregunta que me haces. No, mi carrera profesional no sería la misma, y es muy fácil de comprender la razón. Yo vivo en la isla de Gran Canaria, es donde tengo mi residencia. Y el hecho de estar rodeados de mar lo hace todo muy complicado. Envidio a todo el que está en territorio peninsular porque tiene tierra de por medio y miles de oportunidades. Coges un tren, un avión, una bicicleta o un coche y puedes ir donde quieras. Es tierra. Te puedes desplazar al centro de Europa o a la provincia de al lado. Pero cuando vives en una isla todo es mucho más cerrado y complicado, y evidentemente, tienes que salir sí o sí porque es necesario dar esos pasos adelante. Hay una cosa que sucede a los isleños, y es que cuando pierdes la residencia canaria todo se dificulta más porque te conviertes en un turista. Y si encima formas una familia fuera de Canarias todavía es más difícil todo. Sé de abuelos que no conocen a sus nietos. Se vive muy bien allí y hay mucha música, pero no se puede trabajar al nivel que todos deseamos.
P. Y eso fue precisamente lo que te aportó la televisión, ¿no?
Exactamente. El hecho de poder salir y abordar otros horizontes, lugares, idiomas y culturas. Eso me ha enriquecido mucho. He podido ver el mundo con otros ojos. Sin la televisión no lo hubiera conseguido. No tengo ningún reparo en admitir que jamás me podría haber dado a conocer de la manera que me ha permitido la televisión.
