la formación 'naranja' maneja varios escenarios con la redistribución de competencias

Cs contempla una posible revisión del pacto con el PP en Benicàssim tras recuperar su tercer concejal

6/12/2020 - 

BENICÀSSIM. La renuncia de Domingo Lorenzo como concejal dibuja un nuevo escenario en el Ayuntamiento de Benicàssim. El PP y Ciudadanos, que integran el ejecutivo local, vuelven a recuperar su mayoría con 9 ediles (seis y tres, respectivamente) frente a los ocho de la oposición (cuatro del PSPV, dos de Compromís y uno de Ara Podem y otro del grupo de no adscritos). Ese cambio en el mapa político, restituyéndose el reparto de escaños derivado de las elecciones municipales de 2019, obliga a redistribuir las competencias en el equipo de gobierno.

Cs recobra sus tres representantes, con lo que resulta necesario abordar una revisión interna de las delegaciones, aunque tampoco se descarta que el reajuste afecte a la totalidad del bipartito. Así lo señalan algunas fuentes, que recuerdan que el acuerdo de gobernanza continúa sin firmarse, de manera que no sería un impedimento para tratar una reestructuración más amplia. Al menos, con algunas atribuciones.

Hasta ahora, los dos concejales de la formación liberal asumen Cultura, Personal y Seguridad Ciudadana (Javier Alonso), y Turismo, Desarrollo Sostenible, Territorio Inteligente y Actividades (Cristina Fernández). Con la incorporación de Natividad de los Dolores Alonso, siguiente de la lista y familiar de la portavoz del grupo municipal, esa división de tareas debe variar. Así, caben distintas posibilidades, desde volver al principio, cuando Lorenzo se ocupaba de la Policía local, hasta revisar las áreas a nivel global. En este caso, se trataría de encajar las competencias más transversales.

La solución más fácil

No obstante, la primera solución, dejando a Alonso solo con Cultura, parece la más natural, teniendo además presente que la reorganización se debe acometer lo antes posible por la celebración dentro de unas semanas del pleno del mes (en concreto, el próximo 18 de diciembre). La idea es que en esa sesión, la última del año, se dé cuenta de la marcha de Lorenzo y, a continuación, en despacho extraordinario, la toma de posesión de la nueva regidora.

Con el PP y Cs disfrutando de una mayoría suficiente, se intuyen importantes novedades en la toma de decisiones, pudiendo el equipo de gobierno sacar cómodamente sus distintas propuestas. En los últimos meses la gobernabilidad se había puesto muy cara ante los continuos guiños de los tránsfugas Lorenzo y José Carlos García con las fuerzas de la izquierda. La superioridad de la oposición, con la complicidad de los no adscritos, se tradujo además en enfrentamientos dialécticos entre unos y otros

Esa tensión repercutió en las relaciones del bipartito, hasta el punto que la formación naranja llegó a replantearse su situación dentro del gobierno municipal en vista de la ambigüedad de la alcaldesa, la popular Susana Marqués, respecto al apoyo del citado Lorenzo, ex de Cs, y dispuesto a alinearse con la derecha en asuntos de interés general, como los presupuestos. Con el paso de los meses, la tirantez bajó en intensidad, aunque la indeterminación del edil tránsfuga marcó la gestión local. 

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