CASTELLÓ. Dos asociaciones han exigido la paralización del proyecto urbanístico que la compañía Costa Bellver tiene previsto en el paraje de la Renegà, donde impulsa un polémico centro de interpretación así como un chiringuito. Las asociaciones Salvem la Renegà y la Associació Naturista Valenciana se reunieron recientemente para pedir que se detenga el desarrollo y que se inicie la adaptación del planeamiento urbanístico para proteger el paraje, así como para aumentar la actual Zona Especial de Conservación. Y en ese sentido, preservar la "tradición nudista" de la conocida como la playa de Platgetes.
"Nuestros hijos, los vuestros también, no nos perdonarán que dejemos perder un espacio natural tan emblemático para el beneficio de unos muy pocos", explica el manifiesto conjunto emitido por ambas entidades, que aseguran que está "en mano de todos evitarlo". Así, aseguran que el problema "es invisible para la gran mayoría de la opinión pública" y reivindican "la importancia del bien común y del patrimonio natural que nos envuelve", además de alertar del "grave peligro que, en estos momentos, corre el entorno de la Renegà, uno de los pocos parajes de nuestras costas que permanece prácticamente virgen".
En ese sentido, denunciaron "un movimiento, muy bien estudiado, que combina la invisibilidad de los movimientos ciudadanos y de los parajes en peligro, con acciones de blanqueo ecológico (greenwhasing) juntamente con una normativa urbanística claramente regresiva y perjudicial, contradictoria incluso con las actuales directrices medioambientales". Y recordaron las palabras del vicepresidente ejecutivo del Pacto Verde Europeo, según el cual las declaraciones ecológicas "se encuentran por toda partes" pero "carecen demasiado a menudo de fundamento o pruebas de cualquier clase", lo que "abre la puerta al blanqueo ecológico". En ese sentido, se refirieron a la Fundación Azul Marino, con la que Costa Bellver tramita el polémico centro de interpretación.
La declaración de ambas asociaciones señala precisamente que la intención de esta fundación -"mirar a los fondos marinos para que nos olvidemos del expolio de los espacios costeros a manos de la especulación inmobiliaria"- no casa precisamente con la construcción de un edificio destinado a ser un centro de recuperación de tortugas junto al acceso de la playa de Platgetes, en el límite de la Zona Especial de Conservación, que aunque "parece respetar esta zona", en realidad "supone un atentado al paisaje, también bien inmaterial que debe ser preservado". "Es un ejemplo del blanqueo ecológico que se está utilizando para justificar el proyecto urbanístico que, de llevarse a cabo, destruirá para siempre un espacio con un valor ecológico, paisajístico y, porque no decirlo, emocional, incalculable".
Uno de los espacios más amenazados de perder su uso tradicional, según denunciaron ambas asociaciones, es la playa nudista de Platgetes de Bellver. "A pesar de haber sido reconocida su tradición nudista en la Ordenanza de playas de Oropesa del Mar, se pretende su invisibilidad social: por una parte, se cambia su nombre tradicional de Platgetes de Bellver a uno desconocido (Barranc de Bellver); por otra, la falta de señalización de la misma, a pesar de que supone el incumplimiento de la Ordenanza".
Ambos hechos, en realidad, según señalaron en el manifiesto, "parecen buscar la expulsión de los nudistas de la playa", dado que la presencia de este colectivo, aseguraron, "es molesta para los planes urbanísticos y es un paso más en la marginación que tradicionalmente ha sufrido el colectivo nudista, siendo expulsado de sus espacios tradicionales con acciones como ésta". Por lo que reclamaron la protección del espacio y la paralización del desarrollo urbanístico.