El azulejo italiano logra salvar los muebles en el año de la covid y cae apenas un 4%

CASTELLÓ. La industria cerámica italiana, la principal competidora europea de los productos españoles, ha cerrado el ejercicio del 2020 y lo ha hecho corrigiendo, a lo largo del segundo semestre del año, los catastróficos resultados que se dieron en la primera mitad coincidiendo con los peores meses de la pandemia, periodo en el que registró caídas a dos dígitos y que en algún momento se llegó alcanzar hasta el 40% de reducción en cuanto volumen de producción y ventas. Fue el resultado de casi seis semanas de parón frente a las apenas dos semanas a las que vieron abocados los fabricantes en España.

Finalmente, la cerámica made in Italy, ha logrado cerrar el año de la covid-19 con pérdidas que rondan el 4% y que afectan tanto a la demanda interna como a las exportaciones.

Los resultados preliminares para 2020 elaborados por la consultora internacional Prometeia, recogidos por la patronal Confindustria Ceramica, muestran volúmenes de producción para la industria italiana de baldosas cerámicas de alrededor de 330 millones de metros cuadrados, una disminución significativa en comparación con 2019 con ventas por valor estimado en 391 millones de metros cuadrados (-4% con respecto a 2019). Las exportaciones movieron del orden de 317 millones de metros cuadrados (-2%) y ventas en el mercado nacional por 73 millones de metros cuadrados (-12%).

En cuanto a mercados de referencia, las exportaciones italianas a Europa se mantuvieron sustancialmente estables, cubriendo más de 2/3 de las exportaciones, frente a las ventas extracomunitarias que, por otro lado, muestran descensos más marcados. La situación económica, de hecho, ha sido diferente de un continente a otro. El estudio de Prometeia estima que las ventas en Europa Occidental crecerán en torno al 2%, según las mismas fuentes de Confindustria Ceramica, homóloga italiana de la española Ascer.

La batalla de las emisiones en Europa

En palabras del presidente de la patronal transalpina, Giovanni Savorani, "en el año de la pandemia podemos decir que este 2020 ha cerrado en declive, pero en general, menos peor que lo que se podía esperar", así repasa algunos de los hitos del sector como ha sido la renovación del convenio colectivo, firmado el pasado noviembre.

Savorani en su evaluación anual ha señalado uno de los grandes retos que afronta el sector y que es compartido plenamente por la industria cerámica española, que se refiere a la batalla sobre el comercio de emisiones que planea la Comisión Europea para reducir el CO2 en el aire y que puede representar una sustancial pérdida de competitividad para la industria cerámica europa con respecto a otros mercados extracomunitarios, que soportan normativas menos exigentes en materia medioambiental y con sustanciales menores costes.

El presidente de la patronal italiana recuerda en este punto -que comparte plenamente con los argumentos españoles -cómo en los últimos años, las empresas "han invertido mucho en sistemas de producción eco-sostenibles, pero en lugar de ser recompensados corren el riesgo incluso de ser penalizados", lamenta.