CASTELLÓ. El 10 de marzo, el Castellón tocaba fondo tras perder ante el Valencia Mestalla en un horrendo partido que, además, le situó con un déficit de seis puntos respecto a los puestos de permanencia. El equipo albinegro transmitió las peores sensaciones frente al entonces colista, en un partido clave para iniciar su repunte en la tabla clasificatoria.
Pocos días después, el máximo accionista de la entidad, José Miguel Garrido, convocó una rueda de prensa para subir la moral de la tropa y convencer a la opinión pública de que la remontada era más que posible en los diez partidos que faltaban. No lo hizo con argumentos de peso, pero el desenlace acabó dándole la razón. Porque desde entonces, el Castellón ha hecho todo lo que no había logrado en las 28 jornadas anteriores. Ha sumado cinco victorias, por las tres que había conseguido hasta entonces, ha ganado a domicilio (Lleida) y ha acabado convirtiéndose en el quinto mejor equipo en esa porción final de calendario.
Los albinegros, con 18 puntos, solo se han visto superados en ese parcial por el Atlético Baleares (24), Hércules (21), Espanyol B (20) y Badalona (18) y han quedado por delante de dos de los equipos que han acabado en play off: Cornellà (14) y Villarreal B (12).
De los conjuntos que han peleado por la permanencia hasta el final, el Castellón ha sido el mejor en esas diez últimas jornadas y con diferencias importantes sobre la mayoría de rivales. Solo el Valencia Mestalla, con 17 puntos, se le acerca en esa clasificación parcial. Después hay que situar al Alcoyano (14), Sabadell (13), Ejea (10), Conquense (9), Teruel (9) y Peralada (7).
Esa reacción ha tenido momentos clave, como los goles de Cárcaba en los minutos finales ante el Badalona y el Alcoyano, la reacción frente al Peralada cuando los albinegros caían al descanso y se acercaban al abismo, y el gol in extremis de César Díaz en el último suspiro de la temporada ante el Barcelona B, combinado con el tanto del Conquense frente al Alcoyano, prácticamente al mismo tiempo, que certificaban la permanencia albinegra.
Quién sabe si esa forma de salvar la categoría pueda ser el inicio de un salto de calidad del equipo de cara a la próxima campaña.