CASTELLÓ. El Castellón ha pagado el peaje de un calendario especialmente exigente en diciembre con una recta final de mes improductivo saldado con tres partidos oficiales perdidos de forma consecutiva.
Los albinegros han mostrado un bajón en sus resultados donde mejores expectativas tenían, en Castalia, escenario donde han sufrido sus tres derrotas. La última, contra el Sabadell, se ha producido con un nivel de juego particularmente pobre ante un rival que llegaba a la capital de la Plana recién recuperado de un brote de covid-19 y con una dinámica nefasta que le había situado en zona de descenso, de donde no ha salido pese a haber ganado el domingo.
La secuencia de malos resultados del Castellón se inició una semana antes, ante el Andorra, que ganó con mucha superioridad a los de Sergi Escobar, y prosiguió ante el Cartagena en la Copa del Rey, en un partido bien jugado frente a un rival de categoría superior. Se cerró ante el Sabadell, frente al que el Castellón no creó ninguna ocasión clara de peligro en todo el partido.
Este encuentro puso fin a un calendario de locura para los orelluts, que han disputado siete partidos oficiales en tres semanas coincidiendo con su participación en la Copa del Rey y con la recuperación de uno de sus compromisos aplazados.
Los efectos de este ritmo frenético de competición se han notado al final, con un bajón notable de algunos de los pesos pesados del equipo. Y eso que Escobar realizó rotaciones durante estas semanas, dando entrada a los menos habituales en los dos partidos de Copa del Rey frente al Pulpileño y el Cartagena y en el de Liga frente al Costa Brava.
Sin embargo, el equipo albinegro no ha recuperado la mejor versión de algunos de sus puntales tras superar un brote de covid-19 hace un mes. El equipo de la Plana rindió por encima de lo previsto en su reaparición, ganando cuatro partidos oficiales consecutivos. Lo hizo, eso sí, sin la lucidez de otras ocasiones y mostrando altibajos en su juego.
Ante el Andorra, equipo en alza y candidato al ascenso, los albinegros se toparon con la realidad de un bajón en su nivel que han intensificado en el último choque liguero, frente al Sabadell.
El Castellón tiene ahora un periodo de descanso que tratará de aprovechar para recargar fuerzas antes de su regreso, el 8 de enero, ante el Alcoyano.