CASTELLÓ. El Consell avanza por fin para tratar de conseguir la ruta a Madrid para el aeropuerto de Castellón. Para este objetivo, que se marcó el president de la Generalitat, Ximo Puig, en su primera visita a la instalación, el 24 de abril de 2017, y que reiteró casi cinco meses después en el debate de política general de Les Corts Valencianes, y sobre el que prácticamente nada se sabía, la Conselleria de Política Territorial, Obres Públiques i Mobilitat ya ha realizado varios informes y se ha reunido en diferentes ocasiones con responsables del Ministerio de Transportes.
Son estos los que deben tomar la decisión de si la conexión aérea Castellón-Madrid es susceptible de ser catalogada como Obligación de Servicio Público, una posibilidad que el Gobierno afirmó hace casi un año que ya valoraba, pero de la que nada ha trascendido. Esta calificación como OSP permitiría a la ruta recibir subvenciones, y abrir así la vía para que una aerolínea la explotara.
Pero esto no es tarea fácil. La Comisión Europea, que posteriormente debe revisar la decisión del Ministerio para garantizar que no perjudica al libre mercado, requiere de informes y documentos que avalen la OSP.
En este contexto se enmarca el Análisis para el establecimiento de una Obligación de Servicio Público en la ruta aérea Castellón-Madrid que recientemente ha desarrollado la compañía valenciana Asesoramiento y gestión económica y social. Aunque desde la firma no dan detalles del estudio, reconocen que ya lo entregaron "a finales del año pasado" y que desde la Conselleria y el Ministerio están "analizando nuestro trabajo".
Fuentes oficiales del gabinete dirigido por Arcadi España reconocen que el informe es "un documento más dentro del proceso de tramitación de la OSP que se está llevando a cabo entre la conselleria y el Ministerio", pero tampoco aportan más concreción.
Este tipo de estudios, entre otros aspectos, deben determinar la demanda potencial de la ruta y las ventajas que supondría. Y es que la Comisión Europea, para autorizar las subvenciones a una conexión aérea, acepta tres condicionantes: la insularidad o el aislamiento de la zona en cuestión; el desarrollo económico que conllevaría; y que el área geográfica tenga una densidad de tráfico muy baja.
En este sentido, Castellón podría cumplir los dos últimos supuestos, lo que abre la vía a la posible autorización por parte de las autoridades europeas. De hecho, entre la quincena de OSP aéreas en vigor en España, la mayoría se refieren a la conexión de las islas con la península o entre ellas, mientras solo las rutas de Badajoz a Madrid y Barcelona; y de Almería a Sevilla y a Melilla las han obtenido en el territorio peninsular.
Ahora, Castellón parece estar más cerca de lograr esta nueva ruta para su aeropuerto, una ambición que también comparte con otros, como el de La Rioja.
