CASTELLÓ. El Acord de Fadrell vuelve a la casilla de salida con el presupuesto del Ayuntamiento de Castelló. Sin avances significativos respecto al preacuerdo alcanzado el pasado 13 de enero, los tres socios parecen haber encontrado un nexo común a fin de desbloquear el estancamiento de las últimas semanas. Tanto el PSPV como Compromís y Podem-EUPV invocan la legitimidad del documento de gobernanza para cerrar las puertas de la negociación a los partidos de la oposición. Cada grupo esgrime sus propios argumentos con vistas a vetar al PP, Vox e, incluso, Ciudadanos pese a la voluntad pretérita de garantizar el máximo consenso posible acerca de la aprobación de las cuentas municipales.
Para la alcaldesa, la socialista Amparo Marco, tender la mano a la principal fuerza de la derecha resulta inviable "por su acoso y derribo al gobierno", subraya. "No se puede pedir entrar a participar en los presupuestos y luego presentar medidas que, además, no están cuantificadas", agrega. En este contexto, la munícipe reitera que en esa estrategia de hostigamiento al ejecutivo "se falta a la verdad", por lo que insta al Partido Popular a utilizar otros mecanismos que permite el reglamento orgánico del pleno con el propósito de realizar sus aportaciones. "Si sus enmiendas son sensatas, tendrá la sensibilidad del gobierno", asegura.
Valencianistas y la confluencia tampoco contemplan incorporar a Cs en el debate a tres bandas. Siempre han recelado de la invitación del PSPV al partido liberal y entienden que, después de haber transcurrido más de un mes de aquel primer encuentro el 21 de diciembre, es momento de pasar página. "Es evidente que la negociación PSOE-Ciudadanos no ha funcionado, así que no podemos esperar más para avanzar hacia la aprobación del presupuesto de los socios", señalan fuentes de Compromís. En la misma línea, el líder de Podem, Fernando Navarro, sostiene que el grupo naranja "tiene que venir a ponerse el último de la fila, no a hipotecar el Acord de Fadrell".
El tercer integrante de la oposición, Vox, cuenta aun con menos posibilidades de entrar en los planes del tripartito para cerrar el borrador económico. "No podemos llegar a acuerdos por una cuestión de diferencias ideológicas. Desde la cordialidad, es imposible negociar la política económica del Ayuntamiento", afirma el portavoz de la confluencia. En la coalición valencianista se va más allá. "Consideramos que el fascismo no solo no tiene sentido de Estado, es que tampoco lo tiene de ciudad. El fascismo no puede ser compañero de viaje de ningún partido demócrata", señalan las mismas fuentes.
El PSPV se muestra igual de contundente y enfatiza que "los posicionamientos políticos de Vox son contrarios a derechos y libertades que han costado mucho conseguir, lo cual no permite construir consensos. Sus postulados antifeministas y antiinmigración están en las antípodas de lo que representa el Partido Socialista y sus 140 años de historia, en los que ha conquistado derechos irrenunciables".
Ante esta perspicuidad, Podem y Compromís insisten en su petición al PSPV de sentarse a dialogar. "La comisión de seguimiento del Acord de Fadrell cerró el presupuesto el pasado 13 de enero. Desde esa fecha, estamos esperando a que nos convoquen para cerrar los asuntos relativos a la plantilla y podamos aprobar un presupuesto que es urgente, urgentísimo, este año especialmente", indican desde la coalición valencianista. La confluencia, asimismo, precisa que "todavía quedan documentos de reorganización, de gastos, de personal e inversiones", cuya resolución no quiere de mucho tiempo, teniendo en cuenta que "dos terceras partes" de las cuentas municipales "están cerradas", matiza su representante.
Navarro considera que, tras la tirantez vivida en las últimas semanas, "todos hemos visto que nos acercábamos al precipicio y ninguno quería saltar. Por eso, nos hemos dado la vuelta. Al final, si tenemos discrepancias debemos tener la capacidad de encontrar una posición común, y si no, gestionar la explicación de estas diferencias sin llegar a discusiones o votaciones como las que tuvimos en el pleno de enero". A modo de resumen, el portavoz de Podem cree que "nos hemos dado cuenta que hay que reoxigenar el pacto".
Quizá por ello Marco confía en que a partir del 15 de febrero se produzcan progresos sustanciales respecto a la negociación del presupuesto. "Es un deseo, pero si lo podemos cerrar el lunes, mejor que el martes. Lo que queremos todos es que esté cuanto antes". Y es que desde que a mitad de enero el Fadrell anunciara un preacuerdo, valorado en 190 millones de euros, la falta de noticias ha sido la única novedad.