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la instrucción para elaborar los planes departamentales marca el inicio de la tramitación

El Fadrell 'se pone las pilas' con el presupuesto de 2023 para evitar los retrasos de otros años

4/05/2022 - 

CASTELLÓ. El Acord de Fadrell se ha propuesto no repetir los errores del pasado para aprobar el presupuesto de 2023 incluso antes de finalizar el presente año. La Junta de Gobierno Local ratificará este jueves la instrucción dada desde Alcaldía con vistas a elaborar los planes departamentales de las cuentas municipales. En efecto, se trata del primer paso administrativo al objeto de redactar el proyecto económico.

La orden interna, dirigida a las distintas estructuras que componen las áreas de gobierno, significa que cada concejalía debe confeccionar su documento de necesidades y gastos. Ese diagnóstico previo debe cimentar el posterior debate político de los tres partidos que integran el ejecutivo local (PSPV, Compromís y Podem-EUPV). El objetivo radica en culminar esa discusión interna en julio, como tarde, de manera que a la vuelta de las vacaciones corresponda a los técnicos plasmar el encaje de bolillos en un documento.

Eso sí, para que las cuentas se sometan a votación en un pleno, primero los grupos de la oposición tendrán que analizarlas de cara a poder formalizar sus enmiendas (habitualmente a la totalidad). El proyecto financiero resultante necesitará un periodo de exposición pública antes de entrar en vigor.

El último de la legislatura

El presupuesto de 2023 es especialmente significativo para el Fadrell por tratarse del último de la actual legislatura. En vista de la evolución alcista desde 2020, todo hace indicar que se aproximará o superará los 200 millones de euros. En este sentido, las cuentas municipales de 2022 alcanzan los 197 millones de euros, tres más que el ejercicio anterior (194 millones) y siete más que en el primer curso natural de la coalición de izquierdas (190 millones de euros).

Hasta este año, la aprobación del borrador económico siempre se le había atragantado al Fadrell. En 2020, la crisis originada por la moción de fiestas lastró la negociación. La decisión de Compromís de alinearse con el PP y Ciudadanos provocó una ruptura de los tres socios. Aunque semanas después las relaciones se recondujeron, la falta de sintonía resultó evidente en los siguientes meses. Sin un acuerdo real, la covid-19 acentuó la demora, por lo que el gobierno municipal tuvo que esperar hasta agosto para activar el presupuesto.

Foto: ANTONIO PRADAS

La misma historia se repitió prácticamente en 2021, aunque el conflicto contó con otros protagonistas. El coqueteo del PSPV con Cs, al que buscó para asegurarse una mayoría, enervó a la formación valencianista y a Podem-EUPV. La posibilidad de un entendimiento rápido sobre las cuentas municipales se difuminó con el paso de los días. Además, el ciberataque agravó aún más el retraso. Tanto es así que el proyecto económico se impulsó durante el verano.

Este año, el desarrollo de los acontecimientos ha sido completamente diferente. El tripartito limó sus asperezas en enero, con lo que pudo certificar su proyección financiera de 197 millones de euros en un pleno extraordinario celebrado ese mes. Los tres partidos mostraron su voluntad de afrontar la recta final cohesionados, algo difícil de cumplir a tenor de las recientes disputadas. La última, la reforma de la Pérgola, actuación que enfrenta al Partido Socialista y a Compromís.

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