CASTELLÓ. El PSPV de Castelló abre un periodo de reflexión tras la derrota sufrida en las urnas el pasado domingo. La primera consecuencia de perder el Ayuntamiento supone el adiós de la todavía alcaldesa, Amparo Marco (ahora en funciones), que horas después de conocerse los resultados anunció su decisión de no recoger el acta de concejala el próximo 17 de junio, cuando se constituya la corporación. Otra secuela del golpe electoral afecta directamente a la depuración interna que algunas voces socialistas defienden como necesaria para instaurar una nueva etapa.
Marco se marcha del consistorio pero no lo hace del todo. Se asegura un grupo municipal totalmente afín. Los 9 ediles del Partido Socialista que pasan a la bancada de la oposición forman parte de su cuerda. En realidad, como la totalidad de la candidatura con la que concurrió a los comicios. En la guerra que mantuvo con el secretario general de la agrupación local, Germán Renau, por la lista, la primera munícipe cerró la puerta a la integración y apostó por una relación de nombres consensuada con su núcleo duro. Lo hizo consciente de que al final tanto País como la Ejecutiva Federal decantarían la balanza a su favor.
Ahora, con vistas a la nueva legislatura, todos los regidores del Grupo Municipal Socialista son delfines de Marco, sin que exista nadie cercano a la corriente del citado Renau o de la plataforma. Esa situación, según las mismas fuentes, bloquea cualquier proceso de regeneración, que incluso tenga cierto recorrido en la Ejecutiva Municipal.
Sin la alcaldesa, José Luis López se perfila como el portavoz del PSPV, siendo Patricia Puerta y Jorge Ribes sus principales soportes. La renuncia de Marco implica la entrada como concejal de José Segura, número 10 de la lista. Los demás ediles son: José María Prades (independiente), Anunciación Laínez (independiente), Mary Carmen Ribera, Joaquín Giner (independiente) y Mónica Barabas.
Es posible que se produzcan más movimientos antes de la investidura, ya que algunos de los independientes habrían asumido el compromiso de aceptar el acta si el Acord de Fadrell mantenía el control sobre el equipo de gobierno. En la oposición, existen dudas con varios de los que han salido elegidos en las urnas, por lo que Salvador Hugo (12) y Sofía Camañes (13) podrían tener sus opciones.
En cualquier caso, la composición del Grupo Municipal dificulta un rearme estructural de la agrupación local. Pero no es la única circunstancia que obliga a realizar un ejercicio de contención interna. La convocatoria de elecciones generales por parte del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, este lunes también fuerza a impeler un examen de introspección, sin tomar decisiones en caliente.
Marco da un paso al lado en la política municipal, si bien está por ver qué hará con sus cargos orgánicos dentro del partido. Por ejemplo, si continuará como presidenta de la Ejecutiva Municipal o si seguirá en la Comisión Federal, donde ostenta la secretaría de Emprendimiento e Impacto Social.