CASTELLÓ. Las renovaciones y las bajas no son los únicos frentes que tiene abiertos el Castellón para resolver el futuro de los jugadores que han pertenecido al club la pasada temporada. El conjunto albinegro debe resolver también la situación de los futbolistas que han jugado cedidos en otras entidades y que en principio deben regresar el 1 de julio al contar con contrato en vigor.
Se trata del centrocampista Carles Salvador, el guardameta Pablo García y el delantero Adrián Fuentes. Ninguno de los tres parece contar con opciones reales de integrar la plantilla del Castellón en Segunda División, aunque cada uno tiene sus circunstancias.
El medio ha vivido dos cesiones en el curso 2023/24. La primera en el Atlético Saguntino, de Segunda RFEF, y la siguiente en el Sabadell, de Primera RFEF. En ambos equipos ha sido titularísimo.
Pero una grave lesión sufrida en la penúltima jornada cuando defendía la camiseta arlequinada ha arruinado su final de temporada y la primera mitad de la próxima. Carles, que tiene un año más de contrato, apunta a regresar en enero, por lo que el Castellón no podrá contar con él durante medio curso. Tampoco podrá venderlo ni cederlo al menos hasta el mercado de invierno.
Pablo García también ha sido prestado por partida doble. Sus destinos han sido el Tudelano y el Torrent, ambos de Segunda RFEF. En ninguno de los dos ha tenido mucho protagonismo, totalizando 11 participaciones en Liga y dos en Copa del Rey. Su futuro parece alejado de Castalia, aunque por contrato –le queda un año de relación- sigue perteneciendo al Castellón a la espera de lo que decida el club.
El tercer cedido que regresa es Adrián Fuentes, en su día gran apuesta de la entidad albinegra para reforzar el ataque en el mercado de invierno 2022/23. En la media temporada que estuvo a las órdenes de Albert Rudé fue suplente habitual y no marcó ningún gol. El Castellón lo cedió al Lugo para la siguiente campaña y sus números no han sido mejores: solo ocho titularidades en Liga con cero goles anotados en sus 25 presencias en el terreno de juego. En Copa del Rey ha jugado tres partidos más, marcando un tanto.
Estos números no parecen ser su mejor aliado para un regreso a la capital de la Plana y en una categoría superior. Le quedan dos años de contrato.