CASTELLÓ. El sector citrícola español, en su conjunto, pide a la Unión Europea que cierre las puertas a la naranja sudafricana si los exportadores de este país envían más de cinco partidas contaminadas con la plaga de la mancha negra... algo que ya incumplen todos los años. La interprofesional Intercitrus se postula de esta manera justo antes de que este jueves Bruselas comience a analizar, a instancias de la autoridad sanitaria europea, qué medidas adopta para salvaguardar el territorio comunitario de este hongo y de la falsa polilla, que llegan de forma masiva en los barcos procedentes de Sudáfrica.
No en vano, este país es el principal emisor de problemas fitosanitarios hasta el Viejo Continente. Lo es en términos globales y también en concreto para estas dos plagas, que la propia UE considera "prioritarias". Así, en lo que va de año, Sudáfrica acumula 42 partidas rechazadas por estos problemas, 25 por mancha negra (Phyllosticta citricarpa) y 15 por la falsa polilla (Thaumatotibia leucotreta), denuncia Intercitrus. El país sudafricano triplica las interceptaciones del siguiente en cuanto a mancha negra, ya que Zimbabue -donde cultivan también los empresarios sudafricanos- acumula 7 partidas infectadas.
Para evitar que las autoridades fitosanitarias europeas le impongan un cierre total de los envíos durante un tiempo concreto, Sudáfrica ha venido suspendiendo sus envíos en casi todos los últimos años. Desde 2013, el único año en que no lo hizo fue en 2019. Pero esta es una medida "simbólica", parcial y no efectiva, ya que la ha adoptado cuando ha finalizado prácticamente su campaña de exportación, denuncian desde Intercitrus. Con ello los exportadores sudafricanos maquillan su actividad, que por otra parte la UE tampoco vigila de forma rigurosa. Y es que Bruselas no tiene un límite concreto de partidas infectadas para prohibir la llegada de fruta desde cualquier país tercero.
De ahí que el sector estatal solicite, además, que la Dirección General de Salud y Seguridad Alimentaria europea imponga a Sudáfrica el tratamiento en frío para el viaje de la fruta en barco, tal y como ya aplica este país en sus envíos a Estados Unidos, China, Japón, India, Korea o Australia. Esta exigencia se une a la que el Gobierno español ya ha trasladado a tres comisarios europeos acerca de la necesidad de adoptar esta medida para evitar la importación de la falsa polilla.
Y es que, según denuncia la interprofesional citrícola española, los productores sudafricanos optan por tratamientos baratos para luchar contra la mancha negra, en lugar de los fungicidas "más adecuados", tal y como exige el protocolo de exportación con Europa. Así, el informe realizado por la EFSA (la autoridad sanitaria comunitaria, en sus siglas en inglés) recoge cómo, tras comparar las parcelas tratadas con aquellas en donde no se aplicaron tratamientos contra este hongo, hay diferencias evidentes entre quienes optaron por compuestos con base de cobre -más baratos- y los que aplicaron estrobilurinas, la sustancia activa más cara. Este es el mismo informe que señala que el protocolo aplicado por los exportadores de la Citrus Growers' Association no es efectivo y que este jueves y viernes estudiará el Comité permanente fitosanitario de la UE (Scopaff).
Esto lleva a Intercitrus a afirmar que Sudáfrica incumple la propia legislación que se comprometió a aplicar en el convenio con la Comisión Europea solo para reducir sus costes en los tratamientos fitosanitarios. Y todo ello mientras los gastos aumentan en España, en gran parte debido a la incidencia de plagas llegadas de Sudáfrica, como el cotonet.