VALÈNCIA. Hablar con Ignacio González, socio director de la firma valenciana AVD Consultores, es hacerlo con una especie de trotamundos. De hecho, nada más acabar esta entrevista salía disparado hacia el aeropuerto para viajar a Reino Unido; mientras que dentro de un par de semanas cruzará el charco.
Este consultor valenciano, que cuenta con una dilatada trayectoria profesional, habló con este diario de diversos aspectos que tan bien conoce como la internacionalización, relaciones comerciales, startups, M&A... No en vano sus artículos de opinión en Valencia Plaza versan sobre esas materias. A continuación la charla mantenida:
-En primer lugar, ¿de qué salud goza actualmente AVD Consultores?
-Gracias a Dios no puedo quejarme. Siempre he trabajado de manera muy prudente y realista, sobre todo en la parte internacional donde la experiencia es fundamental. Las empresas entienden que en muchos casos necesitan ayuda externa, tanto en procesos ya maduros como en fases muy iniciales. Las relaciones económicas, inversiones, transacciones, comercio internacional... son muy dinámicas y cambiantes y cada vez lo van a ser más. No hay fórmulas ni modelos porque cada país es distinto a lo que hay que añadir en estos tiempos muchos riesgos geopolíticos repartidos por todo el mundo, que pueden explotar en cualquier momento. Esto es algo que hay que saber planificar muy bien y aprender a vivir con ello.
-¿A qué achaca que de un tiempo a esta parte sean cada vez más los empresarios de la Comunitat Valenciana en crear sociedades de capital riesgo?
-Es un vehículo muy adecuado para gestionar y diversificar patrimonios. En los últimos años hemos visto bastantes ventas y operaciones corporativas de empresas valencianas que han generado mucho capital. Esto ha provocado que muchos family office sigan buscando oportunidades de inversión en distintos sectores. En general creo que es bueno y dinamiza y diversifica mucho la inversión a la vez que ayuda al emprendimiento.
-¿Le ve recorrido al sector M&A en la Comunitat donde en los últimos años no han sido pocas las transacciones realizadas en diferentes sectores?
-Tiene mucho que ver con la pregunta anterior. Además, el cambio de modelo de la gran distribución alimentaria ha generado muchas operaciones corporativas especialmente en dicho sector, que tradicionalmente no era muy dado a estas operaciones y ha tenido una sobrevaloración que ya se está frenando pero aún así veo recorrido al M&A en Valencia. Siempre dentro de nuestra capacidad y volumen y con operaciones de tamaño moderado; pero, sin duda, goza de buena salud y hay grandísimos profesionales en nuestra ciudad.
-¿En qué sectores ve más oportunidades de inversión?
-Ya sabes que yo siempre barro para casa (sonríe) y sigo viendo el agroalimentario como el más interesante. Tenemos muchas empresas en todas las partes de la cadena de valor, tenemos muchísimo conocimiento, una gran capacidad de generar innovación de vanguardia y -junto al sector azulejero- un posicionamiento y visión internacional preferente. Sin duda, el sector agroalimentario sería mi preferencia, tanto en la parte agro como en producto elaborado incluso en startups y emprendimientos.
"Que el número de startups innovadoras disminuya y el ticket medio de inversión sea más alto me parece una buena noticia y un síntoma de madurez"
-Hablando de startups, ¿siguen en pleno 'resacón' en la Comunitat Valenciana como escribió en este diario a principios de este año?
-Creo que el 'resacón' está trayendo ya un obvio reordenamiento del entorno emprendedor. Estamos viendo como el dinero ya no llega tan rápido, los inversores sufren una especia de 'efecto cansancio' y como muchas de las empresas en fases de eterna latencia van desapareciendo. Los hubs e incubadoras van teniendo criterios de selección más estrictos y deberán tender a una cierta especialización. Que el número de startups innovadoras disminuya y el ticket medio de inversión sea más alto me parece una buena noticia y un síntoma de madurez. Me parece especialmente interesante la nueva incubadora especializada llamada 'Solo' en agroalimentación que ha creado la Universitat de Valencia (AgrotecUV). Se trata de una apuesta sectorial con un soporte científico y de equipamientos realmente único en España.
-Como buen conocedor de la geopolítica en sus habituales viajes fuera de nuestras fronteras, ¿atisba un final cercano en la guerra Rusia-Ucrania?
-Es difícil saberlo, pero aparentemente esto no tiene pinta de que vaya a acabar pronto. El principal problema es que el final de la guerra no acabará con los verdaderos problemas entre Ucrania y Rusia porque el problema es mucho más profundo desde un punto de vista social y económico. Ucrania depende económicamente de Rusia y, además, cuenta con al menos siete provincias de mayoría prorrusa. Por lo tanto, esto no va solo de que acabe el conflicto bélico sino de replantear la relación de Ucrania con Rusia y con los países de la OTAN; como también de replantear el mapa de la seguridad de la región. Ucrania no puede entrar en la OTAN porque le supondría una dependencia total de Occidente en un enclave geopolítico y cultural imposible. Es un mosaico complejo donde si en Rusia hubiera otro perfil de Gobierno y gobernante no hubiéramos llegado a este punto.
-¿Atisba una recuperación del comercio internacional?
-La atisbo pero lenta y sostenida. Europa tiene una inflación muy alta y un altísimo coste de energía. Por su parte, Estados Unidos está en constante endurecimiento de su política monetaria; mientras China aun con restricciones postCovid y una demanda interna baja. A todo ello hay que sumar riesgos geopolíticos en casi todas las regiones del mundo, lo que nos da un cocktail cuasi explosivo para el comercio internacional. En la medida que asumamos esta nueva situación y la entendamos como algo ya no coyuntural sino más bien estructural aprenderemos a trabajar en esta nueva realidad. No creo que hasta la segunda parte del 2024 tengamos una recuperación del comercio internacional a niveles precovid.
-Hablando de relaciones comerciales, ¿qué receta aplicaría para que España -cuyas exportaciones son claves en el peso del PIB- tuviera redes comerciales sólidas, grandes y duraderas más allá de sus tradicionales socios europeos?
-No hay recetas para el comercio internacional o las relaciones comerciales porque cada país es distinto y tiene sus barreras. Lo importante es saber lo preparada que está la empresa para poder salvar esas barreras y cómo conocer bien esos requisitos antes de empezar a invertir tiempo y dinero en el país de destino. Las empresas españolas en general concentran mucho sus exportaciones en nuestros socios tradicionales y cercanos donde Francia, Alemania, Italia, Portugal, Reino Unido concentran entorno el 60% de nuestras exportaciones. La Unión Europea (UE) nos permite un marco regulatorio y arancelario mucho más sencillo aunque nos limita y concentra mucho. Es una estrategia que puede tener retornos a más corto plazo que las exportaciones overseas, pero es un mercado pequeño y muy competitivo. El reto son los mercados más lejanos y mucho más grandes como Asia, Estados Unidos, América Latina... Las cadenas de distribución son más lejanas y complejas, pero son sólidas y fluidas.
"Tenemos que aprender a vivir con estos riesgos geopolíticos de manera permanente y saber adaptarnos a ellos porque van a ser constantes"
-¿Cuáles son los principales problemas que se encuentran las empresas españolas a la hora de entrar en estos u otros nuevos mercados?
-Hay algunos problemas que son propios de cada país y otros que son inherentes a cada empresa. A nivel geopolítico, casi todas las regiones tienen algún polo de conflicto o de posible inestabilidad. En Asia, la situación en Taiwán o Corea del Norte es complicada; en Europa tenemos la guerra de Ucrania; África está en plena explosión de guerras civiles; en América Latina la inestabilidad de los gobiernos es constante; e incluso Estados Unidos -con unas elecciones en un año y la posible vuelta de Trump- genera muchas incertidumbres. Tenemos que aprender a vivir con estos riesgos geopolíticos de manera permanente y saber adaptarnos a ellos porque van a ser constantes.
-¿Cuáles son las principales áreas geográficas que podemos considerar como más atractivas de manera más inmediata?, ¿sigue siendo Asia el lugar donde mirar
-Evidentemente a nivel consumo, Asia y Estados Unidos son los grandes focos donde mirar. Especialmente en Asia hay otros mercados más allá de China que tiene ofrecen grandes oportunidades y las barreras son mucho las sencillas de sortear. No estoy descubriendo nada nuevo, pero si tuviera que focalizarme en un mercado o mercados el sudeste asiático -desde Corea del Sur hasta Indonesia- ofrecen en estos momentos un sinfín de oportunidades para explorar y doy fe que muchísimas empresas españolas están cada vez más presentes en estos mercados.
-Pero, ¿cómo se puede estar preparado para estas potenciales situaciones de riesgo?
-Desde luego que no hay fórmulas magistrales ni estrategias perfectas. Hay que diversificar en mercados y analizar bien tanto las barreras de entrada como las de salida, así como las inversiones en cada país. Habrá siempre algunos mercados con situaciones más complejas y otros más estables, pero en muchas ocasiones la inestabilidad -o los conflictos politicos- no impide las relaciones comerciales. El ejemplo más claro es América Latina, una región donde muchos de sus países viven en continua inestabilidad política y de agitación social. Sin embargo, estas situaciones afectan muy poco a sus relaciones comerciales. Digamos que sus economías tienen una inercia que está por encima de la situación política. Por ejemplo, si miramos los datos de importaciones y exportaciones de Perú -que ha cambiado de presidente seis veces en tres años- han seguido una trayectoria ascendente, incluso las inversiones extranjeras en el país han crecido de manera muy relevante.
-¿Cree que afecta la situación política nacional a las empresas españolas a la hora de posicionarse en otros mercados?
-Sin duda, la situación política en nuestro país no es la mejor, pero es cierto que el impacto y el nivel de intensidad de esa situación se percibe mucho menos fuera de nuestras fronteras. En general, España goza de una buena imagen de país en el exterior y a la hora de trabajar en otros mercados la situación política española no afecta tanto. Sí creo que afecta más a la hora de atraer inversiones a España porque estamos poniendo en riesgo la credibilidad de nuestras instituciones y, sobre todo, nuestra seguridad jurídica. Esto sí me parece un problema grave.
"Es poco previsible que China invada o ataque Taiwán porque sabe que eso sería enfrentarse a Estados Unidos"
-Por último, ¿qué impacto tendría la invasión de China en Taiwán donde se concentran las mayores empresas de semiconductores del mundo? ¿Ve a China invadiéndola?
-El problema de Taiwán no es nuevo porque lleva coleando desde hace siete décadas dependiendo del partido en el poder con más o menos tensiones con China. Sin embargo, y como pasa en muchos países de Latinoamérica, Taiwán ha aprendido a vivir con esa tensión. Es poco previsible que China invada o ataque Taiwán porque sabe que eso sería enfrentarse a Estados Unidos... pero hoy por hoy nada es descartable. Taiwán es una isla autogobernada sin reconocimiento oficial. Lo curioso es que EE UU a pesar de tener un ambiguo acuerdo de protección con la isla, no la ha reconocido como país ni mantiene oficialmente relaciones diplomáticas.
-Y hablamos de un país que tiene a una empresa como TSMC como el mayor fabricante de semiconductores del planeta...
-El hecho de que TSMC fabrique el 60% de los semiconductores del mundo -y el 90% de los de pequeño tamaño- hace que esta isla cobre una relevancia especial para los intereses tanto chinos como globales; pero el coste económico y político y las dudosas opciones de éxito que podría tener un potencial invasión china en Taiwán -unido al mal ejemplo que China está teniendo en Hong Kong- hacen que esto sea algo que no esté en la agenda china en el corto plazo.
Ni de lejos se ha llegado al objetivo de inversión en Defensa del 2% del PIB de cada país miembro de la OTAN, tal y como explica el analista