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Industrias Dolz acusó el frenazo económico el año de su venta pero mantuvo 4 millones de beneficios

5/01/2024 - 

CASTELLÓ. El frenazo económico general ya ha empezado a dejar sus efectos en las cuentas de algunas compañías, que si bien no ven una contracción notable, sí experimentan dificultades para continuar con la senda de crecimiento de años anteriores. Es el caso de Industrias Dolz, la compañía almassorense proveedora especialmente de la industria del automóvil, que durante 2022 -cuando se produjo su venta al grupo canadiense Litens Automotive- registró unos resultados muy similares a los del año anterior a causa precisamente del contexto económico.

La firma radicada en Almassora, una de las referentes en el mundo en cuanto a la fabricación de bombas de agua y de kits de repuesto para automóviles, cerró 2022 con una facturación de más de 52,6 millones de euros, un 1,7% por debajo de lo conseguido el año anterior, más de 53,5 millones de euros. Entonces, la compañía alcanzó el cénit de ventas "batiendo récords históricos", en palabras de su director, Jesús Dolz. 

En ese sentido, la merma de 2022 supone la estabilización de los ingresos de explotación de la firma, motivado según reza el balance anual de la fabricante "por la ralentización global de la economía mundial". Y todo ello, en un contexto de crisis inflacionaria: "La invasión de Ucrania por parte de Rusia está provocando, entre otros efectos, un incremento del precio de determinadas materias primas y del coste de la energía, así como la activación de sanciones, embargos y restricciones hacia Rusia que afectan a la economía en general", subraya el informe de gestión de la firma, cuya matriz -Global Automotive Parts- cuenta con plantas en Almassora, China y Argentina y vende sus productos en más de 70 países.

Un millón menos en beneficios

En ese sentido, los beneficios también se han visto afectados por todo ello. Concretamente, la empresa almassorense obtuvo un resultado final de casi 4 millones de euros frente a los casi 5 millones del año anterior. Merma en la que la caída de la facturación ha sido uno de los motivos fundamentales y pese a la cual la firma sigue ganando bastante más que en la época de pre-pandemia, cuando cerró 2019 con 3,4 millones de ganancias.

En cuanto a la distribución de sus ventas, resalta que los clientes de fuera de la Unión Europea y del territorio nacional ganaron peso en la facturación de la empresa frente a los compradores comunitarios, aunque estos siguen suponiendo la mayoría de los ingresos de Industrias Dolz, con el 55% del total (el año anterior, suponían casi el 60%). El mercado nacional sube dos puntos hasta el 13% y el extracomunitario, otros dos puntos hasta el 32%. 

El nivel de la plantilla se mantuvo estable con 205 trabajadores de media. Y la compañía ha conseguido reducir sus niveles de endeudamiento, de 17,7 millones de euros de pasivo en 2021 a 16,8 millones, tal como refleja el balance, si bien es cierto que al cierre de 2022, la mayor parte de la deuda se tenía que devolver en el plazo menor de un año.

En esta situación, Industrias Dolz cerró su primer ejercicio tras haber cambiado de manos. Precisamente durante 2022 se materializó la operación por la que el fondo inversor español Realza Capital vendió la compañía al canadiense Litens Automotive Group. Un acuerdo del que no se llegó a conocer el montante -si bien fuentes del mercado apuntaban a unos 100 millones de euros-.

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