CASTELLÓ. La firma castellonense BDMed ha iniciado un proceso de reestructuración de su negocio. Un proceso iniciado el pasado otoño y que ha obligado a la compañía de gasolineras low cost a emprender la renegociación de sus deudas con entidades bancarias y acreedores para poder continuar con su estrategia de diversificación y expansión que ha seguido en los últimos años, lastrado ahora por el pasivo acumulado y el restablecimiento de los precios de los hidrocarburos en el último ejercicio.
La empresa venta de carburantes, original del municipio de Onda, está negociando un plazo de carencia de su pasivo para poder hacerle frente, tal como desveló este lunes El Economista y ha podido confirmar este diario. Diversas entidades bancarias y otras entidades de financiación se encuentran entre los acreedores de la firma, que ya anunció hace menos de un año la venta gasolineras para obtener liquidez.
En aquella operación, que ascendió a 22 millones de euros, BDMed se deshizo de ocho estaciones de servicio y tiendas de conveniencia situadas en la Comunitat Valenciana, Andalucía y Cataluña al fondo francés Serris REIM. Y lo hizo bajo la fórmula del 'sale and leaseback': vendió los activos pero permanece operando en los inmuebles mediante su alquiler por un periodo de 15 años, lo cual le permitió obtener circulante para sus operaciones más inmediatas.
Lo cierto es que, aunque la firma cerró un 2022 con una facturación récord de 110 millones de euros por el alza del precio de los carburantes y mejoró sus beneficios hasta los 2,4 millones de euros, la situación financiera al acabar ese año reflejaba unas deudas a corto plazo -a pagar en menos de un año- ascendían a 44,6 millones de euros tras crecer durante ese ejercicio cerca de un 43%.
Más de la mitad del pasivo -26,1 millones- correspondía a bancos y otras deudas financieras, y el resto -18,4 millones-, a proveedores fundamentalmente, pero también a administraciones públicas y personal. De hecho, esta última se incrementó, según la firma, por "la expansión de la actividad y el incremento de plantilla". Precisamente la necesidad de reestructurar la deuda se ha recibido con sorpresa, dada la expansión del negocio y sus planes de diversificación hasta la fecha.
Al cierre de las cuentas de 2022, su red de gasolineras incluía 21 estaciones de servicio operativas ubicadas en las provincias de Castellón, Valencia, Alicante, Jaén, Granada, Almería y Madrid. Además de tener otras 6 en tramitación y acondicionamiento para su puesta en funcionamiento en el próximo ejercicio y disponer de un centro de distribución de combustibles. Y el año pasado anunció la apertura de nuevas estaciones de servicio como en Dos Hermanas, Sevilla, en un punto neurálgico de la capital, Mercamadrid; así como en Paterna (Valencia) o San Isidro (Alicante).
Asimismo, la empresa tenía planes de crecimiento y esperaba continuar con "nuevas inversiones focalizadas en las zonas logísticas importantes" como los ejes de la A-3, A-4 y A-7, así como "puntos estratégicos como la zona de La Junquera". Y preveía cerrar el año 2023 con una facturación todavía mayor que en 2022, alcanzando así los 120 millones de euros. Sin embargo, la vuelta a cierta normalidad de los precios del petróleo durante el año pasado podrían haber dificultado este objetivo.
Pero una de las líneas en las que se proyectaba BDMed era en la diversificación de su negocio. De hecho, en sus últimas cuentas subrayaba que estaba "invirtiendo en el desarrollo de instalaciones de energía fotovoltaica, apostando fuerte por las fuentes renovables y la sostenibilidad a largo plazo". La idea de la compañía es centrarse en la energía solar de autoconsumo y pretendía realizar "una importante inversión" durante 2023 para afianzar ese cambio. La venta de gas natural también es otra de las actividades de la firma. En 2022 inició el suministro de gas natural vehicular en las estaciones de Mercamadrid, en Madrid y Apeadero de Betxí, en Castellón.