La cruz de Ribalta y Plan General: la pretensión del Fadrell va por delante de la realidad administrativa

CASTELLÓ. La pretensión del Ayuntamiento de Castelló con el Plan General y la Cruz de los Caídos va por delante de la realidad administrativa y jurídica. A pesar de que a estas alturas el Acord de Fadrell confiaba en haber encarrilado ambos proyectos, lo cierto es que la burocracia ha frenado en seco las previsiones más optimistas.

Ante la indefinición de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica y del Tribunal Superior de Justicia de la Comunitat Valenciana (TSJCV), habiendo incumplido los plazos legales sobre la evaluación ambiental (en el primer caso) y la resolución al recurso de la suspensión cautelar (en el segundo), aventurar nuevas fechas sobre posibles novedades resulta harto complicado.

Lo que parece improbable es que en estas semanas, antes de acabar 2019, se produzcan avances en un sentido o en otro. Aunque la demora de la declaración de impacto medioambiental respecto al Plan Estructural se pudiera interpretar como "algo normal en este momento de la tramitación", según defendió el concejal de Urbanismo, Rafa Simó, no ocurre lo mismo con la apelación del Fadrell sobre la cruz.

Decreto de ejecución

La concejala de Cultura, Verònica Ruiz, se había incluso marcado como objetivo haber firmado el decreto de ejecución antes de las elecciones del 26A, ya que el litigio abierto con la Asociación Abogados Cristianos imposibilitaba licitar las obras en verano.

Sin embargo, la hoja de ruta marcada por la edil sufrió un inesperado giro cuando se hizo público el fallo del Juzgado de lo Contencioso-Administrativo número 1 de Castelló, decretando medidas cautelarísimas a propósito del derribo de la cruz. El Ayuntamiento se vio abocado a interponer el mentado recurso ante el TSJCV, con el consiguiente incumplimiento del compromiso recogido en el Pacte del Grau y que ahora forma parte de los 247 puntos del Acord de Fadrell.

Desde la presentación de la apelación en junio, el calendario ha ido avanzando irremisiblemente, sin que se atisbe en el horizonte ninguna solución.