CASTELLÓ. Esquerra Unida ha optado por el silencio tras las dimisiones anunciadas este martes en el seno de la agrupación de Castelló, cuya dirección abandonan la coordinadora local, Pastora de Florencio, y el resto de miembros del Consell Polític - Jordi Pilar, Bernat Palomares, Manolo Falcó, Aitana Huedo y Maravillas Ribes-.
Las discrepancias entre la ejecutiva autonómica y el colectivo de Castelló son públicas desde hace meses. La agrupación local ha elevado varias quejas al Síndic de Greuges del partido: la última, a propósito de la confluencia electoral del colectivo del Grau con Podem y Castelló en Moviment. La gota que colmó el vaso fue que València respaldara la alianza electoral dejando al margen a la formación de De Florencio, un gesto que desde la agrupación han calificado de "ninguneo y abandono" y que, aseguran, incumple los estatutos.
Además, fuentes de la agrupación argumentan que la dirección autonómica les "ha prohibido negociar con cualquier partido", por lo que no podrá presentarse a las municipales en coalición con ninguna otra fuerza, tal y como pretendían. Ante esta situación, los máximos responsables de la agrupación han decidido dimitir en bloque, tal y como han anunciado este martes vía Twitter.
Desde la dirección autonómica, eluden pronunciarse al respecto y tan solo señalan que aún no han recibido comunicación oficial de la renuncia. Con la agrupación descabezada, el colectivo local queda ahora en un limbo a la espera de que València tome cartas en el asunto.