CASTELLO (EP). La Unió Llauradora ha denunciado que la planta fotovoltaica que se proyecta en la Plana Baixa, promovida por Arada Solar que es filial de la multinacional noruega de renovables Statkraft, "destrozará" 570 parcelas agrícolas de suelo útil de regadío y con gran valor agroecológico.
Ante el impacto "evidente", La Unió ha mostrado su oposición "ante la grave pérdida de superficie agraria y el daño que se le provoca a unos agricultores que han hecho junto a las Administraciones una importante inversión en sus campos, también con modernización de regadíos, y que ahora verán como ese esfuerzo queda en entredicho".
En caso de llevarse a cabo este proyecto, la asociación agraria considera que se perdería una importante zona de cultivo agrícola y, en consecuencia, se verían afectadas en gran medida las entidades de riego que suministran el agua a la zona planteada y, "dada la gran extensión en la que se pretende actuar, puede llegar a provocar la inviabilidad de la actividad que desarrollan y su desaparición como colectivo de riego".
La instalación fotovoltaica Arada Solar prevé la ocupación de 280 hectáreas en total (un 14% menos de las previstas inicialmente), de las que el 27,5% (77 hectáreas) se destinarán a la colocación de paneles solares. Según el proyecto presentado, los casi 339.000 módulos fotovoltaicos se ubicarán en la Vall d’Uixó, Xilxes, Moncofa. Además de ellos, también están afectados los municipios de Nules, Burriana, Les Alqueries, Vila-real y Betxí.
El proyecto recibió en verano la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) favorable por parte del Ministerio de Transición Ecológica. Un estadio administrativo tras el cual la compañía recibió la autorización administrativa previa, que se publicó el pasado mes de diciembre. Tras estos pasos, a la iniciativa le queda la obtención, también de parte del Ministerio, de la autorización administrativa de construcción, y más tarde de las licencias de obra, que corresponden a los ayuntamientos. En diciembre, la compañía recibió el visto bueno de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) para seguir tramitando el proyecto fotovoltaico, como publicó Castellón Plaza.
Precios
Los precios que ofertan los promotores a los propietarios de los terrenos varían si es en propiedad o en arrendamiento. En el primero de los casos se ofrecen 2.500 euros/hanegada que aumentan hasta los 2.800 si se trata de cítricos, y para el segundo se da una renta anual de 150 euros/hanegada que sube hasta 650 euros para cítricos y una prima a la firma de 200 euros/ha.
Son precios, según la Unió Llauradora, que se sitúan por debajo de lo que viene marcando como justiprecio el Jurado Provincial de Expropiaciones de Castellón en los últimos procesos expropiatorios de tierras de cultivo por la zona, ya que prácticamente triplican los de Arada Solar. "Un agricultor con ese dinero que le ofrecen es complicado que pueda comprar otro terreno cerca y acometer las inversiones necesarias para llevar a cabo un nuevo proyecto agrario", ha explicado.
En cuanto al precio del arrendamiento o venta de los terrenos, Statkraft considera que las condiciones son "muy favorables teniendo en cuenta que se trata de suelo no urbanizable". En este sentido, destaca que el uso renovable no cambia la clasificación del suelo y que cuando finalice la vida útil de la planta (30/40 años), se procede a su desmantelamiento y se devuelve el terreno a su estado original. "Las plantas fotovoltaicas no sellan el suelo, por lo que se preservan sus valores agrológicos", subraya la compañía.
Asimismo, apunta que más allá de todo esto, el acuífero de la zona está salinizado, "lo que ha reducido la productividad agrícola de estos terrenos en los últimos años". Y recuerda que el proyecto fotovoltaico comprende medidas de compensación agrícola como compatibilizar el uso agrícola del suelo bajo y entre los paneles fotovoltaicos, preservar la biodiversidad o compensar el 25% de la superficie utilizada adquiriendo o arrendando parcelas de cultivo en la zona para promover cultivos tradicionales, que se acordarán con las cooperativas, con el objetivo de desarrollar explotaciones más sostenibles y profesionalizadas.
"La Unió está a favor de las energías renovables, pero implantadas de una forma racional, sostenible, aprovechando zonas no productivas, polígonos, entre otros", señala en el comunicado. Ha insistido una vez más en que se priorice el autoconsumo energético "en lugar de construir grandes plantas fotovoltaicas que destrozan el territorio rural y que ponen en peligro una importante superficie de terrenos agrícolas en plena producción, además de aniquilar la forma de vida de las personas que tienen su proyecto vital en estas zonas".
La organización apuesta por potenciar el autoconsumo en los tejados de las zonas urbanas, en los polígonos industriales, en zonas degradadas y en infraestructuras o edificios de propiedad pública en las zonas demandantes de energía "para no destruir el territorio rural".
La concentración de instalaciones fotovoltaicas en grandes plantas concentradas en suelo agrícola o forestal es una "clara agresión" al mundo rural, según la organización agraria.
"Nos quieren imponer grandes proyectos fotovoltaicos sin ningún tipo de racionalidad cuando habría que acercar la producción energética a las grandes áreas urbanas e industriales de consumo, con el objetivo de evitar las pérdidas y el impacto del transporte de la energía a grandes distancias a través de las vías de evacuación que también afectan durante kilómetros a zonas de actividades rurales de interés", ha asegurado Carles Peris, secretario general de La Unió.