CASTELLÓ. El sector azulejero vive este 2020 montado en una auténtica montaña rusa de sensaciones. A tenor de los últimos indicadores, ahora se encuentra en un buen momento. De hecho, según el último Informe de Comercio Exterior del Ministerio de Industria, Comercio y Turismo, en julio las ventas de productos cerámicos en el extranjero aumentaron un 14% respecto al mismo periodo del ejercicio anterior.
Con ello, ya son dos meses consecutivos con cifras positivas (y parecidas, porque junio cerró con un incremento del 13,7%), que han roto, de forma rotunda, los catastróficos registros de abril y mayo, cuando las ventas en el exterior cayeron un 38,8 y un 35,5%, respectivamente.
De hecho, el valor económico de los azulejos y baldosas españolas exportados en julio, que asciende a prácticamente 300 millones de euros (siempre según el Icex) es el mejor del año... y de los cinco anteriores. Desde enero de 2015 ninguno de los 66 meses precedentes a este julio pasado ha alcanzado una cifra de ventas en el exterior tan alta.
Pero esto no evita, a estas alturas del año, otros movimientos inusitados en la montaña rusa en que se ha instalado la industria azulejera en este 2020. Y es que las diferencias entre los mercados son desmesuradas. Evidentemente marcadas por la incidencia del coronavirus (y por otros factores, como la obtención de la marca de calidad en Arabia Saudí, por ejemplo), las áreas de destino del producto castellonense muestran variaciones notables.
Así, los dos principales destinos europeos, Francia y Reino Unido, caen de forma destacada, como también Italia. En cambio, Alemania crece un 13%. En la línea alcista destacan especialmente los países del Golfo Pérsico, como Arabia Saudí (+37,7%) y Emiratos Árabes (+45,4%), mientras Estados Unidos mantiene, y mejora, sus buenas cifras del último año y medio. Entre quienes no aparecen en el top ten, la caída de Rusia (-23%) y el alza de Bélgica y Países Bajos (del 6 y el 7,7%, respectivamente), destacan por sus volúmenes, de más de 30 millones de euros.
Con ello, el descenso acumulado del año se ha reducido hasta quedar por debajo del 6%, con unas ventas en el exterior de más de 1.625 millones de euros entre enero y julio. Así las cosas, a falta de la evolución de los últimos meses del año, el sector se ha situado en la mejor previsión para el cierre de 2020 que hasta ahora manejaba la patronal Ascer.
Peor era en julio la situación de la industria hermana del azulejo, la de fritas, esmaltes y colorificios cerámicos. Con 70 millones, la exportación de estos productos cayó en el séptimo mes del año casi un 14%, según el Informe de Comercio Exterior de la Comunitat Valenciana. Esto llevó a que la facturación de este sector clave en la economía castellonense cayera un 9,9%, algo que se ha visto mejorado en agosto hasta registrar un aumento del 6,8% en su cifra de negocio, según informó la semana pasada la patronal Anffecc.
Con todo ello, la exportación de productos castellonenses cayó un 8% en julio, cuando sumó 614,5 millones. Y en lo que va de año las ventas en el extranjero son de 4.167,5 millones, lo que acarrea una caída del 11,4%.