La negociación política sobre el presupuesto de Castelló acelera: el Fadrell prevé cerrarla este mes

CASTELLÓ. Los tres socios que integran el Acord de Fadrell en el Ayuntamiento de Castelló (PSPV, Compromís y Podem-EUPV) se muestran moderadamente optimistas para aprobar su último presupuesto de la legislatura antes de concluir el año. La negociación política iniciada en junio para consensuar las cuentas municipales ha experimentado un acelerón en las últimas semanas. Aunque de puertas hacia afuera los grupos eluden hablar de plazos, internamente se marca como objetivo cerrar el debate durante este mes.

Una vez que cada concejalía presentó sus planes departamentales antes del parón parlamentario de agosto, ahora se trabaja en ajustar el desfase entre los ingresos y los gastos. El tripartito aspira a aprobar unas cuentas expansivas, pero las limitaciones económicas por las entradas vía recaudación y transferencias de capital obligan a hacer un ejercicio de equilibrismo.

Políticas sociales y transición energética

Al tratarse del último proyecto económico del mandato, existe un especial interés por impeler las políticas sociales y las inversiones centradas en la transición energética. Asimismo, hay coincidencia entre los miembros del Fadrell sobre la necesidad de mantener intactos los servicios, siempre en un contexto de inflación y de crisis por el incremento de las materias primas. Esto se traduce en que, para garantizar los nuevos contratos, el desembolso debe ser ostensiblemente mayor, aplicando el correspondiente incremento porcentual.

En este sentido, el Ayuntamiento ha visto cómo en los postreros meses algunas licitaciones han quedado desiertas. Las mercantiles no han considerado lo suficientemente atractivos los contratos por entender que los presupuestos estaban por debajo del mercado. Valga como ejemplo el quiosco de la plaza Geólogo José Royo Gómez, que se sacó a concurso en junio por 161.057,84 euros (excluidos los impuestos), sin recibir ni una sola oferta. A día de hoy, los técnicos siguen trabajando para promover un nuevo concurso público.

Otra cuestión en la que están de acuerdo los tres grupos es en la importancia de las cuentas municipales, que pueden tener una incidencia directa sobre la campaña electoral. Al margen de que permitan culminar los proyectos pendientes desde el inicio del mandato, resulta imperativo que estén aprobadas en diciembre, como tarde, para no tener que prorrogar las de este año.

Un trámite administrativo farragoso

De acuerdo con la tramitación administrativa, el siguiente paso después del debate político será remitir el borrador a los distintos departamentos del consistorio (Intervención o Tesorería) para su redacción. Una vez los documentos del presupuesto de 2023 estén elaborados, la Junta de Gobierno Local los avalará en una sesión ordinaria. Seguidamente, se convocará una comisión plenaria para facilitárselos a la oposición (PP, Cs y Vox), que podrá analizarlos durante cinco días con la finalidad de presentar enmiendas.

Las alegaciones se debatirán en una nueva reunión entre los grupos municipales que componen la corporación. Su aceptación o desestimación se abordará en un pleno. La validación definitiva del presupuesto facilitará la apertura de una exposición pública de 10 días hábiles antes de su entrada en vigor.