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el borrador consolidado con las propuestas departamentales marca el debate político

El reloj corre para el Fadrell: las concejalías tienen que 'allanar' el presupuesto antes del 30 de junio

26/05/2022 - 

CASTELLÓ. El Acord de Fadrell empieza a mirar de reojo el calendario a propósito del presupuesto municipal de 2023, el último del actual mandato. De acuerdo con la hoja de ruta marcada para aprobarlo antes de acabar 2022, apenas queda un mes para que las 15 concejalías del ejecutivo local redacten sus cálculos de ingresos y gastos. Según la instrucción acordada por la Junta de Gobierno el pasado 5 de mayo, a instancias de la alcaldesa, Amparo Marco, el PSPV, Compromís y Podem-EUPV deben presentar sus planes departamentales el 30 de junio, como tarde.

La elaboración de las propuestas resulta esencial con vistas a iniciar el debate político. A partir de la confección de un borrador consolidado, los tres grupos afrontan el encaje de bolillos, que se vislumbra especialmente complejo este año ante la necesidad de incrementar las inversiones. Al tratarse de las postreras cuentas municipales de la legislatura, todas las áreas buscan recuperar los proyectos pendientes de cursos anteriores y que figuran dentro del documento de gobernanza del Fadrell. Y eso significa revisar concienzudamente las previsiones. 

En este contexto, otra dificultad añadida para cuadrar los números corresponde a los contratos de mantenimiento, algunos de los actuales permanecen caducados o están a punto de expirar. Por su importancia para garantizar los servicios básicos, la inclusión de las licitaciones en el presupuesto de 2023 exige ejercicio de equilibrismo contable. Además, el encarecimiento de los precios por la inflación supone un mayor esfuerzo si se pretende contentar a todos los departamentos con un aumento de las partidas.

Europa como tabla de salvación

A esa contrariedad en la confección del proyecto económico se suma la contención fiscal, lo que afecta directamente a la recaudación. La idea del ejecutivo local pasa por mantener su política de moderación con los impuestos, de manera que se siga la línea de los últimos años. Eso significa explorar otros campos de financiación para asegurar ingresos. Al respecto, Europa se atisba como una solución apropiada. No en vano, los requisitos para acogerse a sus convocatorias coindicen con las estrategias urbanas del propio Fadrell, que aboga por un crecimiento sostenible y racional.

Desde 2016, el Ayuntamiento gestiona proyectos valorados en 47,9 millones de euros cofinanciados con fondos europeos. Entre las actuaciones impulsadas aparecen las reformas del Camí La Plana y la Ratlla, la remodelación del parque Panderola, el centro de envejecimiento saludable o las transformaciones de la plaza de la Paz y la avenida Lidón.

Si las concejalías cumplen con ese plazo del 31 de junio, existe el convencimiento de que la discusión política no se alargará más allá de agosto. Al menos, esa es la pretensión para, tras las vacaciones estivales, ceder todo el protagonismo a los técnicos (Intervención, Tesorería, etcétera) con la tramitación administrativa de las cuentas municipales.

El objetivo sigue siendo llevar el presupuesto a pleno entre noviembre y diciembre. De esa forma, el proyecto económico podría entrar en vigor el 1 de enero, algo que hasta ahora se le ha resistido al tripartito. Basta con recordar lo sucedido en los dos primeros años del mandato, en los que el documento definitivo se validó con una demora de siete meses. Las divergencias entre los grupos lastraron la negociación, hasta el punto que la irrupción de imprevistos, como la covid-19 o el ciberataque, condicionaron la aprobación final.

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