CASTELLÓ. La segunda jornada del XVIII Congreso Mundial de Calidad del Azulejo y del Pavimento Cerámico, Qualicer, que se celebra en Castelló, ha debatido sobre las dificultades a las que tiene que hacer frente el sector cerámico en un mercado nunca estable de materias primas. En una mesa redonda con el nombre 'El sector cerámico ante la encrucijada del cambiante mercado de las materias primas' se ha analizado la evolución en los últimos años de los consumos, precios, principales orígenes y expectativas de futuro, así como el modo en el que las empresas se están adaptando a cambios provocados en el mercado de las materias primas causados por conflictos como la guerra en Ucrania y el aumento de los precios. En este marco, la innovación y el fomento del reciclado se alzan como las claves para afrontar las 'crisis' de materias primas.
Miguel J. Galindo, fundador y directivo ejecutivo de Galesk Consultancy SL, ha apuntado al apoyo a la innovación y al fomento del reciclado como los factores clave que van a ayudar a reducir la dependencia de determinadas materias primas. En este sentido, ha apuntado Europa apunta a estas dos líneas en la Ley de Materias Primas Críticas. "Con el apoyo a la I+D y el fomento en el reciclado de productos, se ayudará a reducir la dependencia", ha afirmado.
En este sentido, Galindo ha apuntado que la Comisión Europea lleva años estudiando el riesgo de suministro de materias primas para los diferentes sectores económicos. "Si en 2011 eran 14 las materias primas críticas, la lista ha crecido hasta 34 materias primas en 2023, de las cuales, entre doce y catorce son materias que necesita el sector cerámico", ha destacado. Para Galindo, "cada vez va a ser más difícil importar materias primas que necesita el sector".
Por ello, ha incidido en la importancia de apostar por la innovación y el reciclaje para reducir esa dependencia. Como ejemplo, ha hablado del proyecto del Instituto de Tecnología Cerámica (ITC) para extraer el cobalto de baterías electrónicas para su reutilización para pigmentos cerámicos.
Por su parte, José Ángel Planas Babiloni, director técnico de Iberoclays, se ha referido a la situación que han atravesado las empresas cerámicas ante la imposibilidad de importar arcillas de Ucrania. "Antes de la guerra las empresas españolas importaban unos dos millones de toneladas, tras un periodo de transición, se ha llegado a un periodo de estabilidad, aunque el problema es dar con una arcilla que tenga la misma calidad y precio que tenía la ucraniana", ha indicado.
De hecho, la búsqueda de soluciones al corte de suministro de arcilla debido al conflicto bélico ha centrado otra de las ponencias desarrolladas en la segunda jornada de Qualicer. Enrique Sánchez, del ITC, ha expuesto un estudio que compara diferentes arcillas turcas con la arcilla ucraniana. "Las arcillas ucranianas eran óptimas para el sector por su calidad y su precio", ha explicado. Entre las conclusiones del estudio, Sánchez ha destacado que, tras analizar multitud de factores, "creemos y hemos demostrado que una combinación de esas arcillas podría dar un resultado satisfactorio que podría acercarse la ucraniana".