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Las dificultades para exportar naranja a EEUU atenazan a la terminal frigorífica del puerto

12/08/2019 - 

CASTELLÓ. Las trabas que, cada año más, dificultan la exportación de clementinas castellonenses a los Estados Unidos atenazan la viabilidad económica de la terminal frigorífica del puerto de Castellón, Fricasa. Después de que el año pasado, en una campaña desastrosa (otra más), tan solo se remitiesen unas 8.000 toneladas de cítricos desde PortCastelló al de Filadelfia, los problemas por los que atraviesa la cooperativa Nulexport, el principal operador que envía fruta a EEUU; y la amenaza de Donald Trump de imponer un arancel del 100% a determinados productos agrarios europeos, entre ellos la naranja, suman nuevos obstáculos para un recinto frigorífico que no discurre en los últimos años por un camino de rosas. 

De ahí la voluntad de la Autoridad Portuaria de Castellón de tratar de incorporar nuevos tráficos y productos con los que trabaje Fricasa. Pero el hecho de que prácticamente todos los comercios y cooperativas agroalimentarias de la provincia trabajen casi exclusivamente con cítricos dificulta esta posibilidad. 

La importación, un balón de oxígeno

De momento, y en los últimos años, los gestores de la terminal de frío han encontrado en la importación de naranja del hemisferio sur un balón de oxígeno. Precisamente, en los últimos días ha llegado a los muelles castellonenses el Jorgen Reefer, el primero de los cinco barcos procedentes de Argentina que está previsto consignar para la presente campaña de importación de naranja, aunque podrían ser hasta dos más. 

En todo caso, la llegada de estos buques (que antes de recalar en Castellón lo hacen en Cartagena para descargar limones) bajo ningún concepto se solaparía con el inicio de la campaña local de cítricos, que arrancará, para las variedades más tempranas, hacia finales de septiembre. 

Ni agricultores ni exportadores ven ningún problema en la llegada de la fruta fuera de la temporada castellonense. Y esta importación supone además la creación de puestos de trabajo en algunos almacenes locales.

En plena campaña, la naranja seguirá llegando a Europa, eso sí, a través de otros muelles, como los de Rotterdam o Lisboa. 

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