CASTELLÓ. Los partidos con representación en el Ayuntamiento de Castelló escenifican su división sobre cómo abordar el día después del coronavirus al apostar por planes propios para salir de la crisis. Los alejados posicionamientos impiden alcanzar un gran acuerdo político que permita impulsar medidas consensuadas dirigidas a revitalizar la economía local.
En realidad, las desavenencias no son nuevas. Tampoco exclusivas. Reflejan el desacuerdo que existe en otras instituciones de ámbito autonómico o estatal, como Les Corts Valencianes o el Congreso de los Diputados. El ejecutivo va por un lado y la oposición por otro diferente.
En la capital de la Plana ocurre lo mismo pese a que muchas de las propuestas que plantean las distintas formaciones persiguen en el fondo lo mismo. Esa falta de sintonía para establecer un gran pacto convertirá el pleno ordinario del 30 de abril en un escaparate propagandístico, en el que cada partido se afanará en su argumentación por demostrar que sus soluciones son las mejores y que merecen la complicidad y apoyo del resto.
El PP y Ciudadanos ya han avanzado que defenderán y someterán a votación lo que han definido como Plan Juntos (17 acciones) y decálogo de medidas sociales, culturales y económicas, respectivamente. Lo harán con sendas mociones, en las que recogerán sus iniciativas, como una rebaja del 15% en el IBI, el impuesto de actividades y la tasa de basuras para los negocios afectados por el cumplimiento del estado de alarma, según contemplan los 10 principios de la formación naranja.
Vox también hará su aportación en el debate con las ideas que ha venido divulgando con cuentagotas en los últimos días, como la suspensión de las obligaciones tributarias de las empresas o la supresión de todos los impuestos que gravan los hogares.
El Acord de Fadrell, integrado por el PSPV, Compromís y Podem-EUPV, expondrá su Plan Marshall municipal, que la propia alcaldesa, Amparo Marco, lleva semanas desgranando, bien vía comunicados, bien a través de comparecencias telemáticas.
El bautizado como Plan Especial de Respuesta Económica y Fiscal obligará al consistorio a rediseñar su presupuesto de 2020 (187 millones de euros) e incluirá deducciones y un nuevo calendario fiscal, así como ayudas a autónomos o pymes, entre otras actuaciones.
En esencia algunas de esas iniciativas están en la línea de lo que sugiere la oposición. Otras, también abanderadas por el equipo de gobierno, resultan innovadoras. Por ejemplo, las 20 medidas que propone el área de Transición Ecológica, poniendo el foco en la rehabilitación de 19.662 viviendas de más de 40 años como una oportunidad para reactivar la economía local.