CASTELLÓ. Alejandro Marín-Buck descabeza Ciudadanos Castelló con su decisión de abandonar la portavocía del grupo municipal y renunciar al acta de concejal. A poco más de año y medio para las elecciones municipales (mayo de 2023), su marcha deja un vacío difícil de cubrir por su carácter reflexivo y ponderado. Tanto Vicente Vidal como Esteban Ventura y Mari Cielo Leiros, que se beneficia de su partida al coger el testigo como edil, poseen un talante diferente, que en el caso de los dos primeros resulta algo más vehemente.
Solo Vidal cuenta con experiencia para asumir las riendas del partido en el Ayuntamiento, ya que en la anterior legislatura compartió responsabilidad con Cristina Gabarda (dos años cada uno). Además, en la actualidad ejerce como portavoz adjunto, lo que significa que, hasta culminarse el relevo por pleno, le corresponde a él llevar el peso institucional de manera interina. Así lo establece el reglamento. "No tengo ningún problema en que cualquiera de mis compañeros ostente la portavocía. Lo tendremos que decidir entre los tres en los próximos días", asegura.
Habrá que esperar como pronto a la sesión ordinaria del 30 de septiembre para que se hagan efectivos los cambios en Cs, siempre y cuando la salida de Marín-Buck pase por la convocatoria extraordinaria del 16, día en que la corporación celebrará el Debate sobre el estado de la Ciudad. En el caso de que no sea posible, entonces la transición se alargará hasta noviembre.
Por el momento, el aún líder naranja no pudo registrar su carta de renuncia este lunes, por lo que la idea es hacerlo de manera telemática durante esta semana. Mientras continúe como munícipe, ayudará a reorganizar el grupo. Y es que no solo se elegirá a un nuevo (o a una nueva) portavoz, sino que también se modificarán las competencias de los tres concejales, cuatro hasta mayo, cuando Paula Archelós decidió dejar la formación liberal para irse al grupo de no adscritos.
"Ha sido una decisión muy meditada. Antes del verano me salió una oportunidad laboral de crecer, que se hizo real unos meses después", explica Marín-Buck. "No puedo compaginar mi actividad personal con la política. Estar a medias no es hacerlo bien. Por esta razón, he optado por hacerme a un lado", asegura. Ginecólogo de profesión, tiene plaza fija en el Hospital Provincial, pasa consulta en el Vithas Hospital Castellón, mantiene abierta una consulta privada y, por si fuera poco, también se dedica a la docencia (profesor en la Universidad CEU-Cardenal Herrera). La mejora se ha producido en el centro privado, al que acudirá más días, pudiéndose adaptar el horario a sus necesidades.
Se da la casualidad que el director médico del Vithas es Jesús Merino, el oponente del mentado Marín-Buck como alcaldable de Cs en los comicios de 2019. "Entiendo que no hay ningún problema entre ambos. La mayoría de las personas que estuvieron en su lista (y que frustró la entonces secretaria de Organización, Sandra Julià) no eran gente del partido. Con él, me llevo fenomenal. Prueba de ello, es que me ha ofrecido el trabajo".
El líder naranja asegura que se lleva amigos del Ayuntamiento, como la alcaldesa, Amparo Marco. "He hablado con ella y me ha trasladado que ha sido un placer ser compañeros. Me hubiera gustado terminar la legislatura, pero no podía ser en esta circunstancias". En su despedida, este lunes, ha aprovechado para lamentar que "el PSPV nunca tuvo voluntad de pactar", en referencia a un hipotético acuerdo de gobierno, como se especuló en el pasado. "Con nosotros ha jugado, pero es verdad que hemos sido el único partido de la oposición que ha conseguido algo en los presupuestos". Del mismo modo, ha agradecido el apoyo de personas como la citada Julià, María Jessica Moreno, la asesora del grupo, y Félix del Pozo, ex coordinador local.