el primer año de la diputación progresista se caracteriza por los pactos políticos

Martí opta por el cambio tranquilo y consolida el espíritu de consenso iniciado en la era Moliner

28/06/2020 - 

CASTELLÓ. "Consenso, pacto, acuerdo y pacificación". Estos vocablos definen el primer año de gestión de José Martí al frente de la Diputación de Castellón. Son las mismas palabras que el presidente pronunció, en el discurso de toma de posesión un 28 de junio de 2019, para agradecer a su predecesor, Javier Moliner, el esfuerzo por implantar otro modo de hacer política en la entidad provincial.

Un año después de aquel momento histórico, que puso fin a 24 años de preeminencia del PP, el cambio tranquilo consolida una etapa marcada por el carácter conciliador. Más allá de las 20 declaraciones institucionales impulsadas en los últimos 12 meses, la unidad para hacer frente a la emergencia sanitaria por la covid-19 refleja mejor que ninguna otra acción de gobierno el nuevo talante de la administración provincial.

Sin que ningún partido haya perdido su esencia ideológica, siempre visible en los debates, la moderación y la tolerancia significan las relaciones entre los socios del ejecutivo (PSPV y Compromís) y la oposición (PP y Ciudadanos). La crispación y el denuesto permanecen sepultados en un pasado que nadie quiere desenterrar.  

La Diputación del cambio muestra que las sinergias entre los partidos permiten avanzar frente al anquilosamiento de la división. El empeño de Martí por establecer y fortalecer una cohesión política posibilita y enriquece la participación activa de los cuatro grupos en la toma de decisiones. Valga como ejemplo esa Mesa de Diálogo para combatir el coronavirus, adoptando medidas únicamente bajo el sello de la institución provincial.

La nueva normalidad instaurada en la Diputación, tras un año de legislatura, otorga protagonismo al PSPV, Compromís, PP y Ciudadanos. A veces ni siquiera se aprecia la frontera que separa el gobierno de la oposición. El respeto que Martí abandera desde el día que aterrizó en la entidad singulariza también el discurso de los portavoces y diputados. Nunca antes la colaboración había marcado la correspondencia entre unos y otros pese a que en la época de Moliner se comenzaron a construir los puentes de cooperación.

El protagonismo de los municipios

Ese cambio tranquilo impelido por el presidente socialista contribuye a que los municipios adquieran un mayor protagonismo. Lo advirtió hace un año en su investidura y lo volvió a recalcar este viernes para hacer balance de lo realizado hasta ahora. "Se ha acabado el paternalismo. Esto va en serio y lo deben entender los ayuntamientos. La Diputación ya no es tutora de nadie", subrayó.

La transformación de la institución provincial, en realidad, está todavía en fase germinal. Martí se ha empeñado en que la "cercanía y el diálogo" se asienten como señas de identidad para demostrar que, sin excluir a ningún partido, resulta posible otra forma de gobernar.

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