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el empresario desiste de montar el negocio al no poder abrir por las tardes y el domingo

A vueltas con el Mercat de Sant Antoni: se cae la churrería y Castelló sigue sin atar todos los puestos

Foto: ANTONIO PRADAS
8/02/2024 - 

CASTELLÓ. La adjudicación de todas las paradas del Mercat de Sant Antoni tiene visos de convertirse en un problema para el Ayuntamiento de Castelló. Casi un mes después de aprobar la explotación de cinco de los 10 puestos sigue sin garantizar la actividad de la totalidad de los puntos de venta. Al contrario, el negocio de churrería que había mostrado interés en ocupar dos mostradores finalmente no se montará, según ha podido saber este diario.

El empresario ha desistido de abrir por la rigidez horaria, que solo permite ofrecer servicio de lunes a sábado de 08.00 a 13.00 horas. En las conversaciones mantenidas con el equipo de gobierno, había planteado la necesidad de ampliar ese horario, de manera que tuviera autorización para levantar la persiana durante las tardes y, especialmente, el domingo por la mañana. En un principio, el ejecutivo local consideraba asumible la petición. Sin embargo, tras la pertinente consulta con los técnicos, se le comunicó lo imperativo de ajustarse a la actual franja.

Al menos cinco paradas sin adjudicarse

Sin la churrería, el número de puestos vacíos asciende a cinco, a la espera de concretar una concesión directa, ya que uno de los postulantes en la licitación resultó excluido por no presentar su propuesta económica. El pasado 11 de enero, la Junta de Gobierno Local aprobó la adjudicación de las paradas 3, 6 ,7 9 y 10 por un plazo de 10 años. El acuerdo contempló el establecimiento de dos fruterías-verdulerías, una pescadería (dos mostradores) y un punto de venta de salazones.

El negocio de churros, y como gran novedad en la oferta del emblemático mercado, quedó sujeto a la emisión de informe técnico sobre las condiciones de funcionamiento para la realización de la actividad. En concreto, se refería a la aplicación de medidas correctoras por la salida de humos. 

Esas actuaciones requerían de una fuerte inversión, que el empresario estaba dispuesto a realizar, siempre y cuando dispusiera de permiso con vistas a ofrecer servicio por las tardes y durante los fines de semana. En realidad, la flexibilidad horaria representaba el principal escollo a la hora de sellar el acuerdo con el Ayuntamiento.

Foto: ANTONIO PRADAS

Problemas de rentabilidad y cierres en los últimos años

Históricamente, el Mercat de Sant Antoni ha presentado dificultades en cuanto a rentabilidad. En los últimos años, se habían encadenado varios cierres, por lo que el bipartito (PP y Vox), aprovechando el nuevo contrato para la concesión demanial, se marcó como objetivo reactivar la actividad comercial.

Sin ir más lejos, en las bases el consistorio incluyó una cláusula especial para contemplar la posibilidad de implantar una zona gastronómica, en la línea de lo que se ha hecho en otras ciudades de España con recintos municipales de idénticas características. Así, uno de los artículos señalaba que, en el caso de haber vacantes, "se podrá valorar la conveniencia de autorizar otros usos distintos [...], compatibles con el destino del inmueble".

La idea de que coexistieran paradas tradicionales y la hostelería perdió fuerza con el paso del tiempo, hasta el punto de que terminó aparcándose. Fuentes consultas explican que hubiese sido necesaria una profunda reforma para adecuar algunos locales, sin olvidar tampoco las hipotéticas afecciones y las molestias para los vecinos al ampliarse los horarios. Además, el interés mostrado durante el concurso público invitó a pensar que al final todos los puestos serían ocupados. De ahí que las gestiones fueran en esa dirección, aunque por el momento solo se han blindado el 50% de los comercios.

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