CASTELLÓ. La industria cerámica va camino de convertir 2020 en su particular annus horribilis. Si la pandemia de la covid-19 ha puesto contra las cuerdas a este sector, que ha motivado la cancelación de las grandes ferias internacionales en un ejercicio en el que, de momento, solo se ha salvado la valenciana Cevisama, los fabricantes de los productos alternativos al azulejo -como el vinilo, resinas o fibras natural, entre otros- preparan su desembarco internacional con Surfaces, un gran salón que está previsto que se celebre en noviembre en la ciudad italiana de Rímini, coincidiendo con la recta final de Cersaie previsto en la vecina Bolonia.
En medio de un escenario extremadamente complicado para un sector muy internacionalizado como es el azulejo, con aplazamientos de los grandes foros comerciales a lo largo de este año, el grupo Italian Exhibition Group (IEG), que ya opera en mercados como Estados Unidos, Dubai, Asia y Europa, ha organizado la que será la primera feria "de superficies innovadoras para el diseño de interiores y alternativas a la cerámica", como son los suelos y paredes de vinilo y resina, cemento, madera y fibra. A este salón están llamados promotores, arquitectos y prescriptores en general y lo hace con una clara contraprogramación a la feria Cersaie, de Bolonia, ya que coincide en las fechas. Arrancará el 12 de noviembre, un día antes de que acabe el salón italiano de la cerámica previsto para la semana del 9 al 13 de ese mismo mes. Y la sede escogida será Rímini, una vez que se ha confirmado la cancelación de la presente edición de Tecnargilla, el evento de mayor referencia internacional en lo que concierne a maquinaria cerámica y que ha sucumbido este año también a los efectos de la pandemia.