Plan Estructural: Conselleria remitirá la evaluación la semana próxima tras desatascar la inundabilidad

CASTELLÓ. La aprobación del Plan General (PG) de Castelló entrará en una nueva dimensión la semana próxima. La tramitación urbanística adquirirá mayor celeridad con la evaluación ambiental de la parte estructural. Según fuentes de la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica, la declaración se remitirá al Ayuntamiento de la capital de la Plana antes del viernes 29 de noviembre, cumpliendo así los seis meses de plazo máximo después de que el documento se enviara para su revisión el 29 de mayo.

Los técnicos de Medio Ambiente prácticamente han concluido su análisis tras solventar algunos contratiempos planteados con la inundabilidad en sectores gestionados pero no urbanizados del término municipal.

A consecuencia del fallido PGOU del Partido Popular en el año 2000, que el Tribunal Supremo anuló hasta en dos ocasiones entre 2008 y 2012, varias zonas de la ciudad se desarrollaron, pero con ciertas particularidades. Físicamente, en apariencia, se presentaban como parcelas rurales, cuando la realidad urbanística es otra bien distinta. Y es aquí donde surgían las dificultades para que los servicios jurídicos emitieran un informe favorable.

Sin embargo, resueltas esas singularidades con su correspondiente justificación técnica, la evaluación ambiental será favorable para que el Plan General coja impulso a partir de la semana próxima. Una vez el departamento de Urbanismo del Ayuntamiento disponga del permiso, el PG avanzará a pasos agigantados. Al menos, esa es la previsión del equipo de gobierno.

Normas transitorias

De acuerdo con la segunda prórroga de las normas transitorias urbanísticas, el Acord de Fadrell tendrá de margen hasta el 1 de abril de 2021 con vistas a aprobar definitivamente un marco legal que permita progresar hacia un crecimiento sostenible. 

El Plan General, compuesto por una sección estructural y otra pormenorizada, supondrá un hito histórico para Castelló. No solo al establecer un ordenamiento urbanístico, sino también como reclamo para atraer inversiones nacionales e internacionales.

Los empresarios de la construcción llevan años reclamando una solución respecto al PG, ya que las actuales limitaciones en cuanto a edificación lastran los proyectos. Más allá de quejarse por las restricciones en altura (siete plantas), el sector considera un hándicap que las normas transitorias no contemplen los cambios de usos del suelo. Sin poder modificar un terreno a industrial, por ejemplo, resulta imposible impeler nuevos polígonos industriales.

Esos inconvenientes darán paso a nuevas oportunidades de negocio con el Plan General. Castelló pondrá fin a una pretérita reivindicación y se equiparará urbanísticamente a las grandes urbes españolas.