CASTELLÓ. Roca Tiles mantiene su objetivo de paralizar su planta productiva y aplicar un ERE que afecta a 128 trabajadores tras las primeras dos reuniones mantenidas con el comité de empresa. Defiende que estas medidas son necesarias para garantizar el futuro de la empresa de la Vall d'Uixó, que mantendrá la marca y las zonas logística, administrativa y comercial.
La comisión negociadora de momento no ha alzando un acuerdo y los sindicatos de CC OO y UGT han convocado diversas jornadas de huelga para protestar contra el ERE. La firma, del grupo Lamosa, se ha reafirmado este miércoles en que el "expediente de regulación de empleo propuesto es la medida adecuada y proporcionada a la crítica situación actual que atraviesan la empresa y el sector".
Recuerda que su actividad empresarial seguirá "gracias a la continuidad de las áreas de logística, administración, marketing y ventas". Asegura que promueve el ERE por causas económicas y productivas, que conllevan el cierre parcial de las instalaciones de la factoría de Vall d´Uixó, e insiste que tienen "como principal objetivo asegurar la continuidad del negocio y de la marca Roca Tiles en un marco sectorial de absoluta incertidumbre".
Durante la negociación, Roca Tiles ha trasladado a las organizaciones sindicales su voluntad de encontrar "el mejor acuerdo posible para las personas afectadas, tanto desde el punto de vista de la afectación personal, como desde el punto de vista económico y, sobre todo, tratando de procurar la recolocación de las personas implicadas".
La comisión negociadora se volverá a reunir el 26 de febrero.
Comisiones Obreras y UGT han convocado diversos días de huelga contra el cierre de la planta productiva. Lamentan que se tome esta decisión cuando la plantilla ya fue objeto de un ERTE y un primer ERE en 2022. Los paros previstos serán de momento serán los días 23, 28 y 29 de febrero y el 1 de marzo. Según fuentes sindicales, luego se podrían organizar más según la evolución del ERE. Los paros del 23 y 29 serán propios en la empresa de la Vall, mientras las jornadas del 28 de febrero y 1 de marzo coincidirán con las huelgas convocadas en el sector por el convenio colectivo.
La empresa se ha marcado el 31 de mayo como el día límite para paralizar la producción. Los despidos se irán materializando de manera gradual.
Empresa y sindicatos han pactado este miércoles para la huelga unos servicios mínimos de mantenimiento y aseguramiento de los equipos de producción.
Según la firma ambas partes "se han mostrado abiertas al diálogo y se han emplazado a seguir negociando sin prejuicio de que los trabajadores ejerzan su derecho a huelga".