CASTELLÓ. Siete propuestas pugnan por el proyecto constructivo de la estación intermodal vinculada al puerto de Castellón. Al concurso abierto desde finales del pasado mes de enero, que cuenta con un presupuesto base de licitación de prácticamente medio millón de euros, han presentado oferta tres uniones temporales de empleo, las formadas por Typsa-Teirlog; TPF Getinsa Euroestudios-TRN Taryet y Cimarq-MSFPA; y cuatro empresas individuales: Ardanuy Ingeniería, IDP Ingeniería, Arquitectura Iberia y Ayesa Ingeniería y Arquitectura.
La compañía que finalmente resulte escogida (de momento solo se conocen los nombres de las empresas, ni siquiera sus propuestas técnicas) tendrá un plazo de ejecución de diez meses para materializar el proyecto de obras de una instalación que dará servicio al acceso sur en tren y a PortCastelló, del que estará a poco más de un kilómetro.
Este es el paso previo antes de materializar una infraestructura que tendrá una superficie de 300.000 metros cuadrados cuando esté materializada en su totalidad. Para ello será necesaria una inversión de 20 millones de euros, que se irá ejecutando por fases. Esta nueva área intermodal se ha diseñado para un escenario medio de tráficos de 40 trenes a la semana, 90.000 contenedores al año y alrededor de 1,7 millones de toneladas transportadas a medio plazo, en el horizonte de 2044, tal y como recoge el pliego de condiciones.
De forma paralela a la estación intermodal, el puerto sigue avanzando para desbloquear el acceso sur en tren, por ejemplo con la asistencia técnica externa que dé por fin vía libre al proyecto, atascado en los despachos desde hace años. Asimismo, sigue trabajando en los proyectos ferroviarios internos.
Respecto de la primera fase de estos, el inicio de las obras se está alargando más de lo previsto en un primer momento tras la adjudicación de finales del año pasado. En cuanto a la segunda fase, la Autoridad Portuaria de Castellón todavía ha de licitar de nuevo los trabajos, después de que quedaran desiertos por el alto precio del acero. En este sentido, la coyuntura internacional, con los precios de las materias primas y de la energía desbocados, no ayuda en las intenciones de los responsables de PortCastelló.