CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló se prepara para desarrollar otra zona de la ciudad. La adjudicación a la mercantil Becsa de la urbanización de Soler y Godes, una unidad de ejecución de 28.000 metros cuadrados situada al noroeste, garantiza a las empresas de la construcción más suelo para levantar viviendas a medio plazo.
Según la previsión que maneja el equipo de gobierno, el inicio de las obras para desarrollar la pastilla apunta a enero de 2025 una vez se haya formalizado el acta de replanteo. De acuerdo con el contrato, esos trabajos se prolongarán por espacio de 9 meses, por lo que el objetivo es que a partir de septiembre las constructoras tengan vía libre para empezar a edificar.
La urbanización de Soler y Godes supone una inversión de 1,6 millones de euros (más unos 342.000 euros en concepto de IVA). Además de implantar los servicios básicos, como alcantarillado y alumbrado, la intervención permitirá culminar las calles Marqués de Salamanca, Travesía Quevedo, Alcalde Eduardo Codina y Pont de Ferro y la avenida Barcelona. En el caso de las vías, se completarán las partes ejecutadas con anchuras de entre 12 y 14 metros.
Asimismo, se habilitarán carriles bici, se creará un nuevo jardín con especies autóctonas y se mejorarán las áreas de recreo a través de la instalación de juegos infantiles, aparatos fitness y picnic. Otra actuación corresponderá al acabado de la reparcelación para definir las manzanas.
Del total de la superficie, un 50,68% se reservará a la construcción de Viviendas de Protección Pública (VPP). Al menos, así figura en el proyecto de urbanización. Por otro lado, 16.885 metros cuadrados se destinarán a suelo dotacional y otros 8.671 m2 , a equipamiento docente.
La culminación urbanística de la cuadrícula que forman las avenidas Vall d'Uixó, Riu Sec, Barcelona y Quevedo se trata de una pretérita reivindicación vecinal. La unidad comenzó a desarrollarse en julio de 2008. Hasta febrero de 2010, se acometieron parte de las obras del ámbito de actuación. Promovido por Bigeco como agente urbanizador y ejecutado por la contrata Renos, se realizaron movimientos de tierra, demoliciones y redes de drenaje y saneamiento.
Ante la inactividad injustificada del citado agente urbanizador, y tras numerosos requerimientos municipales, en acuerdo de pleno de 31 de marzo de 2016 se declaró resuelto el contrato suscrito con la mercantil como adjudicataria del programa. A partir de ese momento, el Ayuntamiento trabajó en el diseño de un nuevo proyecto, cuya redacción finalizó en 2021.
En 2023, el equipo de gobierno reactivó el programa urbanístico con la adquisición de los últimos terrenos a través de procesos de expropiación. Unos meses después, en septiembre, la Junta de Gobierno Local impulsó el contrato de ejecución, cuya tramitación administrativa finaliza ahora con la adjudicación de la urbanización.