CASTELLÓ (EFE). El sueño de la valldeuxense Sara Sorribes acabó en Roland Garros en octavos de final, donde en el tercer partido femenino más largo de la historia del torneo cayó derrotada contra la brasileña Beatriz Haddad, favorita 14, por 6-7(3), 6-3 y 7-5.
La castellonense peleó durante 3 horas y 51 minutos, remontó en el primer set y llegó a disponer de cuatro bolas para colocarse 4-0 en el segundo, pero no supo aprovecharlas y dejó con vida a la brasileña, que consigue el mejor resultado de su carrera en un Grand Slam.
Haddad se convierte en la primera brasileña que alcanza los cuartos de final de un Grand Slam desde Maria Bueno en 1966 y la primera en hacerlo en París desde esa misma jugadora en 1964.
Su siguiente rival por un puesto en semifinales será la tunecina Ons Jabeur, séptima cabeza de serie, que alcanzó por primera vez los cuartos en París, el último Grand Slam que le quedaba, tras derrotar a la estadounidense Bernarda Pera, 6-3 y 6-1.
La castellonense, de 26 años, de vuelta de un periodo de medio año alejada de las pistas por una lesión en el torneo de Roma del año pasado, se marcha tras haber disputado por vez primera unos octavos de un grande.
Un hito en la carrera de esta jugadora que hasta esta edición de Roland Garros nunca había encadenado tres victorias en un Grand Slam y que avanzó con dos triunfos muy sólidos y tras la baja por enfermedad en tercera ronda de la kazaja Elena Rybakina, cuarta favorita.
Sorribes peleó con mucho coraje en un partido en el que tuvo opciones de victoria, pero no las aprovechó y dejó con vida a una rival peligrosa.
Dominada 5-2 en el primer set, la valldeuxense estaba a expensas de una rival que tenía a su disposición dos servicios para apuntarse el parcial, pero de entre las cenizas Sorribes sacó sus dotes de superviviente para igualar a 5.
Aunque cedió de nuevo su saque, dando a la brasileña una nueva oportunidad de cerrar con su servicio, lo volvió a recuperar para forzar el juego de desempate, en el que, algo desmoralizada, Haddad apenas opuso resistencia.
La tendencia se mantuvo en el segundo set, cuando la española tuvo hasta cuatro bolas para colocarse 4-0, pero Haddad las salvó todas y, algo desmoralizada, Sorribes cedió los seis juegos siguientes para llevar el partido a un definitivo tercer set.
Pese a colocarse pronto en desventaja, todavía peleó la castellonense, que llegó a levantar tres bolas de partido y forzar a la brasileña, que finalmente cerró el duelo en la cuarta.