CASTELLÓ. La transformación de la Ribera del Riu Sec en un corredor verde ya tiene una hoja de ruta definida. De acuerdo con los plazos de ejecución (12 meses) y las condiciones del contrato firmado entre el Ayuntamiento de Castelló y la adjudicataria, la Unión Temporal de Empresas (UTE) Becsa-Vivers Centre Verd (ambas de Simetría Grupo), las obras deberán estar acabadas antes de mayo de 2025.
El pasado 13 de marzo, las dos partes implicadas rubricaron sobre el papel el inicio de los trabajos después de la culminación del proceso de licitación. Según el documento de formalización, el contratista dispone de un mes con vistas a suscribir el acta de replanteo, acto jurídico que marca ese periodo de un año a fin de realizar la actuación.
Dicho documento recoge aspectos esenciales del proyecto, como las mejoras comprometidas por la UTE a través de la oferta que presentó en el concurso público. Algunas de ellas son la instalación de puntos de carga eléctrica, el aumento de las plantaciones en jardinería y la utilización de pavimento tanto fonoabsorvente como fotocatalítico en los viales.
Estos dos firmes, cada vez más empleados en proyectos públicos, se caracterizan por absorber el ruido y la contaminación. Los dos materiales contribuyen, además, a combatir el cambio climático. Simetría suele incluir los suelos en sus propuestas cuando participa en licitaciones de construcción de carreteras o desarrollo de ejes medioambientales, como es el caso.
El corredor verde de la Ribera del Riu Sec persigue dignificar la zona oeste de Castelló a través de la ejecución de distintas actuaciones. Por un lado, comprende la urbanización de la calle Venecia, donde se construirá el futuro IES Crèmor. Por otro, prevé la implantación de un itinerario ciclopeatonal, con nuevas zonas ajardinadas en el margen derecho del río, desde el conocido como Pont de Europa hasta el puente de Cardenal Costa.
Asimismo, la memoria recoge la realización de otro recorrido sostenible de conexión bajo el Pont Segle XXI, en la orilla izquierda. De igual forma, se proyecta la mejora del entorno de la ermita Sant Joan y la habilitación de una pasarela para viandantes y bicicletas entre el Raval Universiari y Crèmor.
La estructura de este viaducto se concibe con una tipología de lo que se conoce como arco de tablero superior, apoyado sobre una celosía de cuadernas metálicas. La sección transversal tiene un ancho variable, de entre 3.90 y 6.90 metros. La longitud del puente supera los 42 metros.
Por último, los trabajos establecen la creación del mirador en el citado Pont de Europa. Se trata de una nueva estructura de hormigón armado que define una explanada junto al río Seco y que, con un pequeño voladizo con un vuelo menor de 2 metros sobre una de las laderas, propicia una óptima visión del entorno. Dicha explanada conecta con uno de los ejes peatonales trazados en el entorno y dispone de una marquesina.