Disco duro del fotógrafo argentino Francisco MedailCASTELLÓ. "Son muchas las veces en las que la fotografía ha fracasado en su intento de revelar la verdad, porque puede que sea dentro del propio proceso creativo donde esta se encuentre. No hay mayor verdad que la que se puede hallar cuando un artista enseña sus carpetas, sus discos duros... Ahí todo es autenticidad", asegura Julián Barón. Y así ha querido demostrarlo, o al menos ha tratado de hacerlo, a través de 'Carpetas', un proyecto audiovisual en el que diferentes creadores de todo el mundo (fotógrafos, diseñadores, escritores, grafiteros o cineastas) comparten sus pantallas y muestran qué hay dentro de sus discos duros. Un ejercicio que, aunque puede parecer a priori sencillo, para nada lo es.
Es mucho el material que puede almacenar un artista en su interior. Miles y miles de planos brutos, fotografías sin editar, escritos, borradores... Ideas que nacieron y después murieron. Creaciones que, ahora ahí almacenadas, cobran un sentido nuevo. Incluso pueden conectar de manera sencilla e inesperada con parte del material depositado. Pero, además de esto, de la propia importancia que tiene una carpeta "como continente y como contenido", los 50 artistas invitados escogen muy bien qué es lo que quieren mostrar y lo que no. "Aunque en cada capítulo el espectador conseguirá atravesar lo que queda oculto en una exposición o un libro, les hemos dado la libertad total de que enseñen hasta donde quieran, porque se quedan muy vulnerables con esta sobreexposición. Es entrar en las tripas de cada uno", explica Diego Arregui, también impulsor del proyecto.
Con todo, 'Carpetas' no se plantea como una charla academicista ni como una entrevista, es más bien "un monólogo con uno mismo". Un encuentro que difícilmente se hubiera podido trasladar al plano real, porque lo crudo de él es que la cámara se sumerge en el estudio virtual de cada artista. De ahí la idea de compartir la pantalla del ordenador para, como dice Barón, "atravesar, descubrir y revelar" las ideas que hay tras cada carpeta. En su mayoría son, además, "artistas que muchas veces no tienen voz ni representación a través de las instancias oficiales".
Nirvana Paz es cinematógrafa, poeta y docente, y vive en la Ciudad de México para poder quejarse de ella con la misma pasión que la habita. Maria de la O Garrido es una artista visual que trabaja para contrariar el arte desde lo que no funciona en su entorno; su carpeta es una invitación a explorar el sitio de resistencia que toma la modelo, o "flower pot worker", en su rebelión. Víctor Zea es un fotógrafo independiente peruano que ha convivido durante años con el movimiento hip-hip quechua. Joan Cazenave y Jesús Monterde se han encontrado en el paisaje vasco y del maestrazgo y el objetivo de su obra es transformar la fotografía en la esencia de la tierra que habitan. Por su parte, la castellonense Lidón Forés habla del "fin del mundo", que antes del confinamiento parecía encontrarse en el hall del museo Louvre de París, más concretamente en el cola para ver La Mona Lisa.
"Miles de personas estaban haciendo cola para ver solo ese cuadro, cuando el Louvre es la pinacoteca más grande o de las más grandes del mundo. Me parecía impresionante que hicieran esa cola para ver solo uno de esos cuadros. Esto me hizo preguntarme si todas esas personas eran conscientes de lo que estaban viendo y de por qué necesitaban verlo. De por qué necesitaban hacer una cola de mínimo dos horas, cuando era asfixiante. Entonces se me ocurrió grabar el proceso que hay hasta que por fin tienes la obra delante y observé que nadie se estaba dando cuenta de los cuadros que había alrededor. Y las pocas personas que lo hacían tenían el móvil en la mano", relata la fotógrafa en su personal intervención.
Por todo esto, aunque como decíamos antes la idea del proyecto no nace apegada a convertirse en una masterclass, el mapeo geográfico y la diversidad de contenidos y de técnicas que hay en él lo convierten en un dossier interesante para futuros profesionales. En efecto, tanto Arregui como Barón se plantean avanzar más adelante en el carácter pedagógico que puede tener esta propuesta. "No son clases, pero pueden tomarse como tal. No son films, pero pueden tomarse como tal. Por eso nuestra idea de futuro es convertir todo este trabajo en una espacio para una nueva forma de activar la pedagogía de la mirada. Es algo que ha surgido inevitablemente y que podemos aprovechar".
Pero no solo esto, a ambos les gustaría darle una vuelta más a 'Carpetas' y volcar todo el material en una web y/o en una exposición. "No sabemos muy bien cómo, pero necesitaríamos apoyo y financiación para generar un proyecto que en equilibrio con el trabajo ya hecho pueda expandirse. Siempre claro, dentro de los vértices de autenticidad de los que hablamos".
Ya en sus orígenes la idea que ambos tenían pensada no tenía nada que ver con la actual. El proyecto surge después de que tanto Arregui como Barón se quedaran colgados con la grabación de una película experimental que iban a rodar en el Maestrazgo. Con ella, los profesionales iban a visibilizar el trabajo de diferentes fotógrafos locales. Pero como ocurrió con tantas otras ideas, cuando ya tenían todo el material preparado se decretó el estado de alarma y sus planes se frustraron. A partir de aquí había poco por hacer, por lo que decidieron emprender al menos un trabajo online. "Nuestra resistencia de algún modo ha sido esta. No tenemos ninguna esperanza con el futuro, creemos que hay que atender al presente. Lo que está por venir ya vendrá", mantiene Barón, que, precisamente en su caso, no esperaba que una idea altruista iba a derivar en tal documento.
Noelia Pérez Sández, Jorge Moreno Andrés, Mathieu Asselin, Carmen Gray, Luce, Oriol Miñarro, Juanan Requena, Prin Rodriguez y Fernando Criollo, Gala Garrido, Alejandra Orosco Venero, Agustín Zuluaga Olarte, Tao Douay, Yuki Naito, Mar Reykjavik, Liz Tasa, Alejandra Gonzalez, Francisco Medail, Christian Robles Ramos, Alejandro Acín, Camila Kevorkian y Carolina Agüero son los nombres que dan cuerpo, de momento, a 'Carpetas'. Y es hasta la fecha se han podido ver solo la mitad del total de vídeos que conforman esta curiosa experiencia.
En la cartelera de 1981 se pudo ver El Príncipe de la ciudad, El camino de Cutter, Fuego en el cuerpo y Ladrón. Cuatro películas en un solo año que tenían los mismos temas en común: una sociedad con el trabajo degradado tras las crisis del petróleo, policía corrupta campando por sus respetos y gente que intenta salir adelante delinquiendo que justifica sus actos con razonamientos éticos: se puede ser injusto con el injusto
