CASTELLÓ. La expansión del coronavirus parece no tener techo en las últimas semanas en la provincia. El principal problema de la situación está, sin duda, en los tres hospitales que luchan cara a cara con la afección vírica. Las cifras récord en cuanto a contagios, con el pico notificado el miércoles por la Conselleria de Sanidad de prácticamente 1.300 casos confirmados en las comarcas castellonenses, son otra muestra palpable de la dimensión que ha tomado la pandemia en el territorio provincial.
De hecho, esto ha llevado a que la incidencia acumulada en 14 días ronde los 1.300 casos, lo que supone la cifra más alta en toda la pandemia en la provincia. Y esto también se puede apreciar en la situación en que se encuentran las localidades castellonenses. Según el último recuento de la Conselleria de Sanidad, elaborado el pasado martes 26, a día de hoy 69 municipios de la provincia están en situación de riesgo extremo de contagio. Y entre ellos están los dos mayores: la capital provincial y Vila-real, además de otras grandes poblaciones castellonenses.
Esta calificación de riesgo extremo, que se obtiene cuando una localidad supera los 250 casos por cada 100.000 habitantes, es toda una llamada de atención para sus vecinos: toda precaución es poca si se quiere minimizar la posibilidad de contraer la covid-19.
Y esto es de máxima aplicación en 36 poblaciones castellonenses. Encabezadas ahora por Traiguera, que tiene una incidencia de 5.587 casos por 100.000 habitantes y que ha tomado el relevo de Atzeneta y Cinctorres, el listado de poblaciones con una incidencia mayor a mil es extenso: Ayódar, la Llosa, Cinctorres, Sant Rafael del Riu, Olocau del Rey, Onda, Sueras, la Jana, Peñíscola, Artana, Betxí, Vistabella, Viver, la Mata de Morella, Montanejos, l'Alcora, Vall d'Alba, Cirat, Almenara, Vinaròs, Alcalà de Xivert, Benlloc, Nules, Benicarló, la Vilavella, Catí, Segorbe, les Alqueries, Càlig, Zucaina, Morella, Caudiel, Torreblanca, Soneja y Atzeneta del Maestrat se enmarcan en este apartado.
Estas 36 localidades duplican la cifra de hace tan solo diez días, cuando eran 18 las que superaban el umbral de mil casos por cada 100.000 habitantes. Aunque la mayor parte de ellas son pequeñas, las hay que también tienen una cantidad de vecinos más que considerable, como Onda, Vinaròs, Benicarló, l'Alcora, Peñíscola o Alcalà de Xivert.
Asimismo, entre 1.000 y 250 casos (lo que también supone riesgo extremo) se enmarcan otros 33 municipios de la provincia: la Serratella, Benicàssim, Tales, Pina de Montalgrao, Moncofa, Vila-real, Benassal, Borriana, Castelló de la Plana, Geldo, Almassora, la Vall d'Uixó, Rossell, Altura, Borriol, Albocàsser, Xilxes, Ribesalbes, Montán, Ares del Maestrat, Jérica, Sot de Ferrer, Sant Joan de Moró, Sant Mateu, les Coves de Vinromà, Forcall, la Serra d'en Galceran, Oropesa del Mar, Vall de Almonacid, Llucena, Xert, la Salzadella y Eslida.
Así, en esta categoría están la capital provincial y Vila-real, así como otras grandes localidades de la provincia, como Almassora, Benicàssim, la Vall d'Uixó, Borriana u Oropesa.
De esta manera, los 69 municipios castellonenses en riesgo extremo de contagio suponen algo más de la mitad de los que existen en la provincia (135). Pero, si se tiene en cuenta a la población que reside en ellos, bajo esta presión de gran posibilidad para contraer la enfermedad se enmarca prácticamente la totalidad de los castellonenses.