CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló abrirá el nuevo curso político con el debate sobre el estado de la ciudad, que se celebrará el 17 de septiembre. Después del paréntesis de 2019, ya que en año electoral no se convoca este tipo de plenos extraordinarios que sirve para que el equipo de gobierno ensalce sus logros frente a la crítica de la oposición, la corporación volverá a protagonizar una sesión en la que la alcaldesa, Amparo Marco, y los portavoces de los seis grupos municipales tendrán la oportunidad de lucirse.
Como suele ser habitual, Marco hará uso del primer turno de palabra con una intervención de 15 minutos. A partir de ahí, serán los líderes del resto de fuerzas los que irán participando, siempre atendiendo a un orden determinado según el peso institucional (es decir, número de concejales). Esta primera perorata no excederá de los 10 minutos por representante. Ese tiempo se reducirá a siete minutos en la réplica. Por último, cerrará de nuevo la alcaldesa, sin sobrepasar ese tope marcado para la segunda fase de la porfía.
El pleno resultará especial para David Donate (PSPV-PSOE), Fernando Navarro (Podem-EUPV), Alejandro Marín-Buck (Ciudadanos) y Luciano Ferrer (Vox), quienes se estrenarán en lo que significará un desafío personal. Para Marco, Ignasi Garcia (Compromís) y Begoña Carrasco (PP), la experiencia no les resultará novedosa.
En vista de cómo se han ido desarrollando los acontecimientos desde marzo, la covid-19 acaparará los discursos de unos y otros. Al respecto, cada partido utilizará su propia estrategia y se ajustará al ideario político. Por ejemplo, aunque los tres integrantes del Acord de Fadrell abordarán cuestiones comunes, también destacarán y se detendrán en aquellos aspectos que forman parte de sus competencias dentro del equipo de gobierno. En este contexto, parece inevitable que el reajuste de Marco en el grupo municipal socialista estará presente durante la discusión.
Esa pluralidad en el alegato del tripartito se repetirá con la oposición. Si bien es cierto que el PP, Ciudadanos y Vox han enarbolado la misma bandera en determinados temas a lo largo de los últimos meses, como el cumplimiento de la moción sobre fiestas, por separado marcarán territorio sobre contenidos intrínsecos a su doctrina.
Lo que no cabe duda es que los asuntos que se expongan en la sesión extraordinaria poco tendrán que ver con los que coparon el último debate sobre el estado de la ciudad en 2018. Entonces, las elecciones municipales supeditaron las disertaciones de unos y otros; triunfalistas en el caso del bloque progresista y de desaprobación en la bancada la derecha y centro derecha.
No faltaron las polémicas sobre el topónimo de la ciudad, la banda municipal de música y el món de la festa. Eso sí, ante la cercanía de los comicios (2019), la alcaldesa aprovechó para anunciar inversiones millonarias a fin de anticipar cómo sería su gestión en la siguiente legislatura.