Los cinéfilos valencianos lanzan sus recomendaciones. ¿El objetivo? Construir un verano a golpe de fotograma
Termómetros colapsados, asfalto al borde la ebullición, piel pegajosa…o peor el ínclito poniente. Sí, breaking news, hace calor. Mucho calor, tanto que la única banda sonora posible es aquella canción en la que Quique González canta que “la calle hierve a 39 grados. No hay nadie que se atreva a salir”. En resumen, que el mundo se derrite a nuestro alrededor y nosotros…nosotros nos refugiamos en unas cuantas películas. El cine nos salvará, siempre lo hace. Por eso, desde Culturplaza hemos pedido a unos cuantos expertos en este mundo del fotograma que nos lancen sus recomendaciones cinéfilas para sobrevivir a la canícula. Contaban con libertad absoluta para elegir los títulos, solamente debían cumplir una norma: incluir un título recién aterrizado en el panorama fílmico y otro recuperado del olvido. Y ya que compartir es vivir, aquí están sus respuestas.
Comenzamos con Sara Mansanet, directora del festival La Cabina. Su cinta de nuevo cuño es El despertar de las hormigas, firmada por la costarricense Antonella Sudasassi Furniss y aterrizada en las pantallas patrias hace unas pocas semanas. “¿Qué ocurre cuando una mujer despierta y empieza a ser consciente del machismo que le rodea? ¿Es posible que cuestione la maternidad? ¿Hasta dónde tenemos marcada a fuego la cotidianidad y cómo nos limita ésta? Todas estas reflexiones y muchas más las encontramos en esta historia enmarcada en la absoluta naturalidad de la vida de una mujer y su familia en Costa Rica, aunque podría ser en cualquier otro lugar”, indica. No en vano, considera que El despertar de las hormigas también nos despierta a nosotras: no bajemos la guardia ni demos por superadas o lejanas situaciones que se siguen dando a la vuelta de la esquina. No podéis dejar pasar la oportunidad de ver esta ópera prima maravillosa”. “Solo está en los cines Babel, por cierto, así que no os despistéis”, añade.
Huimos ahora de la inmediatez de las carteleras y de los estrenos fugaces. “El verano es un tiempo estupendo para explorar y descubrir sin miedo nuevo cine o revisar el que se nos quedó pendiente. Me encanta recomendar Filmin para dejarse llevar en este descubrimiento a través de sus colecciones. De ellas destaco, por ejemplo, Animación para adultos o Guerra Civil Española, aunque hay infinidad para elegir en todo su catálogo y no despegarse de la pantalla en horas. ¡Dadle duro!”, anima Mansanet.
Adriana Cabeza es una de las sospechosas habituales en Plaza Radio a través de Las entendidas, el podcast de cine y series que conduce junto a Alexia Guillot. “Creo que no es ninguna sorpresa que nuestra recomendación para ir al cine este verano sea la de ver la nueva de uno de nuestros directores favoritos, Jonás Trueba. En La virgen de agosto vuelve a situar la acción en el periodo estival, como ya hiciera con Los exiliados románticos, pero esta vez sin salir de Madrid”. Aquí, una pincelada sobre el argumento: “la protagonista, Eva (Itsaso Arana), toma la valiente decisión de quedarse en la capital y mimetizarse con una canícula que solo entiende de verbenas y encuentros espontáneos con otras musas habituales del director como Vito Sanz, Francesco Carril o Isabel Stoffel”.
De un film saltamos a otro “que no encontraréis en salas, pero sí en plataformas online (Filmin mediante) que es El rayo verde. Y diréis, ¿por qué? Pues porque no podemos entender el verano sin (re)visitar algunas de las obras de Éric Rohmer, especialmente las que se ambientan en esta época del año: Cuento de verano, La coleccionista, La rodilla de Claire, Pauline en la playa...”, señala. Por algo al francés se le colocó la etiqueta de ‘el cineasta del verano’. Pero como desde Culturplaza pedíamos un film en concreto y Cabeza es muy aplicada, en esta ocasión, se decanta por El rayo verde, ya que “dialoga de alguna forma con la cinta de Jonás, aunque solo sea para construirse como su reverso. Si en La virgen de agosto la protagonista asume la deriva de sus vacaciones y se entrega a un retiro espiritual sin necesidad de cruzar la M-30, la de El rayo verde, Delphine (Marie Rivière), no lleva demasiado bien eso de disfrutarlas en soledad y se las apaña como puede para huir de París”. Nos queda claro: Rohmer en vena para sobrevivir a este agosto de asfixia.
Hacemos parada en el negociado de Óscar Brox, miembro del equipo de Cinema Jove, escritor y colaborador en revistas especializadas como Dirigido por o Détour. “Más que una versión en femenino de las comedias auspiciadas por Judd Apatow, Súper empollonas (Booksmarts, 2019) propone una mirada renovada, entre sensible y escatológica, sobre la adolescencia y los mitos que revolotean alrededor del coming of age”, apunta sobre este título que acaba de atracar en nuestras vidas. Así, indica que con sus diálogos “afilados (esos que de verdad construyen y proporcionan relieve a los personajes), su adorabilísima pareja protagonista y los últimos días de instituto como ecosistema, Olivia Wilde y sus guionistas han creado no solo una comedia perfectamente engrasada, sino toda una vindicación sobre el papel de la mujer en esto de hacer reír”.
Y a continuación… echamos la vista atrás más de una década hasta llegar a las riberas de Domino (2005), “un título maldito de Tony Scott (un director del Siglo XXIII, como dice un amigo)”. Para Brox, se trata de una “carta de amor a un cine visualmente descerebrado, arrebato posmo en el que Keira Knightley hace de cazarrecompensas, Mickey Rourke hace de Mickey Rourke, hay crítica a los realities, sale Tom Waits y también los de Sensación de vivir. La escribió Richard Kelly (sí, el de Donnie Darko) y tiene un final made in Tonny Scott (a buen entendedor…)”. “Un espasmo visual que sabe a gloria”, concluye el crítico.
Las siguientes recomendaciones vienen de Áurea Ortiz, profesora de la Universitat de València (UV), crítica de cine y técnica de La Filmoteca. “De la cartelera actual me gustaría destacar Los días que vendrán, de Carlos Marques-Marcet. Es, como el resto de la filmografía de su director, como un trozo de vida puesto en la pantalla”, sostiene la especialista, quien considera que la cinta consigue retratar lo cotidiano “de forma muy real y sensible, con las dudas, miedos y alegrías de las relaciones y las dificultades de construirse una identidad. Todo resulta muy íntimo, mediante pequeños gestos y miradas, como la vida misma”. “Parece fácil, pero, en realidad, es dificilísimo conseguir esa veracidad”, sentencia Ortiz, quien constituye también un tercio del podcast Laboratorio de Investigación de Series, coordinado junto a Mikel Labastida y David Brieva.
Ok, tenemos el estreno, es el momento de fijar la vista en el retrovisor. “Puesta a elegir una película de otro año (decisión angustiosa) escojo Holy Motors (2012), de Leos Carax, casi en las antípodas de la anterior. Por desconcertante y desafiante, por arriesgada y salvaje, por la absoluta libertad creativa de la que hace gala y porque no puedes dejar de mirar, aunque no comprendas qué diablos es lo que allí está pasando”, apunta Ortiz. Para la integrante de La Filmoteca, se trata de una película “magnética y estrafalaria; te arrastra y puede que no la entiendas, lo que está claro es que sí la sientes. Es una barbaridad”.
“El estío suele ser la estación de los descubrimientos cinéfilos, cuando esas películas anómalas e inclasificables aparecen sin apenas promoción en nuestras carteleras. Siguiendo ese espíritu propongo dos películas disponibles: una en plataformas, la otra editada en DVD”, apunta Dani Gascó, crítico de cine y alma del mítico videoclub Stromboli. Entramos en harina cinéfila: “hay un bulo circulando que queda roto por el último film de Emmanuel Mouret: ‘En Netflix no hay película que valga’. Mademoiselle de Joncquières (Lady J, 2018) nos devuelve en su último plano la esencia del cine, esa dicotomía apasionante que sucede entre lo que uno dice y lo que expresa su rostro, la luz del decorado y la oscuridad de las almas que lo habitan. En muchos sentidos, esta obra maestra supera la anterior adaptación del texto de Diderot: Las damas del bosque de Bolonia (1945), de Robert Bresson”, señala.
Apuntada la recomendación, continuamos. “Siguiendo con las comparaciones, Puzzle (2018) es un remake yanqui, tan explicativo como bochornoso, del film argentino Rompecabezas (2009). Quedaos, entonces, con esta última. En algún lugar, escribí o dije lo siguiente: «no hay mujer sin secreto». Una máxima que expone con una carga de sugerencia notable este film de Natalia Smirnoff. La recuperación de la sensualidad de una mujer que acaba de cumplir los 50 queda impresa en sus fugas y digresiones”. Y es que, como señala Gascó, la vida “consiste a veces en ocultar, abismarse y, sobre todo, incorporar de nuevo en tu vocabulario vital palabras como riesgo, aventura o seducción.
Nuestro periplo cinéfilo acaba con la realizadora Ana Ramón. “En la programación de este verano recomendaría Cold War de Pawlikowski, que se proyecta este mes en la Filmoteca d'estiu, por la fotografía, por la nostalgia, y especialmente por la montaña rusa emocional que nos presenta esa historia de amor del ni contigo ni sin ti que tantas veces hemos visto o leído, pero que aun así consigue sorprendernos, emocionarnos y hacer que nos revolvamos en el asiento”, indica la responsable de piezas como el documental Almost Ghosts o la webserie Todos queríamos matar al presidente. Anotado queda, ¿y qué más? “Rescataría Infierno azul de Jaume Collet-Serra para ver en verano antes de unas vacaciones paradisíacas en cualquier playa, especialmente a los que hagan surf”.
Y hasta aquí las 13 recomendaciones del panorama cinéfilo valenciano (13, sí 13, no nos pongamos supersticiosos, que ya bastante tenemos con lo que tenemos). Ahí fuera puede que este desatándose el infierno, pero tenemos abanicos, café granizado y fotogramas de sobra para soportarlo.
En la cartelera de 1981 se pudo ver El Príncipe de la ciudad, El camino de Cutter, Fuego en el cuerpo y Ladrón. Cuatro películas en un solo año que tenían los mismos temas en común: una sociedad con el trabajo degradado tras las crisis del petróleo, policía corrupta campando por sus respetos y gente que intenta salir adelante delinquiendo que justifica sus actos con razonamientos éticos: se puede ser injusto con el injusto