CASTELLÓ. La covid-19 y la congelación de la fiscalidad provocarán que el Ayuntamiento de Castelló deje de ingresar casi 5 millones de euros en el presupuesto de 2020. Según el informe financiero, los denominados recursos ordinarios pasarán de 169.043.555,39 euros en 2019 a 164.245.347,75 euros al concluir el actual ejercicio. Ese decremento se extenderá hasta situarse en un 2,84%, es decir, 4.798.207,64 euros en términos absolutos.
La memoria sobre el capítulo de ingresos recoge que la merma en las arcas municipales no se deberá exclusivamente a la revisión catastral a la baja del Impuesto sobre Bienes Inmuebles (IBI), con un descenso de 2.175.000 euros. También se verán afectadas las recaudaciones concernientes a los tributos sobre el incremento del valor de terrenos de naturaleza urbana (200.000 euros), Impuesto de Actividades Económicas (40.000 euros), gravamen sobre Construcciones, Instalaciones y Obras y Tasas de Licencias Urbanísticas (1.810.000 euros) y tasas de basuras (450.000 euros).
En realidad, esa mengua económica ya estaba programada por el Acord de Fadrell. Así lo avanzó la alcaldesa, Amparo Marco, al principio de la legislatura, ratificándolo meses después el portavoz del gobierno local, Rafa Simó, al señalar que "hay un acuerdo de no modificar las ordenanzas fiscales".
Sin embargo, lo que no se contemplaba era la pérdida de ingresos por una eventualidad como el coronavirus, con efectos directos sobre partidas cerradas y cuya estimación se había realizado a partir de la evolución de cursos contables precedentes.
En concreto, se refieren a los epígrafes relativos a la apertura de establecimientos, ocupación de vía pública, multas de circulación, recargos de apremio y concesiones administrativas. Por el nuevo escenario de la pandemia, y especialmente debido a lo sucedido durante el estado de alarma, el ayuntamiento recaudará 925.000 euros menos hasta el 31 de diciembre. El estudio económico de los técnicos incluye las siguientes cifras, siempre por orden de enunciado: 160.000 euros, 415.000 euros, 200.000 euros, 100.000 euros y 50.000 euros.
Eso sí, los propios funcionarios advierten que esa disminución se compensará, parcialmente, por la mayor previsión de ingresos que se produce en las cesiones de impuestos estatales (453.522,91 euros) y capítulo 5 de transferencias corrientes (471.688,33 euros).
No obstante, el decremento de más de 4,7 millones de euros ha obligado a realizar importantes ajustes para aprobar definitivamente el presupuesto de 2020, cifrado en 180 millones de euros y que el equipo de gobierno confía en que entre en vigor en la segunda quincena de agosto.