CASTELLÓ. La tercera revisión catastral desde que gobierna la coalición progresista (en esta legislatura, PSPV-PSOE, Compromís y Podem-EUPV), y que se determina por el valor del suelo y la tasación de la construcción, bajará el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) en Castelló durante 2020, un descenso que será mayor al congelarse el canon del Ayuntamiento, lo que mermará las arcas municipales en dos millones de euros, aproximadamente.
El equipo de gobierno, según su portavoz, Rafa Simó, mantendrá la fiscalidad aprobada para 2019. "Hay un acuerdo de no modificar las ordenanzas fiscales, por lo que no habrá cambios", sostiene, en alusión al próximo año.
El comúnmente conocido como IBI, cuyo pago puede realizarse de una sola vez o fraccionado (hasta en ocho mensualidades, de marzo a octubre), depende de dos coeficientes a partir de variables como la antigüedad de la edificación, las características del terreno o el material de construcción, además de las dos indicadas con anterioridad.
Esos factores se dividen entre el gravamen del Ministerio de Hacienda, referido al catastro, y la imposición municipal, que no variará en el caso de la capital de la Plana con vistas al nuevo ejercicio.
Los distintos tributos vigentes en Castelló desde el 1 de enero se aprobaron por pleno el 25 de octubre de 2018. El entonces bipartito (PSPV y Compromís), con el apoyo de su socio de gobierno (Castelló en Moviment), avaló una fiscalidad progresiva en tasas como el Impuesto de Actividades Económicas (IAE), la plusvalía o el arancel de circulación.
En lo que concierne al IBI, el Pacte del Grau consiguió aplicar una rebaja de los valores catastrales a raíz de solicitar a Hacienda una doble revisión de los coeficientes. El reajuste, como explicó el concejal delegado de Gestión Municipal, Antonio Lorenzo, frenó el incremento que soportaban los castellonenses desde 2012 en la última etapa del Partido Popular.
Así, en 2018 la reducción rondó el 9,1% y en 2019 ha alcanzado el 9,3%. Así, el edil puso como ejemplo que un inmueble tipo con una tasación de 100.000 euros en 2016 pasaba de pagar una cuota de 787 euros a una de 583,9 euros durante el presente año.
El Gobierno municipal también 'bloqueó' la contribución de la basura, de manera que anunció la misma tarifa, a pesar de haberse aumentado el coste del servicio. Del mismo modo, tampoco alteró la cuota hiperreducida dirigida a familias en riesgo de exclusión social.
Ahora se volverá a producir una tercer readaptación del catastro a la baja, concedida y autorizada por el Ministerio, pero que será oficial en el momento en que aparezca publicada en el Boletín Oficial del Estado (BOE).