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valència a tota virolla

Los 50 días que cambiaron el proceso de esta treintena de creadores valencianos

¿Puede apenas un mes y medio generar un impacto tan grande en la forma de crear? Un ‘Pérez-Reverte’ de llamadas a una treintena de creadores de València -o desde València- para abordar qué cambió en ellos

2/05/2020 - 

VALÈNCIA. Hemos leído muchos augurios (malos, generalmente) sobre un sinfín de sectores profesionales. El elemental conjuro para espantar los propios temores siempre pasa por verbalizarlos. Pero desescalemos hasta la intimidad. ¿Qué les cambió en su manera de hacer, de pintar, de diseñar, de articular, de pergeñar, de escribir, de manipular, de… crear?

Desde su sala de máquina, una tormenta de micro testimonios para encapsular una transformación todavía entre el mito convenido y la virulencia de un huracán.

Vayan pasando ordenadamente.

Lebrel, diseñador

“Estos días en los que muchos proyectos se han paralizado por falta de suministros o imposibilidad de desplazamiento, he aprovechado para dibujar y prototipar muchas ideas que almacenaba en la cabeza y que por falta de tiempo nunca desarrollaba. Me parece muy interesante el diseño con limitación de medios así que ésta era una buena oportunidad para repensar muchas de esas ideas adaptándolas a restos de materiales que disponía por el taller o sacados de algún antiguo prototipo desguazado. Antes de toda esta movida ya vivía bastante confinado y haciendo más o menos lo que hago ahora, así que no me ha supuesto demasiado trastorno. Quizás me haya reforzado la idea de hacer todo lo posible para encontrar la fórmula para vivir solo de proyectos realmente motivadores. Estas semanas se me están pasando volando”.

Núria Tamarit, ilustradora, autora de cómics

“Lo cierto es que el confinamiento me ha resultado, en cierto modo, liberador. Sin todos los compromisos adheridos a la profesión de dibujante (presentaciones, charlas, cursos, clases, viajes, etc) y con el flujo de encargos reducido, he tenido tiempo para pensar, reflexionar y escribir, además de dibujar por el simple placer de hacerlo (sin el yugo del cliente, el público o el editor) cosa difícil con el ritmo de vida habitual. Sin embargo, he visto en las redes sociales una intención permanente de demostrar que se está haciendo algo. Y entonces me doy cuenta de que vivimos en un sistema basado en la máxima productividad y consumo en el que, ni estando en cuarentena durante una pandemia, se concibe la idea tan natural de aburrirse”.

Betto García, sombrerero

“Empecé por una primera fase de aprovechar para descansar olvidarme del trabajo y de ahí entrar en un estado apático que me llevo al momento bajón, sentirme poco útil que no estoy aprovechando el tiempo… (...) Ahora me encuentro en un momento super guay a nivel creativo, agradezco no tener esa vida social que tenía antes, porque puedo aprovechar mucho más el tiempo creativamente. El futuro es muy incierto por lo tanto estoy trabajando mucho sobre la manera de reinventarme y retomando disciplinas que tenía abandonadas. (...) Venimos de un tiempo en el que no pasaba nada y estaba todo inventado como nos decían siempre,  ahora hemos vivido una situación que nos obliga sí o sí a sacar la creatividad y a reinventarnos por narices, a tener la oportunidad de hacer cosas nuevas. Me veo en ese punto ahora mismo. La creatividad tan poco valorada es una herramienta necesaria para la resolución de cualquier problema”.

Adrián Salvador, director creativo Savage

“Durante estas semanas hemos adaptado nuestras rutinas pero sigo trabajando, impartiendo mis clases en Barreira a través de videoconferencias, al igual que seguimos asesorando y re-orientando a nuestros clientes del estudio. Lo más importante está siendo la diferenciación entre ruido e información, estoy totalmente infoxicado. Intento hacer un ejercicio de organización de la información y sobre todo de síntesis de esta para poder reflexionar.  Tenemos abiertos tantos frentes que es importante que vayamos sacando conclusiones. (...) Ahora mismo estamos en el banquillo, y no podemos enfriarnos, tenemos que seguir entrenando, porque no sabemos lo que va a pasar cuando abran las puertas de nuevo. Pero sí que sabemos, que uno juega como entrena.
Porque unas veces se gana y otras se aprende. Ahora tenemos que aprender”.

Mathieu Mercier, artista

“La situación solo confirma algo de lo que ya estaba convencido: la percepción de la realidad puede cambiar muy, muy rápidamente. Regresé al origen de mi trabajo haciéndome unas preguntas simples: ¿Cómo puedo hacer alguna cosa con lo que tengo disponible justo aquí?, ¿cómo puede tener sentido haciéndolo con unas pocas acciones? Esa fue la base que me empujó a crear objetos cotidianos. Hice un taller con estudiantes de arte, justo antes de la pandemia, llamado «Monochromes & Readymades». Improvisamos un espectáculo con solo lo que se encontraba en los cubos de basura y que había sido dejado por los otros estudiantes. ¡Fue muy emocionante! Supongo que fue una buena manera de explorar el proceso creativo con humildad. (...) Internet es una herramienta maravillosa para mantenerse informado, sin embargo, no tiene nada que ver con una experiencia real”.

Paula Collado y Carmen Fortea, Corinne Films

“Nos dedicamos principalmente a rodar, y los rodajes, por ahora y hasta no se sabe cuándo, estarán parados. Los días previos a declararse el Estado de Emergencia, estábamos preparando un videoclip que se ha quedado en el limbo. Esta pérdida económica va a ser devastadora y, aunque somos ahorradoras por naturaleza (la generación afectada por la crisis del 2007 no podría ser otra cosa), tenemos más miedo que nunca de que esta industria pare durante tanto tiempo y se añadan tantas restricciones en los rodajes que sea realmente imposible sobrevivir. El miedo es inevitable. Sin embargo, lo más importante, es que lo que hacemos es contar historias. Y las historias se pueden contar de maneras infinitas. Por eso, en confinamiento y con muy pocos recursos, la situación está haciendo que ahora más que nunca reflexionemos sobre qué queremos contar, y cómo queremos contarlo. De ahí nacen los tres manifiestos inspirados en el texto de Ray Loriga que aunque esté escrito en 2009, resume a la perfección cómo nos sentimos ahora. Es interesante cómo el distanciamiento social nos ha hecho darnos cuenta de que, ahora más que nunca, nos necesitamos los unos a los otros, aunque sea a dos metros”.

Patricia Bolinches, ilustradora y diseñadora gráfica

“Las primeras semanas me costaba mucho concentrarme, había tanto que asimilar que mi cabeza no podía estar calmada. La intranquilidad en cuanto a salud y como no en la intranquilidad profesional ayudaba más bien poco, pero al final no hay nada como crearse rutinas para que todo sea más llevadero. Todo es cuestión de tiempo. (...) A nivel global, me llamó mucho la atención ese estado de "no tenemos que parar de hacer cosas en casa, tanto a nivel individual como familiar", la opción de bajar el ritmo no entraba dentro de las propuestas. Eso dice mucho. A nivel profesional me hizo pensar en si nuestra profesión en estas cosas es prescindible. Y a nivel personal me ha servido para cambiar el ritmo y mirar hacia adentro”.

Taiat Dansa. Foto: EVA MÁÑEZ

Meritxell Barberá e Inma García, coreógrafas de Taiat Dansa

“Hemos empezado a escribir un cuaderno de creación sobre Taiat Dansa. Cómo empezamos, nuestros impulsos como creadoras hasta la actualidad. Esto nos ha llevado a reflexionar mucho sobre nuestra trayectoria y más bien sobre nuestras necesidades y deseos como coreógrafas y bailarinas. Un momento tan crucial como este invita a hacer balance. Si uno de los grandes problemas históricos de la danza, al mismo tiempo que su sello de identidad, ha sido su perdurabilidad, su valor efímero y la dificultad para encontrar un soporte que permita su transmisión generacional, la situación pandémica actual nos obliga a reflexionar sobre la idoneidad de acceder a la danza en este momento a través de vídeos y formatos on Line. Desde nuestro punto de vista, solamente una coreografía pensada para ser editada en vídeo, creada para formato vídeodanza, puede alcanzar ese nivel tan deseado como el que se logra al ver la danza en vivo. Así que nos encontramos ante una gran encrucijada. Nos cuesta imaginar a la danza de manera on line, deseamos que esto solo responda a un breve momento y que su reformulación (si ha de haberla debido a esta “nueva normalidad”) no ponga en juego el poder de disfrutar la danza en vivo.
De entre las artes de la representación, fue fundamental que le tocara a la danza encarnar la carencia, la caducidad de toda representación; y hacerlo a través de lo carente, de lo caduco por excelencia, que es el cuerpo mortal”.

África Pitarch, directora de arte e ilustradora

“Mi proceso creativo durante el confinamiento ha ido muy de la mano de mi situación emocional, que está siendo una montaña rusa. Al principio pasé por una fase complicada debido a una exigencia que me impuse a mí misma, sentía que como creativa tenía que dedicar este tiempo a crear algo artístico y representativo del momento. La verdad es que estuve bloqueada durante los primeros días, y cuando empecé a darme cuenta de lo mucho que iba a durar y de que no era una premisa tan importante, conseguí empezar a hacer obra creativa que me gustara sin presión, que son fáciles y que simplemente me hacen feliz. (...) He sacado todos los materiales que he ido acumulando durante años, porque no tiro nada, y me he dedicado a intentar darles una segunda vida gracias a la pintura, algunos intentos totalmente fallidos, pero con otros estoy satisfecha. Llevaba mucho tiempo sin terminar algo de forma manual, al final mi día a día acaba siendo digital y pantallas, y poder dedicarle tiempo a pintar con las manos es casi un terapia. (...) La creatividad no se puede forzar, pero sí se tiene que trabajar”.

Jorge Martí, líder de La Habitació Roja

“Produce un ruido infernal que lo impregna todo y va dejando un poso de duelo, desesperación e incertidumbre, que a día de hoy todavía estoy intentando digerir. Tampoco ayuda mucho la clase política y la miserable actitud de la oposición. Espero que el tiempo me dé la oportunidad de poder reciclar y convertir toda esta espiral de emociones en alguna composición que valga la pena, pero de momento, me noquea más que otra cosa. Tengo unos vaivenes emocionales constantes y hay días en los que cuesta levantarse. Estoy seguro de que todas estas vivencias aflorarán de algún modo y saldrán a la luz tarde o temprano en forma de canciones o textos. (...) No tengo la menor duda de que mi proceso creativo se ha resentido. Es verdad que hemos grabado varias canciones desde el confinamiento, entre ellas una nueva, que aunque escrita antes de que empezara la pandemia, guarda cierta relación con el momento vital que estamos atravesando, pero supongo que es un pobre balance. Me gusta que hagamos las cosas con naturalidad, para que fluyan libres y en armonía, así que tampoco hay que forzar las cosas. Si surgen canciones espontáneamente, intentamos materializarlas, si no, esperamos con paciencia, porque la magia llega en los momentos más inesperados. Siempre he tenido la sensación de que uno está creando todo el tiempo, no solo cuando escribe o graba, y que ese proceso de observación participante que es el día a día, aunque en ocasiones pueda parecer estéril, es sin duda alguna parte importante en la creación y alimento de las composiciones que vendrán. (...) Ahora mismo siento una imperiosa necesidad de desahogo y nada mejor para ello que dar rienda suelta a la creatividad, pero esta yace presa, en estado de shock, del tremendo impacto que la crisis sanitaria está significando en lo humano y en lo profesional. Cuesta dormir, cuesta concentrarse y tener el pulso y la energía requeridas para ponerse a escribir una canción (o como también estoy haciendo ahora, un libro)”.

Karma Cereza, cantante de Mueveloreina

“No hay distracciones ni eventos que uno no quiere perderse, ni fines de semana que duran hasta el martes. Y por eso estamos siendo super productivos. También como una manera de evadirnos para precisamente no pensar demasiado en lo que será mañana la cultura. Al margen de dónde nos quieran dejar, las artes en toda su amplitud son de necesidad vital. Porque para mí la cultura es para el ciudadano, lo que la fe al religioso, una vía para soñar, para reírse, para enfadarse, para debatir, para reflexionar, para vivir por encima de una realidad un poco cruda (la que nos viene) (...) Cambiar no ha cambiado mucho nuestro modus operandi, lo trabajamos todo solos y juntos desde casa, por lo que a nivel práctico no nos ha desbarajustado nada. Lo que se nos ha reforzado es la productividad y poner el foco en lo importante.  (...) Tengo que aprovechar muchísimo más el tiempo libre. Las horas están para vivirlas, por eso estoy en mi cabeza repitiéndome mucho que cuando todo pase y vuelva a la normalidad, tengo que dedicarle a las horas momentos vivos y no horas muertas mirándonos las caras”.

Hugo Barros, arquitecto, ilustrador

“Habitualmente dibujo cada día, en la calle, me gusta sentir la atmósfera y el contactar con la gente. Echo mucho de menos ese contacto. Por otro lado, a veces me apetece estar solo y dibujar vistas aéreas (desde una terraza vacía). Así que los primeros días de confinamiento disfruté dibujando desde mi azotea, hasta que lo prohibieron (antes de haber realizado todas las vistas que me hubiera gustado). Seguí dibujando algunas habitaciones de mi casa y desde la ventana, también con muchas ganas. Llevaba años pensando dibujar algunas de ellas y finalmente he encontrado la oportunidad. Siempre había querido probar el “urban sketching” en formato grande (y en caballete), así que he aprovechado para dibujar en tamaño A1 (59,4 × 84,1 cm) algunos apuntes que había realizado antes en formatos más pequeños. Trabajo entre 1 a 4 horas al día en estos dibujos, tardando en total unas 10 horas. Esto me ha permitido relajarme, viajar virtualmente y olvidarme que estoy encerrado en casa”.

Borja Mompó, líder de Modelo de Respuesta Polar

“Este encierro forzado me ayuda a no tener distracciones y puedo dar vueltas y vueltas sobre la misma idea. Llega un punto en el que pierdes la noción de la realidad y me gusta mucho lo que ocurre en ese momento de la creación. A diferencia de otros artistas, no me llegan ideas cuando estoy al aire libre y apenas saco la guitarra de mi casa. Tengo demasiados hobbies como para no disfrutar de una playa o de un paseo por la montaña. Por suerte me ha surgido la posibilidad de escribir para otros artistas con lo que es muy probable que dé salida a muchas de las canciones que estoy escribiendo. Esto me ayuda a centrarme, marcarme pequeños objetivos y llevar una rutina bastante aceptable”.

Jordi Llobregat, escritor

“Los escritores solemos auto-confinarnos para escribir. Sin embargo, al contrario de lo esperado, este confinamiento no ha sido muy positivo. Me ha resultado curioso, porque yo mismo pensaba que iba a poder darle un fuerte empujón a la novela en la que estoy trabajando, pero ha resultado al contrario. Hay varios motivos: uno de ellos es tener familia y que esté constantemente tirando de ti, interrumpiendo y, en definitiva, compartiendo las 24 horas el mismo espacio. Por otro lado, en la mente se instala una nebulosa producto de la incertidumbre, las preocupaciones y los miedos que, en estos momentos, sentimos todos, lo que hace más complicado centrarse en lo que uno quiere. (...) A través de una pantalla se levantan unas barreras sutiles que afectan la calidad y fluidez de lo que se comunica. Todo es demasiado aséptico. En una sociedad en que el gesto y el contacto es tan importante supone una gran pérdida y yo, especialmente, la sufro mucho. (...) Hay que tener como modelo a Wole Soyinka, primer escritor africano que recibió el premio Nobel de literatura. Estuvo dos años encarcelado e incomunicado y escribió durante su encierro una obra poética maravillosa en paquetes de cigarros y papel higiénico. Lo único que tenía a mano”.

Paul Loubet, artista

“Como se me han caido todos los curros y proyectos asegurados que tenía hasta octubre, me dio más tiempo para enfocar en mis cosas personales sin tener que pensar en otras. Pero logré marearme a mí mismo, poniéndome a hacer mil cosas distintas que ahora me cuesta terminar. También tuve más tiempo para investigar sobre temáticas que hace rato que venía buscando. Entre esas, los escenarios primitivos de videojuegos (zx spectrum, commodore) y la cartografía medieval. (...) Venía trabajando sobre temáticas como el colapso, epidemias, etc. Tenía de hecho un proyecto de exposición relacionado con la peste, pero me parece inoportuno seguirlo ahora mismo”.

Abel Iglesias, artista

“No he tenido ningún interés en la sobreexplotación y esa necesidad de mostrarse productivo que parece que ha estado imperando. He reforzado mi retorno a la pintura básica y primaria. Técnicas poco complejas como pintar el óleo, con los dedos, ha sido prácticamente mi única actividad. De una forma muy esporádica y cuando realmente he sentido la necesidad. El redescubrir el arte de una forma pasional e intensa con el placer del proceso como única finalidad. Me he tomado tiempo para reflexionar y poner en pausa todo, bajar revoluciones y simplemente vivir.  La interacción virtual como único canal de comunicación ha abierto las puertas a nuevos medios y técnicas, ya existentes, pero que para mi ahora cobran un significado y una relevancia real. Estoy explorando opciones como la realidad aumentada, para poder continuar con mi línea de trabajo frente a esta nueva etapa que vivimos y así mantener activa la interacción entre obra y público. En pocas palabras mi conclusión sería echar la vista atrás para seguir adelante con conciencia “the old to the new, the new to the old”.

Takashi Matsuo. Foto: KIKE TABERNER

Takashi Matsuo, ceramista

“Como tenía que paralizar todas las actividades económicas relacionadas con mi trabajo, decidí hacer cosas en casa. Trabajar en casa limita mucho, pero me parece que era la única manera para seguir avanzando. (...) Estoy haciendo piezas pequeñas o medianas para después poder llevar al taller, porque las piezas cerámicas no cocidas son muy frágiles. (...) Es difícil concentrarse para sacar ideas en este situación, así que cuando estoy trabajando intento desconectar del mundo y concentrarme en la pieza como hago siempre. (...) Va a influir en mí el apoyo de la gente durante estos días. Tengo que reflexionar mucho para sacar una conclusión, pero me gustaría trasmitirlo a través de mi creación cerámica”.

Dídac Ballester,  diseñador

“Antes de esta “otra” normalidad mi día a día se basaba fundamentalmente en trabajar muchas horas. Ahora hago prácticamente lo mismo, cuando no estoy trabajando en algún proyecto me dedico a investigar en torno al juego y el diseño o cosas así. Creo que en este aspecto el confinamiento no ha variado de forma sustancial mi práctica diaria. Es cierto que hace unos meses trasladé el estudio a mi nueva casa/estudio e imagino que esto me ha facilitado enormemente el poder mantener ahora mi día a día. Eso sí, por unas cosas u otras los meses previos a esta crisis fueron de mucho jaleo en el estudio y este parón me está ayudando mucho a reordenarme, a limpiarme de tanto ruido, quiero volver a escuchar el silencio mientras trabajo. Quizás esta sea la parte positiva. Lo que sí echo de menos es la conversación offline con Nacho Pérez, el diseñador con el que colaboro de manera habitual, creo que hablar, comentar, pensar con los colaboradores le sienta bien a los proyectos de diseño. Quizás esta sea la parte negativa”.

Vicente Gracia, diseñador de joyas

“El confinamiento nos ha hecho tener tiempo para nosotros, para la introspección, para la familia, para valorar la amistad, para valorar... en fin, los sentimientos más profundos. Nos ha hecho reflexionar sobre el proceso creativo, sobre cómo podemos contribuir a hacer un mundo mejor. Cómo nuestro trabajo puede influir positivamente sobre los sentimientos de las personas, cómo a través de la Belleza podemos ayudar a extender la mancha de aceite de los valores eternos de la Humanidad.”.

Virginia Lorente, ilustradora

“Hemos tenido que reaprender una manera de vivir totalmente diferente, así, de golpe, repleta de limitaciones (...) Tengo sensación de prisionera en mi propia casa, el ritmo de vida y de trabajo en mi caso ha pegado frenazo, muchos proyectos en los que estaba trabajando han caído o se han aplazado, por lo que también está siendo un tiempo de recuperar proyectos personales, utilizo la ilustración como terapia, una manera de huir de esta realidad irreal. Experimento, me dejo llevar por lo que me apetece, retomo ilustraciones que tenía pendientes para atypical, historias que tenía ganas de contar, vamos, lo que el resto del año quieres y no puedes. Otras veces no es huida, sino que necesito ilustrar la realidad, pequeñas reivindicaciones a través de la ilustración, utilizarla como medio de expresión. Estos ratos de tregua mental a mí me salvan. Luego toca volver a enfrentarse al día a día y al futuro inmediato”.

Vicent Martínez, diseñador

“La presión de las noticias estremecía y las dos primeras semanas de confinamiento fueron como entrar en una zona gris como en una super nebulosa que hacía que mis pensamientos y reflexiones se dispersaran con facilidad. Pero opté por dejar volar la creatividad, aunque fuera de una manera dispersa y desordenada, lo que me permitió, acumular notas, dibujos y bocetos de hipótesis de diseños y de propuestas que posteriormente he podido descifrar y valorar para seguir con algunas de ellas en la etapa que apareció después de las dos primeras semanas. (...) La crisis refuerza lo inmaterial, lo verdaderamente importante van a ser los intangibles que es capaz de generar la creatividad. El lujo virtuoso va a ser el silencio, lo sencillo, lo sano, lo simple o lo limpio. En 1880 William Morris decía “nunca hay que tener nada en casa que no se considere útil o se piense que no es bello”. Por otra parte, la operativa digital, la cual se ha fundido con lo no digital, es una transformación que estaba latente, pero que la epidemia ha forzado y ya va a ser irreversible. (...) La tarea de reconstrucción será dura y ahí el diseño y la innovación pueden aportar futuro, hay proyectos para ello y desde la dinámica de nuestra Capitalidad del Diseño mucha gente ésta ya trabajando en ello.  Y desde este punto de vista estratégico me viene a la memoria Xavi Calvo, Director General de la “Valencia Capital Mundial del Diseño 2022”, cuando nos cuenta cómo una vez acabada la segunda guerra mundial, Churchill impulsó el Design Council para reconstruir la producción en la Gran Bretaña. Una cita que nos hace pensar en el papel que el diseño podría aportar en la reconstrucción de la Comunitat Valenciana. El futuro es de la innovación y el diseño al servicio y mejora de la calidad de vida”.

Ana Criado, directora creativa

“El proceso creativo es el mismo. Yo vivo en California, aquí el confinamiento ha sido más leve que en España. Nosotros hemos podido salir a pasear sin problema, ya que naturalmente hay menos densidad de población. Yo no diría que mi proceso creativo haya cambiado en absoluto. Aunque trabajo desde casa, mi trabajo sigue siendo en equipo. Ahora mismo estoy trabajando para Apple, y al disgregarse el equipo (en este caso sí que estábamos trabajando desde las oficinas en Cupertino), ha cambiado la forma de relacionarnos ya que ha de ser telemática en lugar de presencial. Esto hace que sea un poco menos fluida y más fría la comunicación pero también ayuda a perder menos tiempo en desplazamientos y distracciones propias de trabajar en una oficina. (...) Es más solitario y frío pero más eficiente. Y la vida personal gana al aprovechar más el tiempo. (...) Se podría reducir y condensar el tiempo que pasamos en las oficinas al absolutamente necesario para mantener el vínculo personal del equipo. Quizás con 2-3 días a la semana presenciales sería más que suficiente”.

Cristina Bonora, diseñadora gráfica

“Disfruto de la calma, la lentitud, el espacio entre momentos y el silencio, sin sentirme mal. La mayor parte de mi trabajo creativo la realizo bajo encargo de un cliente, así que mi proceso creativo ha sido casi nulo, porque no he producido casi nada. Me pregunto, ¿qué es necesario producir? ¿y cómo lo estoy haciendo? Antes del confinamiento había entrado en una dinámica sin descanso entre trabajos. Intentar estar al día de todo, estar siempre presente y no parar de hacer. Este parón me ha servido para crear limpieza mental, eliminar sobreinformación y reducir el exceso de estímulos visuales."

Diego March, diseñador

“Los espacios que habitamos y las rutinas a las que nos abocan transforman nuestro lenguaje y procesos mentales. Solo la privación del tránsito hasta mi espacio de trabajo hace que al final del día me cueste más conectar ideas, hasta empatizar con el mundo a mi alrededor. (...) El hambre agudiza el ingenio, pero ahora no hay hambre, hay miedo. A la hora de afrontar mi trabajo surgían inseguridades, era incapaz de abstraerme. Ni siquiera me apetecía consumir cultura, que es un fertilizante esencial para desempeñar mi profesión. (...) Creo que la plasticidad mental pasa esencialmente por estar rodeados de gente, entornos e influjos en los que contrastar nuestra ideas y de los que enriquecernos. La creatividad no va a aparecer por atiborrarnos a documentales en casa, pasa por compartir y contrastar”.

Milena Villalba, fotógrafa

“Solemos vivir muy deprisa, con agendas saturadas. Con esta calma he tenido más tiempo para disfrutar lo que hacía, para experimentar incluso, y para imaginar nuevos proyectos. Realmente no sé si ha cambiado o reforzado algo, pero si me he dado cuenta de que no quiero vivir con tanta celeridad. También creo que es difícil. El propio sistema económico te obliga”.

Laura Castelló, ilustradora

“No soy de las personas que se ha sentido más creativa durante la cuarentena, más bien me pasé varias semanas siendo incapaz de concentrarme. No podía leer un libro, ni prestar atención mucho rato y trabajar me resultó súper complicado. Lo que antes me hubiera costado unos días tardé semanas en hacerlo. En mi caso llevaba muchos meses con un ritmo de trabajo muy exagerado, descansando muy poco y con horarios sin pausa. Esta situación paró en seco mi ritmo diario y creo que me quedé como atontada. En ese punto decidí no exigirme estar productiva todo el tiempo y por una vez disfrutar de parar. (...) La situación me ha hecho ver el tiempo que paso encerrada en el estudio aislada.  ¿Cómo es posible que llevara haciendo esto tantos años? Es algo a lo que ya venía dándole vueltas desde hace mucho pero ahora soy más consciente de la necesidad física y mental de trabajar fuera, separar espacios y compartir con otros los procesos, las ideas o dudas y el enriquecimiento que eso supone”.

Iñigo Soler, cantante

“Para mí el confinamiento ha sido un amplificador de emociones: he llorado más que nunca con la tele y a la vez me he sorprendido sonriendo con muchísima plenitud mientras regaba las plantas. Pasarlo solo en casa me ha dado espacio para usar ese punto de sensibilidad en nuevas canciones. Todas con el confinamiento con más o menos presencia, porque es el escenario que estamos viviendo, no estamos saliendo a la calle a que pasen otras cosas. De entre ellas, una saldrá a la luz los próximos días: la más positiva. Una cosa que me ha ayudado muchísimo a mantener mi vida laboral y mi vida artística activa, ha sido marcarme horarios. (...). En mi caso, la acción mueve a la inspiración y no al revés. (...) Me gustaría pensar que después de haber tenido todos este tiempo de reflexión individual, saldremos a la calle sacando nuestra mejor versión”.

Gràffica. Foto: KIKE TABERNER

Ana Gea, directora de Gràffica

“Las semanas han pasado a tener siete días y el día 24 horas, la mente se ha calmado y eso hace que el proceso creativo sea mucho más fluido y lo que es más importante, que las ideas surjan de manera más sosegada. (...) Llevaba mucho tiempo tratando de centrarme en un proyecto al que las voluntades electas y los ritmos agitados de vida me impedían dedicarle tiempo, por lo que venía habitando la frustración de manera constante y en este periodo he encontrado la oportunidad de centrarme en él. La ausencia de todo tipo de planes es parte de la clave para que la creatividad aflore, pero también, la sensación de que estás donde debes estar y no existe ninguna otra posibilidad. Al no poder estar en ningún otro lugar, el cerebro reacciona de manera más clara y concisa, elimina por completo la sensación de que te estás perdiendo algo, ya que no tienes posibilidad material de tenerlo. (...) Las autenticidades se refuerzan y son muy positivas para el proceso creativo, se generan pensamientos de raíz, sin ruidos de fondo y con la seguridad de que existe el tiempo y la reflexión por delante para analizar si la idea es fiel a la materialización. Por otra parte, esta situación te hace ser mucho más consciente de lo importante y apartar lo urgente, que suele tener una gran capacidad de absorber tu tiempo en la vida “normal”, y lo que es más curioso, casi sin ser consciente de ello. (...) Tengo la nítida certeza de que la incertidumbre es de una de las pocas seguridades evidentes, que la vida es totalmente inesperada y que las crisis son realmente oportunidades, siempre y cuando te permitan salir con aprendizajes de ellas”.

Isa Viso, directora creativa de Granissat

“La creatividad es impredecible. Nunca sabes cuando surge ni porqué. A veces aparece mientras te duchas, otras mientras te comes un bocadillo de tortilla o incluso después de pasar un día más aburrido que una ostra. Al final la creatividad es parte de cada uno de nosotros, de cada persona. Hacer procesos creativos para producir ideas diferentes dependen de muchas cosas que nos rodean y de nuestra propia experiencia. El confinamiento ha sido pues, una nueva vía de exploración hacia nuevos caminos y procesos de trabajo que en mi caso, no había explorado con anterioridad. Pero no ha sido una mala experiencia, todo lo contrario. Ahora sé que puedo pensar una buena idea de campaña con el pijama puesto. Evidentemente esta cuarentena nos ha hecho cambiar. (...) Este confinamiento nos ha separado, como en Tu a Londres y yo a California, pero nos ha enseñado a la fuerza a tener que trabajar a distancia para que, a pesar de no vernos las caras, podamos sacar el mejor trabajo posible. ¿Acaso la comunicación no tiene que adaptarse a los ritmos de la sociedad y a las nuevas circunstancias?”.

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