VALÈNCIA. La intención de Turisme Comunitat Valenciana de capitalizar la política autonómica alrededor de los festivales de música no deja de avanzar. La marca Mediterranew Musix se presentó en julio de 2016 y desde entonces, poco a poco, y a base de presentar una línea de ayudas muy atractiva para los grandes festivales, ha ido consiguiendo que las citas musicales más importantes del territorio se adhieran a ella. Conforme van pasando los años, más iniciativas se van uniendo, y con ello, se han promovido algunos cambios legislativos.
Turisme Comunitat Valenciana iba esta semana a Fitur con ganas de sacar pecho, porque desde el 1 de enero ha entrado en vigor el primer cambio de ley que implica otra conselleria, la modificación de la Ley del Ruido. Tal y como avanzó este diario, en la Ley de Acompañamiento se incluyó una disposición para incluir a los festivales de música que estuvieran reconocidos, como en la Ley del Turismo, como bien turístico de primer nivel. Esta medida, que flexibiliza y da seguridad seguridad jurídico los macroeventos, solo se aplica a aquellos que forman parte de la marca turística. Desde el departamento quieren hacer pedagogía repitiendo que “no se está dando carta blanca a los festivales, sino igualando sus condiciones con las fiestas patronales”, y añaden que “este margen de permisividad se otorgaría de manera pormenorizada en cada uno de los casos”.
La semana pasada también se dio otro paso adelante, con la modificación de las bases y la inscripción a este programa. Por una parte, Mediterranew Musix y Mediterranew Fest se han incluído en el portal Creaturisme, la estrategia de Creación de producto turístico de Turisme Comunitat Valenciana, agilizando así la burocracia necesaria significativamente. Por otra parte, la convocatoria de ayudas a las actividades musicales de impacto turístico de empresas, asociaciones, federaciones y fundaciones en 2020, incluirán -por primera vez- el requisito de pertenecer a la marca. ¿Qué significa eso? Que los festivales que quieran recibir ayudas públicas se someterán a un control de calidad llevado por el departamento, que desde el principio tendrán que firmar el Código Ético del Turismo Valenciano.
“No se trata de ahuyentar a los festivales, sino todo lo contrario, atraerles bien” comentan fuentes de Turisme Comunitat Valenciana. De esta manera, se refuerza el papel de mediador entre los ayuntamientos y las promotoras privadas, que ya este año ha superado la decena, según comentaron en una presentación en Fitur. La idea de Mediterranew Musix y Mediterranew Fest es, poco a poco, promover cambios en los festivales que corrijan algunas de las peticiones más importantes de los y las consumidoras, mientras también refuerza la seguridad jurídica que las promotoras piden a la Administración. En este sentido, la marca también permite que administraciones como ayuntamientos se unan también a la marca bajo la figura de entidad colaboradora, con el objetivo de que también firmen un compromiso por el entendimiento y convivencia de estas iniciativas en sus localidades.
Pero tal vez el anuncio más destacado que se hizo en la feria de turismo de Madrid fue la idea de creación de una tercera marca del paraguas Meditarranew. Si al principio se lanzó Mediterranew Fest y Mediterranew Musix (las iniciativas se unen a una o a otra dependiendo de su presupuesto, asistencia de público o impactos en las redes sociales), Turisme Comunitat Valenciana ha apuntado 2020 como el año de previsiblemente lanzamiento de una tercera marca, con nombre provisional Mediterranew Experience, dirigidas a festivales que son más pequeños que los que pasan el corte de las otras dos marcas, pero que no dejan de dinamizar turística y culturalmente el territorio.
Los ejemplos son innumerables. Singing in the cave, en Vall d’Uixò, es un ciclo de conciertos que se realizan en pequeño formato y con un aforo muy reducido dentro de las Coves de Sant Josep. Surforama moviliza a la comunidad rockera de medio país durante un fin de semana en València, aunque el aforo cabe en varias salas de conciertos. Esta misma semana, el festival Formigues, que se venía realizando en Benicàssim, anunciaba que cancelaba para este año su octava edición aduciendo "la insuficiente financiación" y "apoyo verdadero por parte de la administración". “No tenemos el pulmón económico necesario para asumir el coste que ya estaba adquiriendo el festival. Por eso, como tampoco teníamos el apoyo financiero que el Formigues necesita para garantizar una buena programación y servicios, hemos tomado esta dura decisión”, añadían.
Con esta nueva marca, aún en proceso de definición y puesta en marcha, iniciativas como las nombradas, y otras muchas que se desarollan a lo largo de la Comunitat, podrían cobrar fuerza. Desde Turisme Comunitat Valenciana apuntaban a la posibilidad de que, a medio plazo, parte del presupuesto destinado a las ayudas a festivales, también estuvieran destinadas a apoyar estas propuestas.
La medida solo beneficiaría a los eventos que estuvieran bajo el paraguas del sello de calidad turístico Mediterranew Musix y no exime a las promotoras a tomar todas las medidas posibles para reducir su impacto de ruido