CASTELLÓ. La alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, no quiere dejar los deberes de los sueldos para el último día. A menos de dos semanas del pleno ordinario de julio (jueves 27), en el que está previsto aprobar el nuevo régimen retributivo de la corporación, entre otros asuntos, la primera munícipe pretende consensuar en estos días con la oposición la tabla de remuneraciones con vistas al legislatura. La idea radica en buscar un acuerdo (con los tres grupos o, a la menos, con alguno) antes del próximo sábado.
Así lo señalan desde el PP, que insisten en destacar la permanente comunicación con el PSPV (9 regidores), Vox (cuatro) y Compromís (tres) para abordar este y otros temas (por ejemplo, la asignación de asesores), aunque la versión tanto de socialistas como de valencianistas y de la formación de extrema derecha difiere ostensiblemente. Sea como fuere, fuentes consultadas advierten que el portavoz del Partido Popular, Sergio Toledo, prevé emplazar al resto de sus homólogos más pronto que tarde para presentarles una oferta formal sobre los emolumentos de los concejales. Con que los populares (11 representantes), obtengan el visto bueno de alguno de los tres grupos tendrá suficiente para garantizarse la mayoría absoluta y evitar sobresaltos en la votación del 27.
Hace poco más de una semana (en concreto, el pasado lunes), Carrasco reconoció que esa propuesta supone un encaje de bolillos en vista de que cada formación muestra necesidades muy dispares. Al menos, tras la primera toma de contacto que se produjo a mediados de junio después de la toma de posesión. Mientras alguna fuerza política plantea que se aplique una rebaja de los salarios, teniendo en cuenta que el PP se pasó todo el anterior mandato criticando al Acord de Fadrell por la subida del 50%, las otras demandas van en la línea de aumentar la dedicación de los portavoces de la oposición (llegar al 100%) y modificar el reparto de colaboradores establecido por el equipo de gobierno a propósito del personal eventual.
La Junta de Gobierno Local celebrada el 7 de julio acordó mantener el número de 25 asesores heredado del anterior ejecutivo. Sin embargo, al existir menos partidos en el dibujo de la corporación (desaparecen Podem y Ciudadanos), se decidió que los dos asistentes libres lo absorba el equipo de gobierno.
Del mismo modo, se fijó mantener la proporción de un colaborador por cada cuatro representantes. Esto significa que al PP le corresponden 21 asesores entre alcaldía, ejecutivo y grupo municipal, mientras que el resto se distribuye entre el PSPV (dos), Vox (uno) y Compromís (el último).
En cuanto a las retribuciones de los regidores, el planteamiento que siempre ha defendido Carrasco es que las percepciones se mantengan en relación al último mandato. Eso sí, realizando siempre un reajuste en la escala en función de las responsabilidades de los ediles, sobre todo de los 11 que integran el equipo de gobierno.
De acuerdo con el último dato que recoge la web municipal, tras la revalorizando de estos años por la aplicación del IPC y otros conceptos, el sueldo anual bruto de la alcaldesa asciende a 78.554.52 euros. Si se trata de un concejal a jornada completa (100%) la cuantía se sitúa en 62.843,52 euros. Esa cantidad baja de manera notable en el caso de los regidores de la oposición con una dedicación parcial. Los portavoces, con el 25%, cobran 28.806,12 euros. Los adjuntos, por su partes (20%), perciben 21.451,44 euros.