CASTELLÓ. Begoña Carrasco vive días frenéticos desde que el pasado domingo ganara las elecciones con el Partido Popular en Castelló. La futura alcaldesa está inmersa en varios frentes para asegurarse cuanto antes un gobierno estable. Al mismo tiempo que trabaja en el diseño de una estrategia negociadora (todo apunta que para pactar con Vox), empieza a trazar su equipo con el reparto de competencias. Sin haber definido todavía el número de concejalías y el contenido de cada una, ya que depende de ese posible acuerdo con otra formación, sí que tiene claras algunas premisas de cómo pretende que sea su ejecutivo.
El secretario general de la agrupación local, Sergio Toledo, número 3 de la candidatura, se perfila como el hombre fuerte de la primera munícipe. La foto de hace unos días, en la celebración del Partido Popular, no es casual. El director de campaña no solo compartió sobre el escenario con Carrasco el éxito en las urnas, una instantánea que completaron la presidenta y el secretario general del PPCS, Marta Barrachina y Salvador Aguilella, respectivamente; el cabeza de lista a Les Corts y expresidente de la Generalitat, Alberto Fabra; y la senadora Salomé Pradas. El joven político también recibió los elogios de la líder popular por "su gran trabajo".
Toledo ha sido la mente pensante de algunas de las iniciativas impelidas por Carrasco en la campaña. Las acciones más virales han tenido su sello, siempre buscando la originalidad y un impacto directo sobre el electorado. La futura alcaldesa considera que esa aportación, como la de otros miembros de su equipo, ha resultado esencial para convertir al PP en la fuerza más votada, con un crecimiento de más de 10.000 votos respecto al plebiscito de 2019.
El premio al secretario general puede ser de muchas maneras. La concejalía de Urbanismo siempre ha sido especialmente significativa para los gobiernos populares. Sin ir más lejos, sirvió de trampolín para el citado Alberto Fabra, que después acabó siendo el alcalde de la ciudad y más tarde jefe del Consell; y para Javier Moliner, que luego se convirtió en presidente de la Diputación Provincial. Otro caramelo dentro del ejecutivo local es la portavocía, ya que garantiza una vez por semana una comparecencia pública antes los medios de comunicación, es decir, visibilidad y proyección.
Además de Toledo, otro nombre importante para Carrasco es Juan Carlos Redondo, número 4 de la lista, que asumirá el área económica, una de las más relevantes y que incluye, entre otros cometidos, la elaboración tanto de los presupuestos como de la fiscalidad. En este caso, se trata de realizar la propuesta anual de los impuestos, cuya bajada ha sido una de las banderas del PP.
En el Grupo Municipal Popular que tome posesión el 17 de junio, día de constitución de la nueva corporación, no se descarta que se produzca alguna novedad. De los 11 candidatos que deben recoger su acta, es posible que Salomé Pradas y Susana Fabregat, la dos y la seis de la lista, respectivamente, terminen renunciando para marcharse a València. Algunas fuentes consultadas así lo señalan a este diario tras haber logrado ambas escaño en el parlamento autonómico.
La primera, actual senadora, podría asumir una cartera en el nuevo gobierno valenciano. La segunda, concejala desde 2019, apunta a ocupar un cargo en el segundo o tercer escalón por su estrecha relación de amistad con el líder del PPCV y futuro presidente de la Generalitat, Carlos Mazón. De producirse las dos bajas, las números 12 y 13 de la candidatura de Carrasco, Maica Hurtado y Clara Adsuara, lograrían acta de regidora.