CASTELLÓ. El Ayuntamiento de Castelló se asegura la mejora de otra urbanización de montaña, que se suma al desarrollo de La Joquera. Hasta cuatro empresas se disputan el contrato de más de 1,2 millones de euros para construir la red de saneamiento de La Galera, una actuación de la que se van a beneficiar alrededor de 150 viviendas distribuidas en una superficie de unos 200.000 metros cuadrados.
Las mercantiles que pujan por implantar el alcantarillado son las castellonenses Becsa (Simetría Grupo), Civicons (Xiob Grup) y Juan José Sánchez López (Jujosa) y la valenciana Pavasal. Todas son especialistas en obra civil y suelen ser habituales en las licitaciones impelidas por la entidad local, independientemente de si se trata de actuaciones de rehabilitación o construcción de carreteras.
Aunque las cuatro han presentado la documentación para participar en el concurso público, falta que alguna aclare información administrativa a fin de que la Mesa de Contratación comience la baremación de las plicas con los criterios técnicos y económicos. Fuentes municipales aseguran que la materialización de las conducciones de aguas, al tratarse de una pretérita reivindicación de los vecinos, no se debe demorar en el tiempo, más allá del inflexible plazo de ejecución de ocho meses.
Esto significa que la idea pasa por iniciar la valoración de las propuestas durante la semana próxima. Incluso, no se descarta resolver la licitación y elevar una propuesta de adjudicación a finales de julio. De hecho, las mismas fuentes consideran imperativo tomar una decisión antes del parón de agosto, mes tradicionalmente inhábil, para acelerar los tiempos.
La Galera se ubica en la zona oeste del término municipal, junto a la carretera CV-16, en suelo clasificado como urbano y conformado por viviendas unifamiliares aisladas y edificadas en su amplia mayoría. La urbanización está desarrollada desde hace muchos años con servicios urbanos como pavimentación, agua potable (parcialmente), red eléctrica en baja tensión, telefonía (aérea) y alumbrado público. Sin embargo, carece de una red de saneamiento, una reclamación de los residentes desde hace décadas y que hasta ahora no había sido atendida.
En efecto, las obras consisten en la construcción de acometidas domiciliarias para verter el contenido de las citadas aguas fecales hasta un desagüe general. En la actualidad, muchas construcciones cuentan con fosas sépticas o pozos absorbentes propios, que resultan insuficientes para solucionar la problemática en la zona.
Por las características de la urbanización, la gran mayoría de las calles permite realizar la evacuación de las aguas residuales por gravedad, siendo en ocasiones el condicionante, la necesidad de perder energía, para evitar que la velocidad del agua supere los 4 m/s. Para ello, se han planteado pozos de registro en los que se realizará un pequeño salto que permita mantener una línea de energía adecuada.