CASTELLÓ. La Generalitat ha otorgado seis declaraciones de impacto ambiental (DIA) favorables para la ampliación de diferentes empresas dedicadas al reciclaje y la valorización de residuos en Castellón. Casi todas las autorizaciones corresponden a negocios radicados en el norte de la provincia y están relacionados con la recuperación de plásticos, aluminio, escombros y restos de poda.
El sector del reciclaje de materiales atraviesa un buen momento en la provincia. Muchos clientes proceden de la industria azulejera, inmersa a su vez en un proceso de descarbonización, con el surgimiento de nuevas fuentes de energía como el hidrógeno en detrimento del gas.
Una de esas empresas en expansión vinculada al reciclaje de residuos cerámicos es CTR Mediterráneo, que ha ampliado sus instalaciones de Vall d’Alba para dar cabida a una nueva actividad de lavado de big-bags de la industria azulejera, así como al reciclaje de residuos de plástico flexible para extrusión y textiles, depuración de aguas residuales, recuperación de sólidos inorgánicos, valorización de metales y almacenamiento de residuos sanitarios.
CTR Mediterráneo arrancó su negocio en el año 2000 con el reciclaje de neumáticos usados y en 2010 reestructuró todo su proceso industrial para instalar nueva maquinaria, incorporar el servicio de destrucción de papel confidencial y abrirse a la valorización y recuperación de residuos metálicos del sector de la automoción.
Ahora, la DIA le ha permitido ampliar sus instalaciones hasta los 24.436 metros cuadrados para atender los trabajos de inertificación de residuos hasta un máximo de 13.000 toneladas anuales. La intención inicial de la compañía era instaurar también en sus instalaciones del polígono industrial Caseta Blanca un nuevo servicio de valorización de pinturas pero al final lo ha descartado. La ampliación del negocio ha coincidido con la compra de CTR Mediterráneo por parte de la compañía francesa Grupo Paprec, especializada también en la gestión integral de residuos.
Por su parte, la empresa Recofibers ha ampliado sus instalaciones de Catí con tres naves, adosadas a la que ya existía junto a la carretera CV-128 para aumentar su capacidad de valorización de plástico y aluminio. En concreto, 7.000 toneladas anuales de cada material, con la idea de alcanzar un tope de 21.000 toneladas al año.
El aval a la DIA ha permitido a la empresa instalar un desgarrador y dos molinos para triturar el plástico y el aluminio, así como un micronizador para reducir los residuos a partículas muy pequeñas, un separador electrostático para separar los restos micronizados de plástico de aluminio y una briqueteadora para compactarlo en bloques. Recofibers fabrica fibras regeneradas, especialmente poliéster y polipropileno, para diversos clientes y está muy arraigada en el Baix Maestrat.
Otra empresa es expansión es Áridos y Hormigones Hermanos Gil, ubicada en la misma comarca, en su caso en Atzeneta del Maestrat. La intención es ampliar la fábrica de tratamiento de áridos operativa desde el año 2007 para empezar a valorizar materiales cerámicos, hormigón, ladrillos, tejas, tierra, piedras, lodos y balastos de vías férreas que no contengan sustancias peligrosas.
Áridos y Hormigones Hermanos Gil ya trabajaba el negocio del reciclaje de residuos desde el año 2011 en una parcela anexa de 6.032 metros cuadrados de superficie dentro del perímetro de la cantera, a la que se accede desde la carretera CV-170. La empresa pretende con las nuevas instalaciones tratar un máximo de 1.246 toneladas anuales de residuos. De momento, ya disponen de la DIA favorable.
Más al sur, en Vilafamés, Ravi Iniciativas Medioambientales cuenta ya con la declaración de impacto para añadir una planta de reciclaje y valorización de residuos de construcción y demolición a la cantera que explota en la Partida Pla de Fenosa, junto a la Rambla de la Viuda. En esa parcela anexa de 2.743 metros cuadrados se triturarán y tamizarán hasta 30.000 toneladas anuales de material de construcción para convertirlo en residuo inerte que se empleará para restaurar huecos mineros.
La empresa prevé instalar un molino arenero, una pala cargadora y una miniexcavadora giratoria con pinza de clasificación. Ravi ya ha habilitado en la zona de recepción de la cantera, de 39.707 metros cuadrados, un espacio para clasificar, almacenar y transferir los residuos.
En Alcalà de Xivert, la empresa Viveros Alcossebre proyecta la construcción de una planta de compostaje de restos de poda en una parcela de 5.808 metros cuadrados anexa a sus instalaciones de la carretera CV-142, a media distancia con Alcossebre. La planta, que ya cuenta con la DIA favorable, tratará hasta 3.000 metros cúbicos al año de restos de poda y podrá producir 378 metros cúbicos anuales de compost, que se empleará como abono en jardines.
En Burriana, la empresa Contebur ya cuenta con la DIA favorable para adecuar una parcela de 441 metros cuadrados ubicada en la carretera de Nules donde albergar una actividad de reciclaje y almacenaje de residuos inertes y un aparcamiento para camiones propios. Contebur recoge escombros, madera, plásticos, papel y chatarra de empresas y particulares, los separa en contenedores y los entrega a gestores autorizados para su tratamiento final.
Además de estas seis DIA ya concedidas, la Generalitat tramita otras dos Declaraciones de Interés Comunitario (DIC) también relacionadas con la gestión de residuos.
En Todolella, la empresa Forestal del Maestrazgo ha ampliado la planta de valorización de residuos forestales de 36.674 metros de superficie que posee junto a la carretera CV-120, a 1,3 kilómetros del pueblo. Ha construido un cobertizo con capacidad para almacenar 100 toneladas de astillas de madera y, de esa forma, evitar que la humedad dañe el producto final. En la planta se realizan las tareas de limpieza y poda selectiva de las masas forestales para su trituración y envío a la planta de valorización de residuos, desde donde se sirve al cliente la astilla y los pellets en big-bags o en camiones cuba.
En el caso de Torreblanca, la Generalitat tramita una DIC de la empresa Infertosa para invertir unos 328.000 euros en la instalación de una balsa de lixiviados y otra de residuos líquidos, así como varios depósitos. La planta de tratamiento y valorización de residuos orgánicos estará ubicada en una parcela de 12.601 metros cuadrados muy cerca de su propia fábrica de fertilizantes y de la carretera CV-1430, entre Torreblanca y Torrenostra.
Por último, en Vinaròs, el Ayuntamiento ha cedido hasta el año 2037 una parcela municipal de 13.464 metros cuadrados al Consorcio del Plan Zonal de Residuos 1 para instalar una zona de triturado de biorresiduos de poda. El solar iba a estinarse en un principio a la Ciudad Deportiva municipal.