CASTELLÓ. La incógnita sobre la financiación para rehabilitar la biblioteca municipal de la calle Mayor tardará un tiempo en despejarse. El Ayuntamiento de Castelló desconoce cuándo el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana se pronunciará respecto a la petición de fondos europeos vía Next Generation. El Acord de Fadrell aspira a obtener 2,6 millones de euros para acometer una reforma integral presupuestada en 4,2 millones.
Ante la avalancha de propuestas para acogerse a la convocatoria de ayudas al Plan de Impulso a la Rehabilitación de Edificios Públicos (PIREP), el departamento de Raquel Sánchez se ha visto abocado a licitar una asistencia técnica externa que se encargue de realizar la valoración. Así se lo ha trasladado el propio ministerio al gobierno municipal tras preguntar en qué punto se encuentra la resolución de la citada convocatoria.
Esto significa que los plazos inicialmente previstos a fin de anunciar los proyectos seleccionados se demorarán. Dicho de otra manera, en estos momentos no existe una fecha concreta para conocer si al final el Ayuntamiento solo tendrá que aportar 1,6 millones o, por el contrario, deberá asumir la totalidad de la inversión.
El pasado mes de mayo, cuando la alcaldesa, Amparo Marco, presentó la actuación, se apuntó a que en septiembre (octubre como tarde) se recibiría la respuesta de Movilidad y Agenda Urbana. En esa rueda de prensa, la propia munícipe avanzó que, en el caso de quedar fuera de la convocatoria, el Ayuntamiento ejecutaría en solitario el proyecto. Al tratarse de una intervención compleja, con una duración superior a los 12 meses, la financiación se repartiría en varias anualidades.
El nuevo espacio diseñado para la biblioteca municipal se caracteriza por seguir los criterios de la Nueva Bauhaus Europea, un proyecto medioambiental, económico y cultural cuyo objetivo es combinar el diseño, la sostenibilidad, la accesibilidad, la asequibilidad y la inversión para contribuir al cumplimiento del Pacto Verde Europeo. Como aspectos más destacables de la rehabilitación figuran un archivo de dos alturas para albergar los libros y la creación de un atrio central, que funciona como un elemento bioclimático clave, ya que permite la correcta ventilación e iluminación del edificio.
Por otro lado, la planta baja se concibe como un intercambiador urbano; un espacio devuelto a la ciudad que integra elementos de uso público como buzones inteligentes. Asimismo, existen multitud de conexiones con espacios exteriores de diferente índole (balcones, terrazas, patio). La vegetación se trata como un elemento compositivo, lo que genera un ambiente amable y conectado con la naturaleza.