la adjudicataria, la alicantina abala, tiene ahora un plazo de 4 meses para redactar el proyecto

'Va de bo' con la nueva biblioteca municipal: obras en septiembre y reforma acabada en marzo de 2026

Foto: ANTONIO PRADAS
11/04/2024 - 

CASTELLÓ. La reforma integral de la biblioteca municipal de la calle Mayor empieza a quemar etapas. Una vez resuelta la adjudicación en favor de la alicantina Abala Infraestructuras, falta que la Junta de Gobierno Local del Ayuntamiento de Castelló apruebe la propuesta de la Mesa de Contratación para iniciar el calendario respecto al desarrollo de la ejecución.

Según el pliego de prescripciones técnicas y administrativas, una vez se produzca la formalización del contrato entre la empresa y la entidad local (será en las próximas semanas), la concesionaria dispondrá de un plazo de cuatro meses para redactar el proyecto en base a la solución diseñada por los arquitectos municipales. Transcurrido ese intervalo (finales de agosto), la mercantil tendrá año y medio (18 meses) para realizar las obras. En vista de que la rehabilitación deberá concluir antes del 31 de marzo de 2026, todo apunta a que los trabajos arrancarán en septiembre de este año.

Abala, de Orthem Grupo Hozono Global, se ha hecho con el contrato después de imponerse a las castellonenses Civicons y Gimecons en la licitación. Aunque estas dos últimas partían con ventaja tras la baremación de los sobres con los criterios técnicos, la empresa alicantina volteó el concurso gracias a su propuesta económica con una rebaja de 358.146,97 euros (del 10,68%) sobre el presupuesto base. Esto significa que se compromete a realizar la actuación por un importe de 2.995.289,17 euros, cantidad a la que hay añadir el 21% de IVA.

La antigua Casa Andreu del siglo XVIII

La biblioteca municipal se ubica en la antigua Casa Andreu, un edificio histórico del siglo XVIII catalogado por Patrimonio y que cuenta con una superficie construida de 1.388 metros cuadrados. Dispuesto en cuatro pisos, con un patio al que vierten parcialmente dos de ellas, la edificación se encuentra deteriorada por el uso y el paso del tiempo. La construcción proporciona un pobre rendimiento energético y presenta inadecuadas condiciones de habitabilidad y accesibilidad.

La rehabilitación parte del entendimiento del inmueble como una extensión del espacio urbano. Su emplazamiento privilegiado, en la calle Mayor, resulta clave para convertirse en una edificación inclusiva que albergue, además de los usos propios de la biblioteca, otros culturales y servicios públicos. 

Foto: ANTONIO PRADAS

La planta baja se concibe como un intercambiador urbano, que integra diversos elementos, como aparca bicis o buzones inteligentes. La conexión entre el interior del edificio y la vía pública se produce a través de una plaza interior de carácter polivalente en el que se ubica, por ejemplo, una recepción. También se contemplan un pequeño salón de actos flexible, una sala multiusos, zona de prensa digital y una cafetería.

Préstamo, sala general y otras dependencias

Los niveles superiores albergan usos igualmente públicos pero estructurados en un gradiente progresivo de privacidad y silencio. En el primero se localizan los usos relativos a la zona de préstamo, de espera y la sala general de la biblioteca. En ella también se proyectan la sala juvenil e infantil, la estancia de audiolibros y una habitación de lactancia.

En la planta segunda se sitúan las zonas de estudio, lectura y ordenadores públicos. También se halla una zona de cubierta transitable (rooftop). Se trata de un espacio exterior de carácter polivalente, con vegetación, que cuenta con un sector descubierto y otro de porche. Esta planta tiene, asimismo, espacios destinados a zonas de servicio y circulaciones y una sala de primeros auxilios.

En el tercer piso se localizan salas de trabajo flexibles y una terraza vinculada a la fachada principal para aproximar el exterior al interior del edificio. Además, también se sitúan espacios de servicio accesibles y un pequeño vestuario.

La reforma de la biblioteca municipal tendrá un coste de 3,6 millones de euros, de los que 2,6 millones proceden de fondos Next Generation en el marco del Plan de Recuperación, Transformación y Resilencia. El Ayuntamiento se aseguró la cofinanciación europea en mayo de 2023, en vísperas de las elecciones municipales que propiciaron un cambio de signo político en la alcaldía.

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